El 30 de noviembre del año pasado, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a nuestro país tomarse en serio el control de la pandemia debido a la situación de gravedad existente, dijo también: “Cuando suben los casos y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio. Esperamos que todos los líderes den ejemplo”, en ese entonces había 105 mil 940 decesos, al respecto, se ha dicho en muchas ocasiones, Andrés Manuel López Obrador no ha dado ejemplo, ni razona, ni ayuda a la población a razonar científicamente y eso ha contribuido, en alguna medida, a la gran cantidad de muertes que llevamos hasta el día de hoy, más de 200 mil, según cifras oficiales.

En marzo, debido a la covid-19 y las pésimas acciones del gobierno actual, se cumplió un año de que se cerraron las escuelas, de por sí la educación en nuestro país antes de la pandemia era muy deficiente, ahora con el cierre forzoso, los alumnos han quedado limitados al teléfono celular y en algunos casos a la computadora, situación que ha ocasionado que pierdan hábitos de estudio, quienes no tienen necesidad de ayudar en los quehaceres domésticos o trabajar, se han desacostumbrado a levantarse temprano, se distraen fácilmente y pierden muchas horas al día en juegos digitales. Hay quienes, debido a la situación económica tan precaria de sus familias han tenido que trabajar asalariadamente para poder completar el dinero para la comida fundamentalmente, a ellos ya no les interesa seguir estudiando porque disponen de un poco de dinero y se sienten útiles al contribuir al gasto familiar.

Los estudiantes al no estar en las aulas están perdiendo la posibilidad de relacionarse con los demás y aprender de ellos; si no tienen relación con hermanos o primos de su edad, perderán la capacidad de relacionarse adecuadamente con sus semejantes. El Aprende en casa I y II fracasó porque la televisión y los dispositivos enseñan, si puede decirse así, pero no educan, son los maestros quienes han tenido que pagar copias fotostáticas para ayudar a sus alumnos, incluso algunos han ido a sus casas cuando no tienen comunicación con ellos y platican con los padres de familia para que los educandos siga estudiando.

La pandemia nos está permitiendo ver más claramente, el papel fundamental de los docentes en las escuelas,  porque son quienes brindan conocimientos a los alumnos, pero sobre todo, ayudan al niño, adolescente o joven a formarse como personas de bien, enseñándoles a respetar reglas; portar el uniforme, llegar puntuales a la escuela, y al jugar cuidar de los más pequeños, además contribuyen a la formación de buenos sentimientos hacia sí mismos y los demás, también los acostumbran a recibir observaciones ante sus equivocaciones para mejorar. Son los maestros y maestras quienes batallarán al regresar a las aulas, porque son ellos quienes tendrán que buscar nuevas estrategias para ayudar a sus estudiantes a superar sus grandes problemas emocionales, para motivarlos a estudiar, para que valoren nuevamente la importancia de estudiar.

Los estudiantes de todos los niveles, tienen en la mayoría de maestras y maestros, adultos que les brindan buenos ejemplos, que con mucha paciencia y cariño los impulsan a estudiar y mejorar como seres humanos, cada maestro permite que sus alumnos conformen su personalidad y la fortalezcan, que eleven su autoestima, que desarrollen habilidades socioemocionales para enfrentar los grandes retos que les presenta la vida.

En definitiva, son muy importantes los docentes en nuestro país, pero también lo son los estudiantes, por eso es errónea la decisión del gobierno de pretender vacunar a los maestros sin vacunar a los educandos, quienes son fundamentalmente portadores de la covid-19, aunque en su mayoría no sufren síntomas al contagiarse, entonces llevarán la pandemia a sus hogares donde puede haber alguien con enfermedades crónico degenerativas, como cáncer, diabetes o hipertensión.

Los maestros tenemos que levantar la voz para exigir a la 4T, que vacune a los estudiantes antes de regresar a clases, de lo contrario, las consecuencias serán desastrosas para la población. Que conste