El pueblo mexicano tiene una tradición cultural dancística prehispánica, colonial y moderna, muy importante y viva todavía. El sincretismo cultural entre la tradición autóctona y la española se preserva hasta nuestros días en muchas danzas de los pueblos tradicionales. Lo cierto es que estas tradiciones corren peligro en virtud de la manipulación que hacen los grandes consorcios comerciales que, mediante una serie de disparos personales, a través de los teléfonos celulares, controlan la mente, los gustos, el tiempo de los usuarios y apartan a los niños, a los jóvenes y a los adultos de sus tradiciones originales, deformándoles la mente y acoplándolos para aceptar pasivamente a un sistema de explotación que es de conveniencia para unos cuantos, pero que es una desgracia para los trabajadores de México y del mundo.
Los episodios de violencia que vivimos en México y en el mundo: “En la mañana de este 14 de junio se registró una balacera entre supuestos miembros del crimen organizado y fuerzas federales y estatales al sur del Estado de México (Infobae, 15 de junio de 2022)”; “Maestros ponen pecho tierra a alumnos durante la balacera en Culiacán, Sinaloa (El Heraldo de Chiapas, 15 de junio de 2022)”; “Una presunta disputa por la administración del mercado de la zona norte de San Cristóbal de Las Casas ocasionó que miembros de un grupo se manifestaran con sus armas de fuego en la vía pública y realizaran disparos al aire este martes, sin que se hayan reportado lesionados, informaron fuentes policiales. (La Jornada, Maya 14 de junio de 2022)”. Justamente el lenguaje de los videojuegos con los que los niños y los jóvenes son manipulados: “mátalo, dispárale, ya me mató, pecho tierra, armas largas, policía, ladrones, enemigos, bomba, ganar”, son ejemplo de esa manipulación y de cómo, sutil, pero enérgicamente, controlan la mente del pueblo para habituarla a escenarios de violencia como los que vivimos y, así, nos parezca “normal” que haya disparos y muertes.
En ese contexto, el rescate de las tradiciones culturales es una forma efectiva de combatir la manipulación, de recordarnos nuestros orígenes y de generar unidad e identidad entre los pueblos de México; de hacer pueblos hermanos y pacíficos en los que se demuestra que la unidad y la fraternidad es posible en México y que los pueblos unidos son los únicos capaces de vencer la violencia y crear un mundo de paz y luz. Es por ello que el Movimiento Antorchista de Toluca, en la región de Atlacomulco, organizó con éxito el Primer Encuentro Regional de Danza.
En su discurso, el ingeniero Gabriel García Hernández, el organizador del evento, agradeció las facilidades que brindó la presidenta municipal de Atlacomulco, Marisol Arias Flores, pues el evento se realizó en la plaza principal del municipio, frente a la presidencia municipal. Se hizo representar por el secretario del Ayuntamiento, el Lic. Cecilio Nicolás Mateo quien alentó la iniciativa y dio la bienvenida a los grupos culturales. Estuvieron presentes también el secretario técnico del municipio, Lic. Francisco Pascual de la Cruz y la jefa del departamento de cultura, la maestra Martha Chávez Alejo. Asimismo, hicieron acto de presencia el C. Héctor Cárdenas Martínez, cuarto regidor de Atlacomulco, las regidoras Antorchistas: de San Felipe del Progreso, María Cristina Bernal Alonso y de Almoloya de Juárez, Sayuri Dolores Flores, así como algunos miembros del Comité Estatal de Antorcha en el Estado de México y del Comité Seccional de Toluca.
A las 11 en punto inició el encuentro. 22 grupos se inscribieron. Subieron a bailar en primer lugar, un grupo de señoras indígenas de Jiquipilco y representaron la danza de los arrieros del estado de México. Con su sombrero de palma, su morral bordado, su paliacate en la mano y sus vestidos blancos bordados con una faja roja y una banda bordada con la Virgen de Guadalupe y huaraches, seguidas por un estandarte de la Virgen de Guadalupe y música con una fuerte influencia michoacana, bailaron de tal suerte que impactaron al público y demostraron lo bien que estaría la competencia.
En seguida el grupo juvenil de danza independiente Danz-Art, de San Cristóbal Huichochitlán, Toluca, bailó la Danza del Torito y ganó primer lugar en la categoría juvenil. Una pequeñita y un pequeñito de unos 8 a 10 años, bailaron muy bien y emocionaron sin duda al público asistente, en una plaza que estaba llena.
Impactaron también los del ballet folclórico costumbres de mi pueblo, quienes presentaron la danza Huahuas de Veracruz; llamó la atención su acción en la cruceta en la que hacen una cruz con cuerpos que gira valientemente y ganaron así el tercer lugar.
Luego, con trajes de ixtle, máscaras y milpas de maíz, llegaron los Eloteros de Almoloya de Juárez. Enseguida los jóvenes de la preparatoria oficial 120, de Temascalcingo, con Danza de Cholula. Luego, con el ritmo de la guitarra, el bajo y el violín, llegaron señoras indígenas del grupo Ma-Hitsi de la región de Toluca con la danza Chimaricu. Impactó ver en este caso señoras de la tercera edad danzando con gran emoción.
Enseguida se presentaron, de Almoloya de Juárez, la danza de los Tlachiqueros. Indumentarias sencillas, color verde en las fajas y pañuelos, sombreros y huaraches, y una gran coordinación dancística, hizo que este grupo resaltara y ganara el primer lugar.
Luego los jóvenes de la preparatoria de Santa María, Ixtlahuaca, presentaron Danza Mazahua; de una primaria de Almoloya de Juárez, presentaron la danza de los viejitos. También se presentaron de Almoloya de Juárez los arrieros Unión y Fe de Tepetatal con la Danza de los Arrieros, que los llevó a ganar el segundo lugar. Un abuelito danzaba con gran emoción, disposición y tradición. Verdaderamente impactante. Luego, de San Felipe del Progreso, danzaron los jóvenes de la preparatoria 239 la danza de los Diablos, con unas máscaras bien elaboradas. Luego bailaron los jóvenes de Atlacomulco con la danza Matlachines los Jaguares, quienes, además de un vestuario adecuado, bailaron con coordinación al son de los tambores que en vivo retumbaban con gallardía, de tal suerte que obtuvieron el segundo lugar en la categoría juvenil. Otro segundo lugar lo obtuvieron, pero en la categoría libre, los Xhitas de las Huertas de Jilotepec, quienes, con vestuarios hechos con costales de maíz, colas de vaca, látigos que al jalarles hacían gran estruendo y tronido, nos explicaron que Xhita significa, viejo, por tanto, se trataba de una danza de viejitos.
Luego vinieron otros Xhitas de Temascalcingo, el grupo Xilones, luego la unión de Concheros de San Felipe del Progreso, luego los jóvenes de Ixtlahuaca de la preparatoria 352 que presentaron la danza Mazahua Xote. Enseguida, de Jiquipilco, la danza de los Chinelos de Morelos, luego la preparatoria de Jiquipilco, en San Bartolo, presentaron la danza de los indios broncos; luego los Teneshados de Toluca, presentaron también la danza de los Chinelos, pero sus trajes se destacaron por tener vivos prehispánicos impresionantes y excelentemente bordados. Finalmente, los jóvenes de la preparatoria 215 de San José del Rincón, hicieron la danza apache con tal gallardía y coordinación que se llevaron el tercer lugar en la categoría juvenil.
Importantes lecciones podemos sacar de este evento. Primero, el pueblo organizado es capaz de rescatar sus tradiciones y, con ello, generar identidad y combatir así la influencia extranjera; segundo, es capaz de generar fraternidad y disciplina, pues bailar genera labor de equipo y todos tienen que estar en una misma línea y dirección y, finalmente, muestra que el Movimiento Antorchista, es decir, el pueblo organizado, sin el poder político, si es capaz de hacer cosas grandes como este evento, por ende, es capaz de hacer de México una patria más justa, más libre, más democrática y más soberana si se une, se organiza, lucha por el poder político y pone en práctica los principios de unión, fraternidad y lucha por el bien de todo México. Felicidades a los ganadores y nos vemos en el segundo encuentro regional de danza.
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