MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La consulta… y el engaño de AMLO

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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es un dictador que se propuso la eliminación de sus enemigos políticos, es decir, a todos los que no comulguen con los ideales de la 4T. De manera que ha utilizado a la policía, a los órganos de justicia o la Unidad de Inteligencia Financiera para la cacería de brujas de todos los políticos, ciudadanos, organizaciones o periodistas que se opongan a sus métodos de gobierno.

Como parte de esta persecución, en su izquierdismo trasnochado, desde su campaña política a la presidencia se propuso la persecución de los expresidentes del país, para saciar sus ansias de venganza personal y para promover que la “justicia” se imponga desde votaciones improvisadas que, según él, son la forma del pueblo de participar en la política.

Todo mundo recuerda la votación que, en un evento público, promovió para cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco, la votación para aprobar la construcción del Tren Maya y un sin fin de supuestas consultas populares con las que validó sus propias decisiones tomadas tiempo antes por él y su partido.

La consulta para enjuiciar a los expresidentes de México fue organizada por el INE, para poder darle validez al resultado. Desde luego, la consulta fue promovida por Andrés Manuel López Obrador. Como sabemos, esa consulta se llevó a cabo el domingo 1º de agosto en todo el país. El presidente se gastó 528 millones de pesos del erario público para la consulta y se convocó a 93.6 millones de ciudadanos mexicanos. Sin embargo, el pueblo no acudió a las urnas, pese a toda la campaña publicitaria de Morena que exigía que todos les diéramos nuestro voto para que se haga un juicio contra los expresidentes y López Obrador saciara sus ansias de venganza personal.

De manera que el domingo las casillas de votación estuvieron casi vacías. Sólo fueron a votar 6 millones 663 mil 208 mexicanos, es decir, el 7.1% de la lista nominal. Para que la consulta tuviera un carácter vinculatorio, era necesario que participara el 40% del total de votantes. Los estados con más votos, por arriba del 10% y abajo del 11% son aquellos gobernados por Morena o con alta presencia de ese partido, como la Ciudad de México, Guerrero, Veracruz, Tabasco o Tlaxcala. Pero hubo varios estados en los que no participó ni el 4% de la lista nominal, como Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Nuevo León o Chihuahua. En las redes sociales, circulan videos de morenistas que trabajan en el INE llenando a diestra y siniestra las papeletas de la consulta y metiéndolas a las urnas. Un fraude total. La pregunta que salta es: ¿lo mismo habrán hecho en las elecciones de junio pasado? Es altamente probable que sí. La consulta de López Obrador, en resumen, no convenció a la ciudadanía mexicana. 

En Puebla participó el 8.59% de la lista nominal. El gobernador Miguel Barbosa, que en dos años de gobierno nunca ha visitado los municipios para platicar con la gente y para ver cuáles son sus necesidades, el domingo salió a votar. Pero no pudo entregarle a su jefe buenos resultados. Tanto así que, en la casilla de la sección 2363 de Huauchinango fue una de las tres en las que, en todo el país, votó toda la lista nominal, es decir mil 965 personas, pero mil 887 anularon su voto. El 96% anuló su voto. En Puebla la consulta también fracasó.

Andrés Manuel López Obrador, que tampoco fue a votar, no le dio importancia a la consulta y volvió a decir que los expresidentes serán enjuiciados. En una declaración echó para abajo la consulta e insistió en su cacería de brujas.

¿Por qué los mexicanos no participaron? Creo que a los mexicanos no les interesa el tema de enjuiciar a los presidentes, no lo ven como un tema al que haya que ponerle atención ni como el más urgente del país. La mayoría de los mexicanos vieron en la consulta de AMLO una venganza personal a la que no había que hacerle caso y por eso no votaron, porque, además, no creen que ése sea el método. La ley no se debiera consultar, sino aplicar, pero AMLO quería echarle la culpa al pueblo de ser quien decidió enjuiciar a los expresidentes. El país tiene problemas más graves que, esos sí, con consulta o sin consulta, deberían resolverse: la inseguridad, el desempleo, el contagio y la muerte de cientos de miles por Covid, la vacunación que se están deteniendo, la subida de precios de la canasta básica o la falta de obras en todo el país.

La democracia participativa, las consultas ciudadanas, son buenas. Pero hay que saber sobre qué problemas se deben hacer, de tal manera que el resultado le sirva al pueblo de México para presionar y exigir al gobierno en la solución de esos problemas consultados. Creo, sinceramente, que eso lo sabe el pueblo mexicano. Por eso fracasó la consulta de López Obrador. El resultado y el fracaso de esa consulta es la caída de la 4T que no sabe qué hacer, porque no está conectada con el pueblo. Y se va a ver en cómo termine su gobierno AMLO.

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