MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

No hay cambio… pero de régimen

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-Señor presidente, verá usted, hoy no tenemos para comer porque desde que comenzó la pandemia, hace 11 meses, nos quedamos sin trabajo. Lo poco que pepenamos no alcanza para los gastos del hogar. De casualidad, ¿no me prestaría unos 100 pesitos de esos 200 que siempre lleva usted en la cartera? Yo se los devuelvo, pues porque ya sabe usted, somos pueblo bueno. 

Éste fue el saludo con que recibió un humilde yucateco al presidente Andrés Manuel López Obrador, durante una vista que éste hizo al estado. 

-No hay cambio, respondió el mandatario nacional mientras le estrechaba la mano.

-¿Cómo no hay cambio? ¿No trae morralla? ¿O no será que pueda usted mandarnos una despensa? Estos días hemos sobrevivido con lo que caiga, pero una pequeña despensa que nos ayude por lo menos con algún gasto del hogar, nos ayudaría para que con los pesitos que traigamos podamos comprar otros alimentos que los niños necesitan para crecer, ya ve que como usted dice, hay que comer fruta en vez de chatarra, y honestamente hace rato que no nos alcanza ni para eso, reiteró nuevamente el señor.

- No hay cambio, dijo nuevamente el presidente.

-¿Y del dinero que hay ahorrado de la corrupción, no le alcanzará para destinar a las familias humildes que perdimos nuestro empleo y no  tenemos como sobrevivir a la cuarentena? Para que podamos seguir aguantando un poco más, en lo que pasa todo esto de la covid-19, ya ve que ahorita si no trabajamos no comemos, y pues cerraron la fábrica cuando empezó todo, también a mi mujer la corrieron de su empleo y los ahorros que teníamos ya no existen, no podrá destinar un poco para los desempleados, siguió insistiendo el hombre.

-No hay cambio, sostuvo el titular del Ejecutivo federal mientras sonreía un poco nervioso.

-Mmmm, bueno, si quiere no me lo preste, le vendo un cubreboca, ya que a usted no lleva nunca uno. Ya ve que ahorita que no hay empleo, ya todos buscamos cualquier actividad económica para sacar un poquito de cualquier lado, por eso, no se vaya a enojar, pero hay mucho vendedor ambulante. Se lo dejo en 25 pesitos, eso vale, no le miento, ni le robo, no le estoy dando gato por liebre, no vaya a ser nos dé coronavirus, como luego usted dice.

-Te lo cambio por un “detente” porque ahorita no hay cambio, dijo el mandatario.

-No lo creo señor presidente, ese detente no me sirve para comer y menos si me enfermo, no me lo aceptarán el hospital. Sinceramente, sabe que, ahora sí que ya no sé si es un presidente pobre o un pobre presidente que nada más me anda queriendo dar atole con el dedo y quiere jugar con la necesidad de aquí de todos nosotros, para que vino aquí a la comunidad nada más a exponerse y exponer a los demás, usted que anda por todos lados sin atender las medidas sanitarias adecuadas, igual y que si usted me prestaba por lo menos unas moneditas las iba a dejar bien remojaditas en alcohol, no vaya a ser.

- Es que no hay cambio, no hay cambio de régimen, espetó el mandatorio nacional mientras subía el vidrio polarizado de su Mercedes Benz. 

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