MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La vivienda, un problema añejo que debe resolverse

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Dice el dicho “Hasta no ver… no creer”. Esta popular frase, cuyos orígenes se atribuyen al relato bíblico de la respuesta del apóstol Tomás cuando sus compañeros le informan que Jesús había resucitado, representa uno de los más vívidos ejemplos de cómo en nuestra cultura ha predominado una actitud incrédula frente a aquello que no podemos ver o que de plano no consideramos posible.

Al momento de escribir estas líneas, culmina el día con todas las impresiones que en la población sudcaliforniana y diferentes medios de comunicación causó la visita de la presidenta de México a diferentes puntos de BCS. 

El déficit de la vivienda a nivel nacional se estima en más de nueve millones de viviendas; una cuarta parte de la población de México enfrenta algún tipo de riesgo en su habitabilidad.

Durante su intervención en la conferencia “Mañanera del Pueblo”, que encabeza Claudia Sheinbaum, el gobernador reiteró que su labor ha sido excepcional, a pesar de que ella rindió protesta como presidenta el 1 de octubre. Se trata de la primera gira de Claudia Sheinbaum como presidenta en BCS, donde presenta un programa de vivienda que beneficiará principalmente a los habitantes de Los Cabos. 

Tanto el gobernador de BCS como la mandataria mexicana firmaron un convenio para iniciar dicho programa de vivienda para el bienestar, con la construcción de 37 mil 500 viviendas y 50 mil escrituras.

Al respecto, Edna Vega Rangel, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, informó que la construcción de más de 37 mil casas estará destinada a personas que no tienen acceso a algún sistema de seguridad social, es decir, personas vulnerables.

Esto abarca a ciudadanos que no estén adscritos al Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) o al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).

Suena muy espectacular escuchar que se construirán 37 mil nuevas viviendas en suelo de la media península, ¿no lo cree, amigo lector? El punto es que, como iniciaba este artículo, hasta no ver… no creer. Argumentemos.

En primer lugar, el problema de la vivienda en México es un tema añejo, recurrente en cada sexenio junto con el crecimiento poblacional, que cada año demanda un mayor número de viviendas. México y su gobierno aún no cuentan con la experiencia y las políticas adecuadas para satisfacer este requerimiento básico.

Para comprender este problema hagamos un poco de memoria y remontémonos al Programa Nacional de Vivienda de 1990-1994, en el que se desarrollaron las propuestas y lineamientos en materia habitacional que establecía el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, un documento en el cual el Gobierno federal expresaba su compromiso de afrontar con responsabilidad y decisión las necesidades habitacionales de los mexicanos.

Sin embargo, los propósitos y objetivos de las instituciones cambian, influenciados por corruptelas y compadrazgos impulsados por beneficios económicos millonarios. El contraste está en los propósitos con los que se creó el programa de vivienda en México.

En sus orígenes, tenía el propósito de contribuir a elevar el bienestar social y de vida de la población de menores ingresos, todo en un marco de recuperación económica planteado hace más de treinta años.

En segundo lugar, debemos darnos cuenta de que la realidad es una y los intentos de programas de vivienda son otra realidad alterna. El déficit de vivienda a nivel nacional, de acuerdo con cifras del gobierno federal, se estima en más de nueve millones de viviendas.

Una cuarta parte de la población de México enfrenta algún tipo de riesgo en su habitabilidad, como deslaves o hacinamiento. Las áreas rurales concentran el 45 % de las viviendas en rezago, las urbanas, el 37.5 %, y las zonas en transición, el 17 %.

En 2021, Hábitat para la Humanidad, centro de estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), informó que en México había 14 millones de familias que carecían de los medios económicos necesarios para comprar o construir una casa debido a que los ingresos de 60.6 millones de connacionales eran inferiores a la línea de bienestar, dato deducido de los estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). 

Bienvenido el millón de viviendas anunciado, pero la realidad es otra.

Un último elemento. En los noventa, México tenía una población de más de 81 millones de habitantes. Hoy cuenta con una población de 132.3 millones de habitantes.

Recientemente, en octubre, se celebró el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una fecha designada por la ONU para reflexionar sobre la magnitud de esta problemática que trasciende fronteras y regiones. En Baja California Sur, el reto de combatir la pobreza es una realidad que no debiera escapar al actuar de las autoridades de ningún nivel. 

Pero, ¿cuánta gente en Baja California Sur está en situación de pobreza? Según el informe del Coneval de 2020, el 18.1 % de la población de Baja California Sur vivía en situación de pobreza, lo que representaba aproximadamente 151 mil 700 personas. En vivienda, se habla de un déficit de más de 75 mil viviendas.

Con estas cifras, parece que el tema de la vivienda es desalentador. Es evidente que al programa anunciado por la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, le aplaudiremos porque se está tratando de aliviar un grave problema y porque es necesario hacer algo por una nación donde las familias se encuentran abandonadas, sin esperanza de acceder a mejores niveles de vida.

Pero también es necesario decirles a todos los compañeros y amigos que la manera de aspirar a mejores condiciones de vida no es estar esperanzados en lo anunciado, sino que es necesario y urgente seguir luchando de manera organizada.

Mi invitación final a todos los compañeros inconformes con su realidad es que estemos dispuestos a la lucha, a la tarea de dar seguimiento a las necesidades de vivienda del pueblo mexicano en el país en general y, en particular, a la búsqueda de soluciones y respuestas satisfactorias a los compromisos del gobierno del estado de BCS.

Debemos estar atentos a los programas de terrenos para vivienda, mejoramiento y regularización donde sea posible, siempre buscando nuevas oportunidades para exigir por este derecho básico, apuntando al futuro y por las necesidades del pueblo.

Más vale ser un poco escépticos ante lo anunciado; por lo pronto, hemos sido muy pacientes en espera de soluciones. En el Movimiento Antorchista estamos conscientes de que la nueva oferta de vivienda deberá contemplar soluciones puntuales y claras, para que las familias tengan oportunidad de desarrollo en el mundo actual.

Por lo pronto, no sólo hasta no ver, no creer, sino a seguir con la lucha; nos vemos el 4 de noviembre en Palacio de Gobierno. Todos. Vale.

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