En Monclova, para los extrabajadores de Altos Hornos de México y sus familias que se debaten en la pobreza, únicamente hay un responsable de la crisis por la que atraviesan: señalan al presidente Andrés Manuel López Obrador como causante de tan enorme tragedia que viven por el revanchismo que ha mantenido con Alonso Ancira Elizondo, y advierten que el estallido social en Monclova no tarda en hacerse presente.
Porque refieren los monclovenses, que una cosa es que se quiera limpiar la corrupción en México y otra muy diferente hacerlo a lo tonto, sin haber revisado primeramente las consecuencias y si se trataba de castigar al propietario de AHMSA. ¿Por qué diablos se tenían que llevar entre las patas a los más de 7 mil 500 obreros que nada tienen que ver con tan evidente confrontación política?
Lo cierto es que antes de que AMLO anunciara el feroz combate contra los propietarios de dicha siderúrgica en Monclova, miles de padres de familia, trabajadores de Altos Hornos podían solventar sus gastos en el hogar, tener alimentos en sus mesas, brindar educación y salud a sus hijos y pensar en mejorar sus condiciones de vida.
“Señor Presidente, urge su intervención ante esta problemática, pero que sea una intervención sin revanchismo político-electoral, háganlo pensando en los niños, en las familias, en Monclova”, se afirmaría en otra misiva enviada a López Obrador.
Pero ahora, esas miles de almas tienen que autoemplearse, vender chicles, semillitas y demás en los bulevares o limpiar parabrisas en los semáforos, es decir, de técnicos y obreros de una de las más importantes acereras del país, han quedado reducidos a nada.
Porque se debe decir recio y quedito que el salario que percibían en AHMSA miles de monclovenses, les permitía por lo menos alimentar a sus familias. Hoy, después del embate de López Obrador en contra de su fuente de ingresos, han pasado a formar parte del enorme cinturón de miseria que se ha encargado de acrecentar para México la llamada Cuarta Transformación emanada de los reductos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Se debe hablar de la quiebra de Altos Hornos de México, que originó la incertidumbre y desesperación a 7 mil 500 trabajadores sindicalizados, muchos de los que se mantienen en plantón afuera de los accesos a la empresa, para impedir que por instrucciones de cercanos al aún dueño de la acerera, Alonso Ancira Elizondo, sigan sacando maquinaria, carbón y demás activos de las dos plantas siderúrgicas.
Toda acción conlleva a una reacción y aquellos que solicitaron en su momento la intervención del presidente de la república para frenar la debacle de la acerera, hoy se arrepienten pues se trataba de salvaguardar los derechos de los trabajadores y no de mandarlos a la fregada, refiriendo a la comisión de mineros integrada por Francisco Romero Pérez, Reynol Alejandro Ortiz y Horacio Padilla Guedea, que precisaron haber sido hostigados por la policía estatal y amenazados con que iban a ser desaparecidos si persistían en la defensa de sus derechos laborales.
El resultado fue muy diferente a lo que se esperaba, el gobierno de la 4t implementó una persecución feroz contra las cabezas de AHMSA pero olvidando alimentar a los trabajadores de sus empleos, generando con ello una debacle tremenda que ha originado la creciente miseria en Monclova.
Como se recordará Altos Hornos fue entregada a la familia Ancira en 1991, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari privatizó las principales paraestatales, y todo marchó bien varios años, ya que estaban integrados al Sindicato Nacional Minero de Napoleón Gómez Urrutia.
En su momento, trabajadores de Altos Hornos de México dirigieron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Alonso Ancira, aún propietario de dicha empresa siderúrgica, en la que solicitaban que ambos “dejaran de lado todo revanchismo y/o pleito” y que trabajaran de manera conjunta a favor de las más de 6 mil 500 familias que actualmente viven de manera precaria y en el abandono total, además de que han sido víctimas de diversas violaciones a sus derechos humanos.
“Señor Presidente, urge su intervención ante esta problemática, pero que sea una intervención sin revanchismo político-electoral, háganlo pensando en los niños, en las familias, en Monclova”, se afirmaría en otra misiva enviada a López Obrador.
Se puede hablar de crisis humanitaria en este municipio de Coahuila, que representa sin duda otro de los errores garrafales cometidos por el actual Gobierno federal que en su desesperación por demostrar que ha combatido la corrupción está generando mayor miseria y hambruna de sus compatriotas.
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