Por los tantos problemas de inseguridad que se presentan a diario a lo largo y ancho del país, mismos que el gobierno trata de minusvalorarlos, resulta molesto escuchar todavía al presidente Andrés Manuel López Obrador decir que en México la tranquilidad se va imponiendo, que ya no hay enfrentamientos y que los homicidios han disminuido, en pocas palabras nos dice que México es un país seguro.
Pero, veamos, ¿qué está pasando, realmente están disminuyendo los problemas de inseguridad como lo afirma el presidente?
Según la Encuesta Nacional de Seguridad que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en marzo de 2023 se arrojan los siguientes resultados. A nivel nacional, 62.1 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad.
Esto significa que, si somos 130 millones de mexicanos, tenemos 38 millones de niños y jóvenes, nos quedan pues 92 millones de mujeres y hombres mayores de edad. Entonces tenemos que, de 92 millones de adultos que toma en cuenta la encuesta del Inegi, 57 millones de mexicanos se sienten inseguros en sus ciudades, recordemos que la mayoría de población ya vive en las ciudades, por lo tanto, es muchísima la gente que se siente insegura (por problemas de asalto, secuestros, violaciones, feminicidios, enfrentamientos armados de grupos delictivos, asesinato de periodistas y líderes sociales), esto sin tomar en cuenta cuántos de los 38 millones de niños y jóvenes se sienten también inseguros, que igualmente deben de ser varios millones más.
La situación pues, es de desastre y en vez de aplaudirse y creer que todo está bien, debe condenarse. Pero, veamos cómo reacciona el presidente López Obrador ante la insistencia de que su política contra la inseguridad y la impunidad están fracasando.
El 13 de marzo del 2023 en CNN noticias se dice, "En su conferencia de prensa matutina de este lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (mejor conocido como AMLO), dijo que México es un país más seguro que Estados Unidos".
"Es más seguro México que Estados Unidos. No hay ningún problema para viajar por México con seguridad. Pero eso además lo saben los ciudadanos estadounidenses y lo saben, desde luego, nuestros paisanos que están allá, ellos están bien informados".
Todo esto lo dijo en el contexto del secuestro de los ciudadanos americanos en Matamoros, Tamaulipas y donde, por cierto, resultó que, al protestar el gobierno americano, se logró rápidamente que aparecieran los culpables de los secuestros y también los secuestrados, aunque dos de ellos ya estaban muertos.
Nuevamente destaca aquí la sangre fría del presidente para mentir al asegurar que no hay problemas para viajar con seguridad por México, cuando todo mundo se da cuenta que la inseguridad está presente en las ciudades, comunidades rurales, carreteras y en todos lados, no hay un lugar ni hora del día donde la gente se sienta segura en México.
Ejemplos o casos concretos sobre la inseguridad sobran, la prensa los ha revelado, algunos verdaderamente terroríficos, pero yo mencionaré dos casos más recientes para demostrarle al presidente que la realidad finalmente se impone, aunque él la niegue.
El primero, se trata de un asalto en la autopista conocida como "Arco Norte" en el sentido San Martín Texmelucan- Atlacomulco, a la altura de la ciudad de Pachuca. Se trata de un grupo de 20 jóvenes deportistas nayaritas que regresaban de participar en la Espartaqueada Deportiva que se llevaron a cabo en Tecomatlán, Puebla. Pues bien, de regreso, el día 9 de mayo como a las 8:30 de la noche, venían ya por la autopista citada, cuando de repente apareció tirado en la carretera un pedazo de madera grueso que la camioneta pisó y le provocó daño al rin haciendo imposible la continuación del viaje, el chofer orilló el vehículo para cambiar de llanta, apenas se iniciaba el cambio de llanta cuando aparecieron de la oscuridad hombres jóvenes, armados y cubiertos del rostro, diciendo que era un asalto y que todos se tiraran al suelo, empezaron a patear a dos choferes, dos maestros y a un estudiante y siempre gritando que iban a matarlos. Ya tirados en el piso, los trailers y autos que iban pasando, con sus luces bien que veían lo que estaba pasando, nadie los auxilió y de la Guardia Nacional ni sus luces. El resultado fue robo de dinero, celulares, lap tops, mochilas y sobre todo los golpes que recibieron y un susto terrible, porque de presentarse un error de los asaltantes aquello pudo terminar en muertos.
Esto, señor presidente, no puede ser seguridad en nuestras carreteras, es atacar nuestra libertad para viajar libremente por nuestro país y usted insiste en afirmar que no pasa nada aquí.
Segundo suceso. El 12 de abril también por la tarde-noche mataron a golpes a una pareja de líderes antorchistas, Conrado y Mercedes, y a su hijo de 6 años lo asfixiaron, cuando viajaban en automóvil por la autopista Acapulco-México, a la altura de Chilpancingo, Guerrero. Los dos activistas eran gente de bien, gestores sociales que luchaban por hacer que el gobierno llevara servicios básicos a colonias de Chilpancingo y de comunidades de ese estado. Y entonces, la pregunta es, ¿por qué los mataron, por qué asfixiaron a un niño sin que hubiera motivos? Estos crímenes salvajes no fueron para robarles algo, puesto que el carro y todas sus pertenecías ahí quedaron en el lugar del suceso. Entonces, no hay duda de que los mataron por ser antorchistas, por ser luchadores sociales que buscan mejorar las condiciones sociales de los pobres de este país
La situación de la inseguridad pues, es gravísima y el presidente es el responsable porque no ha logrado pacificar el país.
Por nuestra parte exigimos que el gobierno sea realista, que reconozca la gravedad del problema para poder corregir y que actúe con un respaldo científico de los hechos, que sepa que los derechos de los mexicanos están siendo violentados, que si la gente tiene miedo es porque la inseguridad está desatada y fuera de control, y que así como se hizo justicia para encontrar a los que secuestraron y asesinaron a los ciudadanos americanos en Tamaulipas, así también se debe de hacer justicia para todos los mexicanos.
Por último, el asesinato bestial de nuestros compañeros antorchistas de lucha, Conrado, Meche y su hijo, no quedará impune, no permitiremos que se queden en la lista de los miles de mexicanos asesinados que están en el olvido, pendientes de que se les haga justicia, ahora y siempre, exigiremos justicia al gobierno de Guerrero y al Gobierno federal, de lo contrario, la movilización social y la denuncia se extenderá por todos los estados del país.
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