Ya es noticia nacional que la profesora Delfina Gómez Álvarez, deja la Secretaría de Educación para contender por la gobernatura del Estado de México en las próximas elecciones como “premio a su trabajo”. ¡Cómo si su desempeño hubiera sido bueno!
Hace apenas algunos años que esta maestra entró en escena política de nuestro país y desde su primer cargo quedó claro que es servidora incondicional de AMLO, no de los mexicanos como lo demuestran las acusaciones PROBADAS de haber retenido el 10 por ciento del salario a más de 500 trabajadores del municipio de Texcoco, municipio que gobernaba, para financiar a su partido (MORENA) y por lo cual el INE, después de investigar, determinó sancionar a este partido.
Abandonando después ese cargo por una diputación federal y éste, a su vez, por buscar por primera vez la gobernatura del Estado de México en 2016, posteriormente fue senadora, cargo que también dejó por coordinar los programas del gobierno federal en ese mismo estado. Todo con la anuencia de López Obrador.
Por último, en diciembre de 2020 fue postulada por el presidente como Secretaria de Educación, cargo en el que su desempeño para los mexicanos fue perjudicial pues en lugar de cumplir su obligación como funcionaria pública, que sería buscar los mecanismos para lograr elevar el nivel educativo ahora que se complicaron las cosas por falta de clases presenciales, y mejorar la prestación de servicios educativos, se dedicó a quitar lo poco que beneficiaba a los estudiantes y sus familias, como es el caso de las Escuelas de Tiempo Completo que tanto ayudaban a las familias trabajadoras y garantizaban, de cierta manera, que los alumnos no abandonaran la escuela; modificó los planes de estudio acorde con la ideología de Morena y abandonó la cientificidad que había en ellos, ahora, a pocos días de que abandone su cargo para buscar por segunda vez la gobernatura del Edo.Mex. nos enteramos que no gastó al rededor de 25 millones de pesos, el 13 por ciento de lo programado este año en la secretaría a su cargo, presupuesto que ya de por sí era insuficiente, como si no hubieran necesidades que cubrir.
La maestra no quiso ver las apremiantes necesidades que existen en el ramo educativo y que requerían de ese y más recurso. Por poner algunos ejemplos de estas: existen 89 mil escuelas de nivel básico que no tienen drenaje; 39 mil no cuentan con agua (que hoy por la pandemia se hace más indispensable); casi 10 mil no tienen electricidad, etc., (Todas estas son cifras del CONEVAL). Esto sin considerar la infraestructura que a raíz de la suspensión de clases se deterioró aún más de lo que ya estaba; la preparación de maestros y becas para alumnos, quedaron por debajo de lo programado con la justificación ya muy trillada de “combate a la corrupción”. Pero a quien se está afectando gravemente es a los hijos del pueblo trabajador en México.
Ante este panorama ¿Cuáles son los méritos de la maestra Delfina Gómez Álvarez para volverla a postular como posible candidata a la gobernatura de un estado? No encuentro otra explicación que su incondicionalidad a Andrés Manuel López Obrador, pues son los únicos beneficiados con las acciones de la maestra, ¿para quién fue el diezmo? Para Morena, ¿a favor de qué propuestas votó en su tiempo de diputada y senadora? Las que propuso el presidente, sin modificar una coma. No lanzó ninguna iniciativa en favor de la gran mayoría de mexicanos que somos el pueblo trabajador. Por lo que no sería difícil concluir que ahora el ahorro que hizo la Secretaria de Educación sirva para los programas y obras faraónicas que le interesan a su jefe (AMLO) Así me explico que después de tan pésimo desempeño ahora se le apoye para ser la cabeza de un importante estado, por su número de habitantes, por su ubicación y desarrollo industrial.
Los mexicanos que generamos la riqueza de este país, tenemos derecho a ser gobernados por gentes capaces y visionarias que hagan de México un lugar digno de vivir, del que nos podamos sentir satisfechos y hasta orgullosos, no por lacayos que sirvan a intereses particulares, pero sólo lo lograremos si estamos conscientes y organizados y debemos empezar por cuestionarnos el fondo de los fenómenos políticos y sociales que nos afectan o involucran. De nosotros depende no dejarnos engañar más y analizar los acontecimientos de nuestra patria. Saber qué hacer y decidirnos a actuar organizadamente.
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