En los últimos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer un informe que lleva por título Perspectivas de la Economía Mundial en el cual muestra la preocupante situación económica y de desarrollo de las economías de todos los países de Latinoamérica.
En él, expone que la economía latinoamericana, debido a la pandemia de covid-19, el conflicto en Ucrania, la falta de acceso a suministros y la inflación más alta registrada en varios decenios, experimenta una desaceleración. Según sus últimas proyecciones de crecimiento, México, como economía emergente y en desarrollo, tendría un crecimiento 50 por ciento más bajo de lo que se tuvo en 2021, pues sería de 1.7 por ciento en 2022 mientras que en 2023 será de 1.9 por ciento y de 2.0 por ciento en 2024.
“Se espera que el crecimiento de la región se ralentice a finales de 2022 y en 2023 a medida que el crecimiento de los países socios se debilite, las condiciones financieras se endurezcan y los precios de las materias primas se suavicen”, añade el informe del FMI.
A pesar de que a nivel mundial hay una crisis que afecta al planeta entero, principalmente a los países con economías menos avanzadas, hay ojos optimistas para algunos como Colombia, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Rusia, China, India, que, aunque tienen afectaciones por también ser parte del sistema económico planetario, siguen teniendo una alta pronosticación de crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Según economistas del Banco Mundial, en una entrevista con BBC Brasil, explican algunas razones por las cuales estos países tienden a no tener muchas afectaciones: a) la menor integración que tienen en el comercio mundial, lo que ayuda a aislarlos parcialmente de los graves efectos mundiales, además de que sus índices de exportación en esos países son aproximadamente 35 por ciento menores que el promedio de los países emergentes y en desarrollo mientras que los índices actuales de comercio (importaciones más exportaciones) son aproximadamente 25 por ciento más bajos; b) que tienen mayor dependencia de la agricultura, que en promedio esta ha estado menos expuesta a la caída por pandemia en los precios de sus productos; c) cuentan con un sector servicios menor; d) dependen en menor grado del turismo; e) tuvieron menos impacto de la pandemia, así como menos restricciones estrictas que el promedio de los países emergentes y en desarrollo.
El sistema capitalista neoliberal ha sufrido constantemente crisis económicas que afectan al funcionamiento mundial de producción de bienes y servicios de la humanidad, pues debido a la dificultad de suministro ocasionada, primero, por las sanciones y bloqueos impuestos por unas naciones a otras y segundo, por la interdependencia de los países que desemboca en un alza de costos de producción, llevan finalmente a una elevación de los precios de las mercancías a costos inalcanzables por los lamentables salarios de los obreros. De esta forma, la crisis actual no solamente afecta el funcionamiento mundial de producción, no solo afecta a las pequeñas, medianas y grandes empresas, sino que afecta, principalmente, a la clase trabajadora y más desprotegida de los países.
México es muy dependiente del capital extranjero, de los fertilizantes rusos y bielorrusos para el campo por lo que, en efecto, el conflicto bélico ha sido un detonante en la escasez de fertilizantes lo que ocasiona una menor cosecha, un aumento de precios agrícolas y que, aunado a la inflación nacional e internacional, agudiza la pobreza.
Esta es la realidad nacional. Entender por qué hay países que sus economías no sufren como nosotros la crisis económica nos permitirá conocer que el gobierno tiene necesariamente que inmiscuirse en los asuntos económicos sí o sí.
El hecho de que Andrés Manuel López Obrador le quite presupuestos al área de la salud, a obras y servicios públicos, a la ciencia y la tecnología, a la educación; el hecho de que crea que hay una mejor repartición de los recursos públicos gracias a sus dádivas, haciendo al pueblo más dependiente y atenido; sus apoyos paupérrimos al campo, uno de los elementos indispensables y bases de todos los países debido a que son la fuente de alimentación más segura; el hecho de que con medidas paliativas morales quiera solucionar problemas sistémicos, todo esto son causas de la agudización de la pobreza, la marginación y la injusticia entre los estratos sociales más bajos que es la gran mayoría de los mexicanos y a los que él con puras palabras dice defender y apoyar.
Los mexicanos debemos conocer la verdad de nuestra economía, de cómo manejan la política nuestros gobiernos y así, una vez que conozcamos la verdad, trabajar y luchar por cambiarla. De no hacerlo, los mexicanos tendremos lo que no queremos pero que merecemos por no educarnos y unirnos por los intereses de los trabajadores y creadores de riquezas.
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