MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

“Moctezuma Ilhuicamina”, un esfuerzo por la educación en Cabo San Lucas

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La preparatoria “Moctezuma Ilhuicamina” es un esfuerzo colectivo por satisfacer una necesidad educativa que el estado no había podido cumplir hasta el momento de su fundación.

La institución fue fundada en junio de 2022, prácticamente sin contar con nada más que un pequeño lote que donó el Movimiento Antorchista y la voluntad de aprovechar la experiencia de otras luchas similares.

Se encuentra localizada en la colonia Gastélum, de Cabo San Lucas, en Baja California Sur, asentamiento que se destaca precisamente por tener graves carencias de servicios y que la convierte en uno de los sitios más característicos de la pobreza en el municipio. Debido a que esas condiciones no han cambiado significativamente en el último año, la necesidad de dicha escuela sigue siendo vigente.

Arrancó sin pedir permiso a nadie, no como un acto de soberbia, sino como un esfuerzo comunitario ante la necesidad real de la carencia de una escuela cercana que brindara o, al menos intentara brindar, los estudios medios a gran cantidad de jóvenes de muy escasos recursos, que abundan en la zona.

El Movimiento Antorchista impulsó su creación a sabiendas de que era una tarea nada fácil pero inaplazable, por lo que autorizó a los activistas, que en aquel entonces lucharon en la zona, para que dispusieran del terreno mencionado. 

Había que arrancar desde cero, conseguir maestros, algún responsable y construir la infraestructura mínima necesaria. No sería sencillo conseguir docentes pues no habría certeza de pagos inmediatos, ni de que fueran periódicos y constantes. Tenía que iniciarse obligatoriamente como una labor social por amor al pueblo y a la educación, al menos por algún periodo, quizás años hasta que se consiguiera regularizar la escuela.

Se sabía que ello no sucedería de la noche a la mañana, sino que implicaría una larga lucha que requería entrega, disciplina y una lealtad a toda prueba, combate en el que más de alguno, maestro, activista o alumno, se cansaría y quizás abandonaría el propósito fundamental o que los vicios de la sociedad capitalista, que promueve el egoísmo hasta niveles criminales, le ganara a alguno de ellos su voluntad. Los peligros eran evidentes, pero había que hacer el esfuerzo de satisfacer esta exigencia educativa de gente muy humilde de Los Cabos y, por ello mismo, el Comité Regional de nuestra organización autorizó que se convocara para su arranque.

Inició el levantamiento de una obra negra de una sola aula de modestas dimensiones, con faenas y participación de ciudadanos que poco a poco fueron comprendiendo el valor y la importancia del trabajo colectivo tal y como lo promueve Antorcha. En un principio sólo con cooperaciones de los propios organizados y colectas de todos los activistas de Baja California Sur, en la medida de lo posible.

Se hizo entonces el colado y se consiguieron algunos apoyos del municipio, importantes, pero siempre insuficientes. En cuanto fue posible inició clases, pero justo antes de ello, se le puso la instalación eléctrica.

Con grandes ilusiones arrancaron las clases en agosto de 2022; desde junio de ese año hasta enero de 2023 se le invirtió en mano de obra, en la instalación de un baño, se repelió, aplanó y pintó, se puso aire acondicionado, tinaco de agua, se consiguieron sillas, sus pintarrones, madera para construir mesabancos y, lo más importante: maestros, algunos de ellos, ciertamente, novatos que compensaron su inexperiencia con una diligente actividad.

¿Errores? Por supuesto que los hubo, sólo quien no hace nada no los comete, pero el esfuerzo colectivo y la firme decisión de continuar adelante han permitido ir superándolos. Esta prepa es una gran iniciativa comunal que ha enseñado mucho a los propios maestros y a los padres de familia: no hay semana que no tenga un nuevo reto que superar. Las grandes iniciativas se desarrollan y superan sólo en la lucha social: sin lucha no hay desarrollo.

Esta preparatoria forma parte de un enorme esfuerzo nacional que ya tiene décadas impulsando la creación de escuelas en lugares muy similares a la colonia Gastélum de Los Cabos.

Son literalmente cientos de escuelas de diversos niveles que han creado miles de ciudadanos por todo el país, mexicanos carentes de educación y escuelas para sus hijos por una sencilla razón: los Gobiernos hasta ahora no han cumplido cabalmente con este encargo que la nación les ha dado; ninguno, de cualquier color partidario han abandonado a su suerte al pueblo también en el aspecto educativo. Cualquiera que se tome un poco de tiempo para navegar en el amplísimo sitio del Movimiento Antorchista podrá darse cuenta de ello fácilmente.

No estimado lector, no le estoy mintiendo: a nosotros mismos nos admira la cantidad de iniciativas educativas que el pueblo organizado en Antorcha ha impulsado; unas más exitosas que otras, como es natural.

Como integrantes de este movimiento político popular, los diversos activistas y colonos antorchistas, cada cual en su momento, han planteado al Ayuntamiento de Los Cabos que proporcione ayudas a maestros, becas para alumnos, así como la construcción de otra aula en un espacio cercano que ha sido destinado desde un inicio para ese fin educativo, que complementaría el desarrollo de la preparatoria ante la inevitable necesidad de otra aula y que, en tanto se iniciara la construcción, se facilitó temporalmente a la familia de una alumna para ayudarla, dado que carecía de vivienda propia.

Cabe resaltar que el actual ayuntamiento comprometió la dotación de una traila mientras se iniciara dicha construcción, pero al momento no ha cumplido. 

Confiados en esta promesa, los impulsores de la preparatoria abrieron las inscripciones a una segunda generación, seguros de que pronto llegaría el aula provisional donde se impartirían clases, pero el incumplimiento gubernamental ha causado serios trastornos a este proyecto educativo, obligando a dividir entre las dos generaciones el mismo salón, provocando con ello la reducción de la atención y dificultando la labor de los escasos maestros.

No han sido pocos los padres de familia y alumnos a quienes esta actitud desobligada del Gobierno municipal ha causado desesperanza e inconformidad. Tal pareciera que el objetivo de esta política es el de tronar la preparatoria para desactivar las iniciativas sociales de este tipo en Los Cabos. Para nosotros no hay duda: se le tiene miedo al pueblo humilde organizado y en lucha.

Se ha planteado también al Gobierno del estado el reconocimiento de la escuela preparatoria “Moctezuma Ilhuicamina” para que pueda tener acceso a los programas educativos, presupuesto para pago de maestros y que se convierta en un recinto oficial con todos los beneficios que ello implica, tanto para la escuela como para la amplia comunidad que requiere un centro de estudios de este tipo en la cercanía de sus hogares.

Asimismo, se ha pedido la dotación de un terreno adecuado en las inmediaciones para la futura construcción definitiva de un centro escolar en regla. En tanto eso se logra, se obtuvo la solidaridad de otra escuela que el Movimiento Antorchista tiene ya reconocida como oficial para que los estudios tengan validez.

En resumidas cuentas, estimado lector, estas son las peripecias por las que ha pasado el grupo de ciudadanos organizado en nuestras filas que ha impulsado esta escuela de origen netamente popular, en la que, sin duda, aún falta hacer realidad el objetivo de una educación crítica y científica, tarea a la que deberán dedicarse los estudiantes y maestros revolucionarios.

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