A la juventud proletaria, al estudiantado de vanguardia, a los colegiales y a la parte radical de los jóvenes intelectuales, Lenin los veía como aliados de la clase obrera y decía de ellos, que eran la fuerza de combate de la revolución. El hecho de que Lenin consignara a los jóvenes combatientes un papel tan importante en las acciones de clase de los trabajadores contra los explotadores, explica y justifica su llamado a los camaradas de partido a tratar con suma atención todos los problemas que inquietan y aquejan a la joven generación, tales como su educación y su consolidación en la confianza del triunfo de su causa, dejándoles claro los problemas más acuciantes de la opresión económica y social de la juventud en la sociedad capitalista, y en la determinación de la línea política correcta de acción de la juventud combatiente.
Lenin aleccionaba a los jóvenes sobre la necesidad de guiarse siempre rigurosamente por el enfoque de clase al evaluar todos los fenómenos, los acontecimientos, y las conductas de determinados individuos; de ser internacionalista proletario, no de palabra, sino de hecho, de formar su concepción del mundo, sobre el fundamento inquebrantable de la teoría del comunismo científico y de consolidar sus convicciones revolucionarias a través de la participación práctica diaria, en la lucha de las amplias masas trabajadoras, todo ello sigue siendo de gran vitalidad y actualidad para nuestra juventud contemporánea, le sirve de guía segura para determinar la dirección precisa que quiere imprimir a su vida, si de luchador consecuente, o de traidor a su clase.
El trato que daba Lenin a la juventud y sus problemas, estaba condicionado por una u otra situación histórica concreta real: el encuentro con los representantes de la unión juvenil, la necesidad de analizar una concepción errónea compartida por la juventud, la defensa de los derechos económicos y políticos de lo jóvenes, pisoteados en la sociedad explotadora, etc.
Las conclusiones básicas de Marx y Engels sobre la importancia de la juventud en el proceso revolucionario general, permitieron a Lenin fundamentar en su época, las causas del surgimiento y las peculiaridades del movimiento juvenil, establecer con precisión el carácter de las interrelaciones entre las organizaciones juveniles y los partidos marxistas, formular un programa consecuente de su actividad destinada a crear en los jóvenes una concepción integra del mundo, que propicie su incorporación activa a la lucha general del proletariado contra las clases explotadoras.
A la juventud que debía continuar la causa iniciada por la vieja guardia, Lenin le infundía fe en el futuro, optimismo social, convencimiento inquebrantable en el triunfo definitivo de los ideales más justos de la humanidad.
Valorando altamente la energía creadora de la juventud, Lenin no dudaba que las generaciones subsiguientes habían de llegar a realizar aquello que no habían alcanzado a hacer sus compañeros de lucha, y con gran simpatía y confianza repetía en los albores del bolchevismo las palabras de Engels: “somos el partido del futuro, y el futuro pertenece a la juventud. Somos un partido de innovadores, y es siempre la juventud la que más ansiosamente sigue a los innovadores. Somos el partido que libra una lucha abnegada contra la podredumbre, y la juventud es siempre la primera que emprende la lucha abnegada”.
¡¡Triunfaremos!!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario