Ante la cotidiana cortina de humo que significan las mañaneras del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y su ejército de bots en redes sociales, buena parte de mexicanos todavía no se dan cuenta de la enorme tragedia que sufre nuestro país, en los terrenos de salud, economía y seguridad.
Llevamos a la fecha 166 mil decesos por covid-19, que nos coloca en el tercer lugar mundial; sumado el primer lugar mundial en muertes de personal médico por la misma causa. 60 mil asesinatos dolosos, de éstos un altísimo número de feminicidios.
En economía cerramos 2020 con la pérdida de 12 millones empleos formales, y millones de informales. Tan solo la Ciudad de México, desde mediados de diciembre tiene paralizada su economía. La pobreza está incrementándose aceleradamente.
Miles y miles de pequeñas empresas han cerrado o están a punto de cerrar dejando en el desamparo a igual número de familias; cientos de miles de jóvenes egresados de las universidades, tecnológicos, escuelas normales etcétera, están sin empleo y sin ingresos.
Con este gobierno de pseudoizquierda no hay esperanza de que las cosas mejoren, el presidente López Obrador está más ocupado y preocupado por el tema electoral que por disminuir los efectos de la pandemia, generar los empleos suficientes y bien remunerados y mejorar la seguridad de los mexicanos.
Hoy, ya con su tercer año de gobierno en marcha, no hay resultados positivos en los principales aspectos de la vida social, su gobierno es un fracaso total.
Están ya próximas las elecciones para el cambio de la Cámara de Diputados y los mexicanos a la luz de estos hechos, deberíamos no votar por Morena, pues hacerlo es avalar su pésimo gobierno de horror y muerte.
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