En la Ideología Alemana, una de las tantas valiosas obras que escribió Carlos Marx, dijo: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente”. Este planteamiento se confirma al analizar la sociedad en prácticamente todas las épocas.
En efecto, vimos cómo a petición del imperialismo yanqui se silenció la información que tenía algo de objetividad, se bloquearon a los medios de comunicación que tenían cierta independencia editorial y, finalmente, se distorsionaron tanto los hechos, que la generalidad de la opinión pública mundial fue manipulada hasta lograr que medio mundo culpara a Rusia por la defensa que tuvo que hacer de su seguridad y existencia, cuando sólo habían dos alternativas: sucumbir lastimosamente al sometimiento yanqui, a través de una Ucrania Nazi y respaldada por la OTAN o defenderse como última alternativa para su propia preservación. Lo que realmente está en juego, en la cuestión de Ucrania, es la desición de si prevalecen los intereses del imperialismo norteamericano o si se impone la independencia y el respeto mutuo entre los distintos países, a favor de toda la humanidad.
A nivel nacional también se ha usado históricamente el aparato mediático para acallar las voces críticas al gobierno, y con la 4T la persecución se ha vuelto despiadada y cínica contra quienes difieren de la postura oficial (UNAM, CIDE, feministas, atletas, intelectuales, médicos, feministas,), sobre todo contra los antorchistas, usando toda la maquinaria gubernamental y sus instituciones para calumniar e intimidar a quienes hemos diferido de fondo y de forma con el batiburrillo ideológico del gobierno actual.
A los antorchistas nos queda claro lo que también a las élites gobernantes de antes y de ahora: no representamos los mismos intereses que ellos. Los últimos discursos del presidente López Obrador son elocuentes, veamos, el 22 de mayo pasado dijo: “Se ayuda también a los de arriba, yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito. Al contrario, les ha ido bien” (politica.expansion.mx).
Luego, en su mañanera del 25 de mayo, comentó: “Si el proyecto neoliberal se aplicara sin corrupción, no sería del todo malo. Se puede tratar del modelo económico más perfecto, pero con el agravante de la corrupción no sirve nada” (lapoliticaonline.com).
¿Queda claro a quién representa el actual partido en el Gobierno federal actual? He ahí la verdadera razón por la que sin hallar nunca un solo elemento, los ataques infundados y las calumnias aviesas no faltan contra Antorcha, la organización de los pobres de México. Habiendo entendido las palabras de Marx, los antorchistas no esperamos reconocimiento y adulación de aquellos quienes nos miran como sus enemigos, aunque nuestra lucha sea contra la pobreza en general, no contra la riqueza de alguien en particular.
Con la misma lógica, en Totutla, Huitzilan de Serdán, el pasado 4 de abril amanecieron unas 7 pintas atacando al Movimiento Antorchista injustificadamente, con la leyenda “NO cumple”, “NO hay continuidad”. De manera similar, hubo gente que convenientemente quiso generar con propósitos malintencionados y en distintos foros (redes sociales, funcionarios de gobierno estatal), la idea de que el Gobierno municipal antorchista no estaba haciendo nada. Pero las evidencias sobran del trabajo de Antorcha tanto en Totutla como de las zonas aledañas.
El presidente municipal antorchista de Huitzilan es ejemplo de trabajo y modestia, de cercanía con la gente y de verdadero liderazgo en todo el municipio. No hallan cómo, pero las intenciones de tergiversar la realidad y de ensuciar el nombre de Antorcha también están presentes a nivel local, porque el cacicazgo del municipio y de la región, defienden intereses contrarios a los del pueblo en general.
Mientras no se ve la obra pública de los gobiernos estatal y federal morenistas, el Ayuntamiento antorchista ya está iniciando la continuación de las obras de remodelación del auditorio de Totutla, calles en varias comunidades y andadores en otras; el alcalde ha estado pendiente personalmente de las contingencias y la cuestión de la seguridad en municipio; Antorcha, por su parte sigue gestionando el mantenimiento de la red eléctrica y atendiendo los problemas de salud, entre muchos otros asuntos. Aunque no halle elementos, el cacicazgo tratará de denigrar el trabajo de la ciudadanía progresista porque defiende intereses de unos cuantos, en contra de la mayoría de los ciudadanos.
Pero en Huitzilan de Serdán, gobierna Antorcha y aunque tengamos toda la maquinaria mediática y política en contra, seguiremos trabajando diariamente con el pueblo para enseñarle a la gente la necesidad y la utilidad de organizarse. Mientras tanto, en lo local como en lo nacional y mundial, será necesario seguir difundiendo y defendiendo la verdad en pro y para los intereses de la mayoría del pueblo.
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