Hace unos días, diferentes medios de comunicación dieron a conocer que más de 5 millones de vacunas contra la covid-19 caducaron en junio pasado, información que fue confirmada por la Secretaría de Salud.
Del total de las vacunas desperdiciadas, 3 millones 409 mil 440 eran de la marca AstraZeneca obtenidas por donación del Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.), las cuales se encontraban resguardadas en el almacén de Birmex en Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. En tanto que, un millón 610 vacunas de la marca Sputik, las cuales fueron compradas, se encontraban en el Instituto Nacional de Virología.
Además de reconocer que más de 5 millones de vacunas se caducaron y serán tiradas al drenaje, la Secretaría de Salud informó que, adicionalmente, 856 mil 191 dosis se perdieron en las entidades federativas. A través de un comunicado, la dependencia justificó que se desecharon las dosis debido a que “algunos biológicos sufren accidentes de red de frio o se desperdician durante la jornada (por fallas eléctricas, errores humanos, desastres naturales) o cumplen su vida útil sin poder ser aplicadas a la población”.
Diputados federales han señalado que interpondrán, ante la Fiscalía General de la República (FGR), una denuncia penal contra quien resulte responsable por la pérdida de las vacunas que tuvieron que ser desechadas por haber caducado. La denuncia penal será por daño al erario y a la salud de millones de mexicanos ya que la Secretaría de Salud es la responsable de la desatención de estas vacunas. Cabe señalar que las vacunas caducas que se compraron generaron un gasto público por 253 millones 262 mil 352 pesos, más el valor de las que fueron donadas representa tirar un total de más de 455 millones de pesos.
No hay duda, es sumamente indignante la pérdida por caducidad de tal cantidad de vacunas, sobre todo considerando el número tan alto de mexicanos que han perdido la vida durante la pandemia de covid-19 y también por las dificultades económicas y de logística que se han presentado para acceder a la cantidad suficiente de vacunas para cubrir la vacunación de toda la población.
De acuerdo con datos recabados por el Comité Covid-19 de la revista The Lancet que forman parte del informe titulado “Lecciones para el futuro de la pandemia de Covid-19”; México es el país con más fallecimientos por cada millón de habitantes; registró 5 mil 723 muertes por cada millón de habitantes, cifra que lo convirtió en el país con más fallecimientos por esta enfermedad, de acuerdo con la publicación. Esto con base en las estadísticas que los países reportaron tanto al Foro Económico Mundial (FEM) como al Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés).
La publicación elaborada por el Comité Covid-19 de la revista The Lance, además de ser dura con la actuación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno de México, al considerar que se cometieron varios errores que derivaron en la muerte de una alta cantidad de personas, en particular por la deficiencia a la hora de comunicar las medidas sanitarias y combatir la desinformación. La publicación incluyó expresiones del presidente Andrés Manuel López Obrador como de declaraciones muy irresponsables durante la pandemia. Y dijo que él junto con otros presidentes de Jair Bolsonaro de Brasil o el exmandatario Donald Trump, emitió comentarios que no tomaban en cuenta la evidencia científica y que arriesgaban la vida de la población, con miras a mantener abierta la economía.
Y todo esto sucede mientras que la propia autoridad sanitaria reconoce que puede haber un repunte de casos de covid-19 en el país, durante los últimos tres meses del año. Y a pesar de ello, Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno federal, declaró hace unas semanas que ya no es imprescindible el uso del cubrebocas a la par que anunció además que ya no se emitiría el semáforo de riesgo de covid-19, esto como otra prueba más de la irresponsabilidad de este gobierno.
Los mensajes de quienes se atreven a decir, entre los cuales se encuentra tanto el Gobierno federal como la inmensa mayoría de los gobiernos estatales, de que esto ya se acabó, hacen mucho daño, ya que la única forma de disminuir los contagios de covid-19 es mantener las medidas de prevención, dentro de las cuales está el tan odiado cubrebocas es la más efectiva.
Por tanto, no debemos bajar la guardia, ya que de ello depende salvar la vida de miles de mexicanos. Esto no se ha acabado, no abandonemos los cuidados porque de esta manera también estamos luchando por salvaguardar lo más preciado que tenemos, que es nuestra vida.
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