Pasado ya medio año de 2021, miles y millones de mexicanos esperan ansiosamente cambiar el duro y difícil pasado que ha ido dejando a su paso la temible pandemia del coronavirus, la llegada de la covid-19 tiene en jaque a todo el sistema capitalista, la saturación en los hospitales públicos y privados, las carencias para atender a infectados y las carencias de equipo eficiente para enfrentar la pandemia, saca a relucir las graves deficiencias de nuestro sistema de salud, sumado a esto, estamos muy lejos de alcanzar el prometido nivel de salud para poner a México a la altura en calidad del servicio de salud como en Suecia, nuestro país es el que más defunciones registra en el personal médico, la supresión federal de programas sociales y la nula respuesta a demandas populares, las carencias de servicios básicos, ponen en entredicho los resultados de no solo la actual administración federal, sino de prácticamente todos los sexenios de la época moderna en México.
No se han atendido las demandas sociales de millones de mexicanos, este año México tuvo elecciones intermedias (al sexenio federal) en donde elegimos a nuestros representantes populares, desde regidores, presidentes municipales, diputados federales y diputados locales, la mecánica es la misma, funcionarios entran y funcionarios salen, pero en hechos reales y concretos los mexicanos deberíamos medir a conciencia y a resultados los actuares de nuestros representantes electos, qué tanto de lo que prometieron sí cumplieron y qué dejaron a medias o incluso sin avances. El pueblo en el desarrollo de la democracia en México ha ido tomando conciencia de que realmente no se le atiende y menos se le resuelven sus demandas elementales.
La supresión de importantes partidas de recurso que estaban destinadas a resolver demandas de obras y servicios, dio un duro golpe en contra de quienes siempre han sufrido la indiferencia política, en estos tiempos de pandemia, seguir la recomendación sanitaria de lavarse frecuentemente las manos, en muchos rincones de nuestro México es prácticamente imposible, no cuentan con agua y del servicio de salud ni hablar, hay carencia educativa, la nueva normalidad obligo a tomar clases virtuales, pero hasta hoy día no hemos visto una campaña nacional de dotación de internet a comunidades alejadas de la urbe. En síntesis, hay un completo abandono de atención y solución de los problemas de los más pobres de México y el forzado regreso a clases ponen en alto riesgo a estudiantes que por necedad del mandatario federal tienen que volver a las aulas, llueva, truene o relampaguee, sin importar en ningún momento los graves riesgos que esto conlleva.
El pueblo necesita ser escuchado, ese pueblo al que en época electorera se le busca para ganarse la confianza y obtener el tan anhelado voto, se le tiene que resolver sus demandas, se tiene que ser responsable y corresponder con lo que originalmente se le promete para atraer su simpatía, la indiferencia de los gobernantes se dará de topes con quienes han ido aprendiendo que sexenio tras sexenio y trienio tras trienio no se le resuelven sus problemas, que buenas nuevas se le pondrán sobre la mesa del convencimiento para ganarse la aceptación popular, que nuevos cantos de sirena innovarán los representantes populares para resolver los graves problemas de nuestra sociedad.
Para la inmensa mayoría del pueblo, esa mayoría que sobrevive a base de su esfuerzo y sacrificio, difícilmente habrá de cambiar su condición de vida, no hay una política de salud, de vivienda y menos de educación que favorezca a los intereses de los más desprotegidos y en tanto no entienda la fuerza que encierra detrás de esas condiciones de precariedad difícilmente podrán conocer una vida más justa y más equitativa, urge tomar conciencia sobre los graves problemas que se viven actualmente, pero sobre todo que se adquiera conciencia que millones de mexicanos viven en las mismas condiciones y que solo cuando esa mayoría se organice y luche por los mismas necesidades que los hermanan, habrán encontrado en buena parte la solución a los problemas que por siglos ha recaído sobre los más pobres.
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