Es evidente que el tema del agua ha sido uno de los principales problemas que sufre nuestro país, pero que hoy en día toma relevancia por las múltiples sequías que se han presentado en varios estados de la república, afectando a varios agricultores, pero sobre todo, a muchas personas que tienen sus pequeñas parcelas que dependen económicamente de ellas.
En Baja California, el pasado agosto del 2023, se presentaba una severa crisis de agua; medios locales señalaban que una tercera parte del territorio de Baja California estaba siendo afectado por la sequía, según reflejó el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La medición oficial establece que el 33 % de la superficie bajacaliforniana estaba en condición anormalmente seca.
La sequía repuntó en la última quincena de diciembre del 2023 en México. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua, 54.84 % del territorio nacional se vio afectado por alguno de los cuatro niveles de dicho fenómeno. La cifra anterior es 7.77 puntos mayor que lo cuantificado al 15 de diciembre del mismo año, cuando el Monitor de Sequía elaborado por la Conagua registró 47.07 %. Si se compara el dato del 31 de diciembre del 2023 con el del año previo, existe una diferencia de 35.95 puntos, ya que para ese momento el Monitor registró 18.89 % de afectación a nivel nacional.
Son las grandes empresas que han saqueado el agua de nuestro país: es una cruda realidad que se tiene que cambiar con alguien que realmente gobierne para el pueblo.
El informe señala que en Baja California y Baja California Sur, hasta la fecha, no se han presentado cifras de sequía; sin embargo, es evidente que el servicio del agua potable en Baja California es uno de los más desatendidos, esto a pesar de que en pasadas administraciones se dijo que en todo el estado sería el servicio básico que se pondría como prioridad, pero hasta la fecha, nada de esto ha sido posible.
Así, vemos, escuchamos y sabemos de colonias que no cuentan con este servicio, colonias que desde su creación han carecido del vital líquido por medio de tuberías y en muchos casos, varios, donde hay tuberías no se cuenta con el agua potable y a pesar de ello se le cobra a los “usuarios” el servicio. Otro caso desastroso, en San Quintín, donde además de que el servicio es casi nulo, cuando aparece agua en las llaves de los sanquintenses, es agua salada y sucia; una verdadera grosería.
Antorcha levanta la voz en todo el país; la sequía está ya presente, lo que muchos avizoraban que sería en 2050, hoy lo vemos a la vuelta de la esquina, pero esto no es otro resultado más que del mismo desarrollo del capitalismo, pues no son las cubetas de agua que usa un mexicano común lo que ha provocado esto, ni lavar las banquetas, ni mucho menos el agua del escusado, como nos lo han querido presentar con las famosas campañas de “cuida el agua”, “con gota a gota el agua se agota”. No.
Son las grandes empresas que han saqueado el agua de nuestro país: es una cruda realidad que se tiene que cambiar con alguien que realmente gobierne para el pueblo y no sólo para las clases poderosas.
Es urgente un cambio de modelo económico, que garantice bienestar social, que garantice no sólo la seguridad de todos los mexicanos, sino también que cuide los recursos que genera nuestro país, porque hoy vivimos en una nación en donde los recursos públicos son para las grandes empresas, en donde cualquier empresario o burgués que quiere invertir en nuestro país, es bien recibido por el Estado sin condición alguna.
Para cambiar esta situación, se requiere de un pueblo organizado y consciente; de no ser así, nuestra condición de pobreza seguirá en aumento.
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