En el umbral de una nueva elección federal, se aproxima la salida de Andrés Manuel López Obrador como mandatario mexicano, se puede observar que durante el gobierno de la llamada Cuarta Transformación se olvidaron de las niñas y niños de la patria, principalmente de aquellos que se encuentran en situación de riesgo, tal como lo afirmó la diputada local perteneciente al Partido Revolucionario Institucional, Martha Loera Arámbula.
Recientemente, la legisladora coahuilense presentó un punto de acuerdo a fin de exhortar al Poder Ejecutivo federal para que, a través del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, o la instancia que estime competente, instrumente una línea de ayuda, orientación y asistencia para todos ellos en situación de riesgo, incluyendo formas alternativas de comunicación, para que quienes tienen alguna discapacidad o condición, puedan acceder de forma efectiva.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en México seis de cada 10 niñas, niños y adolescentes han sufrido métodos de disciplina violentos por parte de sus madres, padres, cuidadores o maestros.
Todas estas expresiones nocivas vulneran gravemente el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia, generando repercusiones que prevalecen en la vida adulta, de ahí la gran importancia de contar con más canales de atención que faciliten en esta edad temprana acceder a las instituciones en busca de protección y justicia.
Uno de estos canales es la creación de una línea de ayuda, orientación y asistencia para los menores de edad en situación de riesgo, como un primer paso de acceso a las instituciones en busca de auxilio, apoyo y contención para garantizar y salvaguardar sus derechos.
Ejemplo de ello y su eficacia, es lo que realizó el colectivo Alumbra, que a raíz de la pandemia por covid-19 instaló de forma temporal una línea y chat gratuito donde se brindaron más de 17 mil atenciones en materia de psicológica respecto a temas como depresión, ansiedad, violencia, duelo, ideación suicida y adicciones.
Por ello, Martha Loera refiere que contar con una línea telefónica de atención, dará una oportunidad más a los infantes de recibir una acción rápida y oportuna por parte de las instancias correspondientes ante una situación de riesgo, esto en beneficio de un sector de la población tan vulnerable.
Las repercusiones económicas y sociales causadas por la violencia son muchas y nos afectan directa o indirectamente a todos como sociedad, pero trabajando juntos se podrá seguir buscando para todos una mejor calidad de vida.
Mientras se hacen las revisiones del caso, en los ejidos y barriadas de las grandes ciudades del país, se siguen observando a menores y adolescentes subsistir de diversas formas, muchos de ellos sin tener acceso a los servicios más elementales para su formación.
Para ellos no hay servicios médicos, educación, ni seguridad, son los grandes olvidados de la 4T, víctimas de los errores garrafales que se han cometido en este sexenio que está por concluir, dedicado más a la confrontación con el pasado y a esgrimir un falso populismo con el único afán de satisfacer sus ambiciones de poder.
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