Pareciera que las autoridades, todo lo quieren solucionar con leyes, pero ésta en particular, se presta para la corrupción y abuso de poder. Pareciera que las autoridades municipales, estatales y federales, piensan resolver todos los problemas que hay en el estado creando más y más leyes. Como si fuera la solución definitiva a los problemas. Las leyes deberían estar pensadas en beneficio de todos los ciudadanos y que si resuelvan los problemas.

Hasta el momento, no se les ha ocurrido una ley que prohíba las aglomeraciones del transporte, en tiempos de Pandemia, porque según el en el Transporte Publico: camiones, metro, no existe el virus. Por ejemplo, en el metro Talleres hay cientos de personas amontonadas, esperando el Metrobús, que tarda, a veces, media hora. Solo que ahí el coronavirus SARS-CoV-19 no tiene efectos nocivos. Ahí, la multitud le da miedo al virus y nadie, nadie, saldrá contagiado. Ah, pero viajando en coche particular o en Taxi, ahí si se contagia la enfermedad. 

Hay leyes inclusive, que regulan las sanciones para la autoridad en caso del incumplimiento de alguna ley a la que está obligado. Sólo recuerden el caso de un gobernador que uso recursos públicos, para su campaña rumbo a la presidencia de la República, pero como tiene recursos para pagar un abogado, las leyes le hicieron lo que el viento a Juárez. Interesante. 

Veamos algunos ejemplos tomados de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Nuevo León. En el artículo 3, párrafo 11 dice lo siguiente: "Toda persona tiene derecho a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, accesible y asequible para su uso personal y doméstico”. En todo el Sur del Estado, Norte y algunas colonias del área Metropolitana no se cumple esto. ¿Qué sanción se ha impuesto la autoridad? Ninguna. Es decir, el mismo gobierno viola las leyes que ha aprobado. El ciudadano tiene derecho a protestar, sí, pero, el funcionario usa muchos artilugios no resolver. Vueltas, vueltas y más vueltas. En fin, el ciudadano le cuesta mucho trabajo hacer que se cumplan sus derechos. Por tanto, compañero antorchista, cada vez que luches por tu agua, recuerda: está en la Constitución. 

En el artículo 4, párrafo primero: "Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo, conforme a las leyes”. ¿Qué pasa con los 140 mil desocupados?, sin contar el comercio informal, ¿dónde quedó su derecho al trabajo? ¿Quién les garantiza su alimentación y su familia? Mientras, el estado sigue cerrando negocios los fines de semana, restringiendo horarios, etc. Muy loable propósito, pero ¿la obligación principal del gobierno?

Tanto la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como la que cito: hablan de derecho a la educación, derecho al deporte, derecho a la cultura, derecho a la Salud, derecho a una vivienda digna. En Monterrey hay casas que más parecen corrales, en donde la gente vive amontonada, o viven de una forma tan cruel de e inhumana, y mucha gente durmiendo en las calles. ¿Cuándo se ha preocupado el estado por darle una vivienda digna a esa gente? 

El estado tiene la obligación de alimentar a los ciudadanos en caso de una emergencia como la Pandemia. En lugar de llevarle una despensa a los miles de hombres y mujeres que han perdido su empleo, o reducir el precio de los servicios básicos, en fin, darle de comer para que la gente no salga de su casa. Pero no, el gobierno, el congreso, hacen que sea obligatorio el uso de cubrebocas y poniendo multas y más multas. Bien dicen que en Nuevo León, como en muchos lugares de México y el mundo, aplica la Ley del embudo. 

En Antorcha nos hemos dado una tarea, dura pero necesaria, que todos los ciudadanos puedan conocer las leyes que rigen en nuestro Estado y no se sientan intimidados por la autoridad, cuando se exigen los derechos. Cada vez que los ciudadanos quieren manifestarse en alguna institución de gobierno, lo primero que le mandan son los policías, que deberían estar cuidando las colonias populares, donde abunda la delincuencia. En fin, seguiremos exigiendo leyes justas y que estas leyes las respete primero, la autoridad, que juró defender esas leyes o que la nación se lo demande.