MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La economía de la 4T

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En una plática con revolucionarios de China, y digo revolucionarios porque sólo así puede llamársele a los dirigentes, a los miembros de su partido y al pueblo de un país que ha sacado de la pobreza extrema a más de 300 millones de habitantes, cosa que no ha acontecido ni en los Estados Unidos (EE. UU.) que se hace llamar el país de las libertades y de la democracia: “Más de medio siglo después de que el presidente Lyndon B. Johnson declarara una guerra incondicional contra la pobreza, EE.UU. aún tiene que descubrir cómo ganarla. Desde esa declaración de 1964, este país tuvo logros asombrosos como aterrizar en la Luna o engendrar internet, pero apenas ha podido bajar su tasa de pobreza a alrededor de 12 por ciento desde el 19 por ciento de aquel entonces. Esto significa que cerca de 40 millones de estadounidenses viven debajo de la línea oficial de pobreza”.

En dicha platica, me explicaban el mecanismo que habían utilizado para reducir la pobreza extrema: la convicción del presidente Xi Jinping de hacer que el desarrollo de China irradie en el pueblo ha sido fundamental y ello se ha visto en los planes quinquenales que han puesto en práctica. Así, han utilizado, en primer lugar, la tecnología mediante el desarrollo de la red 5G, que permite tener una gran conectividad en todas las zonas, incluidas las más marginadas. En ese mismo tenor, se ha utilizado el Bigdata de manera que se tienen más de 100 elementos de información por familia que pertenece a la pobreza extrema para buscar los mecanismos para sacarles de ese nivel de pobreza y puedan pasar a vivir una vida modestamente acomodada.

El cuento viene porque me llamó significativamente la atención la claridad con la que comprenden las cosas y específicamente me dijeron que para sacar de la pobreza extrema a los habitantes no les entregan dinero, pues ello les hace dependientes y atenidos; por el contrario, con el Bigdata identifican las condiciones locales, las habilidades de los miembros de la familia y diseñan, en concreto, un plan para sacar a esa familia de la pobreza extrema.

Por poner un ejemplo, en una región de China, a una familia con cualidades para el cultivo de la pera, no sabía cómo mejorar la forma de producir, de tal suerte que un equipo de especialistas contribuyó al mejoramiento de la técnica y hoy produce, con éxito, en 6 mil metros cuadrados y tiene la calidad para exportar sus productos que anuncia en las redes sociales con las conexiones y la capacitación que le proporciona el estado comunista de China.

Esa es la magia y la grandeza de un pueblo que utiliza la visión socialista y el progreso económico, científico y tecnológico, para ponerlo al servicio del mismo pueblo. Aquí entra el contraste con el gobierno mexicano que representa Andrés Manuel López Obrador con la bandera de Morena y que no ve el problema de la misma manera.

En primerísimo lugar, López Obrador y su gobierno no utiliza el progreso económico ni científico ni tecnológico para ponerlo al servicio del pueblo y sí le apuesta a darle dinero a la gente, por tanto, no impulsa los mecanismos para sacar a la gente de la pobreza mediante el trabajo productivo, sino que hace atenida a la gente y, por lo mismo, víctima de la 4T para sus fines, en otras palabras, les da dinero no para sacarlas de la pobreza sino para convertir en votos el dinero ofrecido.

En segundo lugar, el gobierno lopezobradorista ha decidido cancelar la inversión pública distribuida en obras sociales de beneficio común. Por ejemplo, van cuatro años de esta administración y no hemos visto la construcción de un hospital nuevo, desde cero; menos hemos visto que concluya las obras ya iniciadas como el caso del tren que va de México a Toluca, que con un empujoncito ya estaría terminado. ¿Será la vanidad tanta que no quiere que brillen las obras del pasado, pues se opacarían las suyas? Pues si ese es el razonamiento, vemos, por el contrario, que ni brillan las del pasado y las del presente brillan, pero por su ausencia o por su mala calidad o por sus malos resultados, como el aeropuerto con 12 vuelos, la refinería que no refina y tren maya que no se acaba y que es mucho más caro de lo que nos afirmaron, quebrantando las leyes de la austeridad republicana y más, de la pobreza franciscana.

Pero ello no es todo, hace falta señalar que la inflación ronda el 9 por ciento, que los precios de los alimentos suben a más del 30 por ciento en algunos casos; que la gasolina ya cuesta cerca de 25 pesos (con Peña Nieto 19); que este gobierno se gastó el 85 por ciento de los fondos ahorrados durante 20 años; que presume tener un guardadito de 150 mil millones de pesos, dijo Yorio, el subsecretario de hacienda. ¿Ese guardadito en qué se usará? No creemos que en inversión, sino en los programas sociales del presidente, ya que se acabaron los fondos y no incrementarán los ingresos como se programan, al grado de que ya tenemos un déficit presupuestal de más de un billón.

El gobierno de López Obrador, en respuesta, anuncia planes antiinflacionarios, pero ya vimos el primero totalmente ineficaz y el que viene, en un contexto de inseguridad e incertidumbre, porque la estrategia de seguridad es fallida, pues como dijo una compañera diputada, mientras los muertos en el conflicto Ucrania-Rusia son 5 mil 400, acá en México, en el mismo lapso han muerto 16 mil, tres veces más y dijo: “los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos”, le auguramos un rotundo fracaso al nuevo plan antinflacionario.

La economía de la 4T es un desastre: problemas inflacionarios, baja de inversión, salida de capitales, obras el doble del costo que se dijo, disminución del salario real, incremento de la violencia, participación de los grupos criminales en el proceso de producción y distribución de mercancías, entre otras lindezas, nos tienen en la ruina, se reduce el pronóstico de crecimiento del país por la OCDE de 3 a 1.5 por ciento en el siguiente año y hay especialistas que se han adelantado a anunciar una severa crisis para el próximo año, ¿Así será? Los elementos que la realidad nos dicen que no se ve la luz al final del túnel y la luz que se ve es la de una locomotora que viene con fuerza a aplastarnos, es decir, la economía de la 4T, por tanto, preparémonos para el embate del tren, pero también para parar a ese mismo tren y sólo la fuerza del pueblo organizada, educada y consciente, será capaz de hacerlo. ¡Hagámoslo!

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