Están a todo lo que dan las campañas políticas por las próximas elecciones. Y aquí en Querétaro como en el país entero vemos un espectáculo cada vez más bochornoso, ridículo y degradante: políticos saltando de un partido a otro del que antes se decían enemigos mortales; partidos urgidos por tener más votos y abriendo la puerta a gentes a las que antes condenaban de corruptos; guerra interna dentro de los partidos gobernantes oficiales (estatal y federal) para ver quién se queda con tal o cual candidatura… y por supuesto, tampoco faltan los actuales diputados, senadores y presidentes municipales, muchos de los cuales, sin haber hecho nada benéfico y digno de reconocerse en su actual puesto, que quieren repetir en un nuevo período para seguir sacrificándose por el pueblo.
Total, un espectáculo para revolverle el estómago a cualquiera, todo esto con el único objetivo de seguir viviendo del presupuesto.
Así es que, Querétaro, con el actual gobierno, está mal y reprobado. Pero también lo está Morena y sus satélites que dominan el Gobierno federal.
No faltan las presumidas de lo propio y los ataques a lo ajeno entre las dos principales fuerzas que se disputan el control, desde la Presidencia de la república hasta la más modesta posición municipal.
En Querétaro han proliferado los cuestionamientos por parte del bloque morenista (varios de cuyos integrantes apenas ayer eran del PRI o del PAN y ahora son flamantes morenistas) al desempeño de la actual administración estatal: con base en datos oficiales (del Inegi o del Sistema Nacional de Seguridad Pública SNSP, por ejemplo) denuncian que bajo el presente régimen en Querétaro, “el 30.4 % de la población (720 mil personas) en el estado no cuenta con servicios básicos de salud, cifra que lo coloca en el lugar número 20 de 32 en el país.
“Sobre transporte público… (desde el ángulo de la incidencia delictiva que elabora el Secretariado Ejecutivo del SNSP), el diagnóstico situacional del Querétaro que gobierna Kuri ensombrece más: el delito de robo en transporte público colectivo creció 21 % de 2022 a 2023, al pasar de 123 a 149 según cifras oficiales.”
“Dentro de estos números, el robo con violencia en transporte público colectivo de Querétaro aumentó 49 % en el mismo periodo. Durante todo el año 2022 se registraron 55 robos con esta modalidad, mientras que en 2023 la cifra pasó a 82”.
“Otro dato que dimensiona el fracaso conforme avanza el sexenio de Mauricio Kuri: para 2023 los robos con violencia fueron más del 50 % del total del delito registrado (82 de 149), cuando en 2022 esa modalidad no había llegado al 50 % (55 de un total de 123), el porcentaje preciso fue de 44.7 %. (El Universal Querétaro, 17 de marzo de 2024)
Y así, llueven los datos por el estilo. Y no es que sean falsos, hay eso y más todavía:
Querétaro es de los estados más injustos, donde se asientan muchas de las empresas más poderosas en capital y producción y sin embargo los salarios, aun los de promedio elevado, no alcanzan para afrontar la vida cara que priva en el estado (según estudio de Worldwide Cost of Living 2023 de The Economist que situó a la ciudad en el segundo lugar de las ciudades más caras de toda Latinoamérica).
En la entidad hay veinte millones de personas que no cuentan con prestaciones laborales, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); alrededor de cuarenta mil familias carecen de vivienda propia, cuyo costo está entre 1.3 y 1.5 millones de pesos (El Economista, 17 de febrero de 2023), y se ven obligadas a rentar pagando lugares feos y estrechos que en la periferia andan cuestan 5 mil pesos al mes en promedio.
Querétaro tiene las tarifas más altas de agua y electricidad de todo el país según datos del Inegi. El costo promedio mensual de estos servicios para una familia de cuatro personas es de mil 200 pesos.
Querétaro también tiene un costo de alimentación superior al promedio nacional. Según el Inegi, el costo de la canasta básica alimentaria para una familia de cuatro personas es de 4 mil 800 pesos, lo que representa el 19.2 % del salario (datos del portal Numbeo, Calificación del Índice de Costo de Vida).
Es cierto, así está Querétaro y está mal, muy mal.
Pero del otro lado de la banqueta, los que ahora por la guerra electoral destacan todo esto, digamos que tampoco cantan mal las rancheras: Morena y sus partidos coliches va a cumplir seis años de gobernar a todo México, desde el Gobierno federal, con todo el poder que ello representa. Seis años de tener el poder ya no se trata tanto de ver “qué hará” ni de las “esperanzas” que tengamos. Se trata de lo que ha hecho ya con todo ese poder, a lo largo de ese tiempo.
Los resultados están a la vista de todos y son comprobables: Alrededor de 23 millones de mexicanos no tienen servicios de salud; no hay medicinas y se sabe que durante la pandemia de covid-19 murió casi un millón de personas y nuestro país ocupó uno de los cuatro primeros lugares del mundo en muertes.
Además, la cantidad de recursos que los hogares mexicanos destinan a cubrir gastos en salud creció 30.9 % en 2018. El monto promedio que los hogares destinaban a ese rubro cada trimestre era de mil veintiocho pesos, mientras que para 2022 aumentó a mil trescientos cuarenta y cinco pesos (Animal político, 28 de julio de 2023).
Alrededor del 60 % de la gente que tiene empleo (unos 22 millones de mexicanos) lo tiene en la economía informal, es decir, no tiene trabajo estable, formal; carece de seguridad social y prestaciones.
El desempleo, los bajos ingresos y la carestía (además de la inseguridad que se vive en muchas regiones) ha ocasionado que se incremente la emigración. El número total de mexicanos que intenta ingresar a Estados Unidos entre puertos oficiales de entrada se elevó de 155 mil en el año fiscal que concluyó en septiembre 2018 a 579 mil en el año fiscal de 2023.
Este incremento fue de casi 300 % del número de migrantes mexicanos (La Jornada, 13 de febrero de 2023).
En educación el país anda por la calle de la amargura: El Programa Nacional de Educación Superior (PNES) 2023-2024, bajo revisión de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), alerta que sólo dos de cada diez personas de 25 y más años cuentan con estudios de tipo superior, mientras que sólo tres de cada diez jóvenes del grupo de edad de 18 a 22 años cursan una carrera profesional, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020. (Reforma, 16 de octubre de 2023).
"Miles de jóvenes egresados de bachillerato no continúan estudios en el nivel superior; en el ciclo escolar 2020-2021 egresaron con bachillerato concluido 1.4 millones de jóvenes; por su parte, la matrícula de primer ingreso a las instituciones de educación superior fue de 1.1 millones de estudiantes" (DOF, 28 de diciembre de 2023). O sea que 300 mil jóvenes ya no entraron a la universidad.
En el plano de la inseguridad, la administración que está por terminar, impuso récord de 156 mil 136 asesinatos registrados en el periodo de diciembre de 2018 al 24 de mayo de 2023, y es ya el sexenio más violento de la historia reciente del país.
¿Y en cuanto a la reducción de los índices de pobreza, en este sexenio que presume de ser el de “primero los pobres”? Un estudio del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM demuestra que el porcentaje de mexicanos que son pobres no se redujo entre 2018 y 2022 los primeros cuatro años de esta administración, de 41.9 % a 36.3 % como se calculó hace semanas.
Más bien, la pobreza se redujo de 41.9 % a 41.8 %. El número de mexicanos que viven en la indigencia (en la pobreza extrema) pasó de 9.2 millones de personas en 2018 a 11.2 millones en 2022. (El Universal, 11 de septiembre de 2023)
¿En qué han quedado pues o en qué han repercutido los famosos programas de entregas directas de dinero a la gente? En nada, para el caso de acabar con la pobreza: es dinero que el Gobierno reparte, que alivia momentáneamente el hambre y la necesidad de los que los reciben y los induce al voto por Morena, y por uno y mil canales va a dar a los bolsillos de los grandes comerciantes y productores de mercancías.
Por cierto, llama la atención entre toda la basura de propaganda electoral que circula en las redes, el espectacular anuncio de que “En Querétaro, la 4T ha sacado de la pobreza a doscientos mil queretanos…” (¡¡!!) ¿Dónde, cuándo, cómo? ¿Dónde estaban y dónde están esos 200 mil queretanos ahora expobres? ¿Ya tienen empleo bien remunerado, acceso a los servicios de salud, casa propia, posibilidades reales de darle educación a sus hijos? ¡Nadie lo sabe! Pero para apantallar incautos, y ganar votos, toda esa demagogia sirve!).
Así es que, Querétaro, con el actual gobierno, está mal y reprobado. Pero también lo está Morena y sus satélites que dominan el Gobierno federal: tan malo el pinto como el colorado, dice el dicho popular. Y por eso, prácticamente, no hay a quien irle.
El pueblo mexicano carece de una verdadera alternativa a sus problemas ancestrales de pobreza, abandono y explotación y tiene por ello pendiente la tarea de formar su alternativa política para la defensa y lucha por los verdaderos intereses de las clases trabajadoras de nuestro país.
Si de algo servirá el actual proceso electoral y los próximos comicios, será para dejarnos clara, casi como golpe en la cara, la necesidad de esa tarea pendiente.
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