MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

No estamos dispuestos a silenciar una injusticia más

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La cifra de muertes por homicidio en lo que va del año ha aumentado en todo el país. La seguridad para los mexicanos se ha visto mermada por uno de los planes más absurdos que el Gobierno federal ha inventado: “abrazos, no balazos”, lo que abona para que se catalogue como uno de los sexenios más violentos, provocando que, hasta la fecha, la justicia para las familias que han perdido a sus seres queridos llegue y como asegura el panorama nacional, no llegará.

Las últimas cifras registradas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de enero a junio del 2023 se registraron 15 mil 82 homicidios, lo que demuestra los malos resultados del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con 160 mil 594 homicidios en los primeros cuatro años y medio del sexenio.

Conrado, Mercedes y Vladimir, su lucha y su vida no fueron en vano; con su partida nos han enseñado a no rendirnos, a continuar esta dura lucha llena de sacrificios para el bien común, para el avance de toda una generación.

En el Gobierno de Enrique Peña Nieto se registraron 156 mil 66 en los seis años de su mandato, lo que demuestra una cifra alarmante y lo que falta por sumar al final de su periodo.

Vivimos en tiempos sombríos, donde la justicia cae a cuentagotas porque no existe un plan que verdaderamente dé resultados y disminuya las cifras que ahora estamos analizando.

El dolor de quienes han enfrentado estos eventos no se compara con nada. La difícil y muy grave situación por la que atraviesan las familias que perdieron a algún familiar no puede pasar en alto, mucho menos pasar desapercibido; sin embargo, sabemos que la justicia en nuestro país es un tema de controversia que pocas veces logra encontrar respuesta.

Las preocupaciones de los políticos que deberían resolver las causas del alto índice de homicidios y muertes en nuestro país son sobre temas superficiales que no contribuyen a la solución, porque es más sencillo salir a declarar que “aquí no pasa nada”, “el pueblo está feliz, feliz”, aunque la realidad que se vive todos los días diga lo contrario.  

Este 12 de abril, se cumplió un año del triple homicidio de dos compañeros antorchistas, Conrado Hernández Domínguez, Mercedes Martínez Martínez y su hijo, quienes fueron brutalmente asesinados en el estado de Guerrero. Ambos dedicaban su vida a luchar por los guerrerenses para conquistar demandas que aminoraran las tantas carencias que se tienen en el estado. 

Lamentablemente la impunidad sigue beneficiando a los poderosos, pues tratando de ocultar los hechos, hasta el momento no existen culpables de tan atroz crimen.

Quienes cometieron el acto siguen libres, gozando de total impunidad por parte de las autoridades que continúan ignorando el grave problema y que permanecen omitiendo no sólo el problema que ocurre en Guerrero, es decir, no sólo el asesinato de nuestros compañeros, sino el tema de violencia que permea a lo largo y ancho de todo el país, donde el sacrificio siempre corresponde al pueblo trabajador que sufre de forma directa el problema.

Pero los antorchistas no estamos dispuestos a callar una vez más ante la injusticia, porque es verdad cuando dicen que no debemos normalizar la ola de violencia que se promueve y justifica desde la más alta tribuna. Es necesaria la exigencia, porque sólo así, podemos ejercer presión a quienes deben resolver los problemas de violencia que golpean a las familias mexicanas.

Conrado, Mercedes y Vladimir, su lucha y su vida no fueron en vano; con su partida nos han enseñado a no rendirnos, a continuar esta dura lucha llena de sacrificios para el bien común, para el avance y desarrollo de toda una generación, de una comunidad, y donde cada día es indispensable alzar la voz para que se nos escuche.

Su muerte no será en vano, los antorchistas seguiremos denunciando y exigiendo que se esclarezca el asesinato, que los responsables paguen con cárcel el haberlos arrancado para siempre de las filas de nuestra querida organización. Y si hoy no hemos encontrado una respuesta, tarde o temprano la encontraremos. No nos rendiremos.

Hoy pedimos justicia para nuestros compañeros antorchistas, pero también pedimos justicia para esas miles de personas asesinadas en todo el país que no han encontrado justicia. Exigimos que las autoridades se pongan a trabajar y resuelvan el grave problema de inseguridad.  

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