Tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tienen como sus principios rectores en el quehacer de su mandato Constitucional es garantizar la legalidad, equidad y transparencia de las elecciones federales y locales, pero en los días que estamos viviendo, vemos que estos principios son consuetudinariamente violados, vulnerados por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y a su vez imitado por los gobiernos locales.
Estos actos de flagrante violación a la Ley, no van a ser investigados ni mucho menos castigados por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), encabezados por su titular el maestro José Agustín Ortiz Pinchetti, activista distinguido del partido en el poder Morena. Claro y por supuesto cuando se trate de que los infractores de la ley están en poder, porque tratándose de los partidos contrarios, a esos sí, cargarles todo el peso de Ley por utilizar recursos humanos y económicos en actos públicos a favor del partido de oposición.
Así se explica el mutis de la FEDE ante actos públicos donde los funcionarios públicos, y en especial el presidente de la República, en abierto desacato a la Ley, y reto a toda Institución reguladora del ejercicio del poder, es que no le han hecho ningún exhorto, un extrañamiento por leve que sea, por estos actos intimidatorios y proselitismo político abierto desde el poder a favor de su partido y de sus candidatos.
Así vemos al presidente López Obrador, en plena veda electoral y blindaje electoral, haciendo campaña desde su púlpito de la mañanera, en las giras a diversos estados, hablando y difundiendo lo que su gobierno ha hecho en obras y acciones a favor de la población. Quien le señala su actitud de gandallismo y viola el principio de equidad, inmediatamente es acusado de antidemocrático y enemigo de la “transformación”, de conservador, y de muchos otros calificativos.
Y no lo va hacer la FEDE por las características arriba señaladas, pero de allí se deduce también que es deber de todos los mexicanos tomar conciencia y cerrar filas en torno a recuperar la autonomía de las Instituciones que deben tener autonomía y mostrarse imparciales en la aplicación de la Ley, de no hacerlo, abonamos todavía más a la iniciada división y polarización de la población en un clima de violencia.
Garantizar los principios rectores de legalidad, equidad y transparencia de las elecciones depende entonces, de que todos salgamos todos a votar y cambiemos al personal que nos gobierna, que utilizan el poder no a favor de los más pobres, sino para que el grupo político llegado en el poder se perpetúe, pasando por encima de los derechos humanos y políticos de quien se oponga. Vamos siendo mayoría los que queremos un México más próspero, fuerte, competitivo, con los contrapesos necesarios en la vida democrática de un pueblo y de una nación; este 6 de junio salgamos todos a votar y ponerle un alto a Morena en la destrucción de nuestro México.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario