La semana pasada me referí al libro “Intenciones y Resultados” escrito por Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista Nacional. En esa primera parte expuse que se trata de una recopilación de textos, conferencias y discursos publicados durante los años 2018-2022, en el que se comprueba el fracaso del gobierno de López Obrador por no haber combatido los problemas que aquejan a las clases trabajadoras del país y destaqué también la aplicación magistral que hace del materialismo dialéctico e histórico como método de análisis de la realidad.
En esta segunda parte abordaré en forma sintética las conclusiones a las que llegó el Ing. Aquiles Córdova durante su participación en la presentación de su libro.
Primero que nada, el ingeniero señaló que su libro no tiene pretensiones de favorecer o afectar a alguno de los candidatos presidenciales que en ese momento se encontraban en contienda; sin embargo, sí tiene intenciones electorales. Que, aprovechando la efervescencia política del país por las campañas, el libro:
“… busca advertir al pueblo de México de que, elija a quien elija como gobernante, no va a resolver sus problemas, porque ninguna de las alternativas que existen pone en el centro de sus preocupaciones las necesidades del pueblo, los problemas del pueblo de México. No existe siquiera la exposición coherente de un programa de gobierno que esté sustentado en la capacidad del Estado para recabar fondos y, sobre todo, que diga con precisión cuánto de ese recurso se va a gastar en las necesidades de los mexicanos más humildes y con qué se financiará el resto del proyecto”.
Fue claro al decir que todos los partidos políticos que existen actualmente, incluyendo a Morena, buscan simplemente repartirse el poder del país, pero todos defienden los intereses de los sectores más privilegiados de México:
“Los partidos políticos son un invento de la burguesía para dividir al pueblo e impedir que se unan en torno a sus verdaderos intereses de clase social y evitar que se lancen a la lucha en favor de esos intereses comunes”.
Reiteró que el nuevo libro no buscaba apoyar ninguna candidatura, sino llegar a la conciencia del pueblo pobre de México, cuya cantidad se calcula en más de 100 millones de personas, quienes son la verdadera preocupación de Antorcha desde que la organización se fundó hace 50 años.
Aquiles Córdova recordó a los presentes que la lucha del Movimiento Antorchista ha sido siempre en contra del crecimiento de la desigualdad social y la pobreza; no en contra de ningún personaje en particular, sino en contra del sistema social, económico y político que permite la brutal concentración de la riqueza social en unas cuantas manos, es decir, en contra del sistema capitalista de producción, porque no tiene sentido culpar a una persona o un grupo de personas moralmente perversas como responsables de los efectos del sistema económico, porque la culpa es del sistema en su conjunto, que permite y fomenta la concentración de la propiedad privada de los medios de producción y la extracción de plusvalía a través del trabajo asalariado.
Enfocadas así las cosas, queda claro que el problema no es solo el Gobierno de López Obrador, sino el sistema capitalista en su conjunto. Por ello, la única fuerza colosal que puede cambiar este sistema injusto es el pueblo trabajador organizado y educado políticamente.
Lograr esta tarea colosal exige que los verdaderos revolucionarios redoblemos nuestros esfuerzos en cantidad y calidad para poner en pie esta gran fuerza social organizada y politizada, que sea capaz de tomar el poder político del país y, desde ahí, impulsar una verdadera transformación económica y social, seria y profunda, según lo permitan las circunstancias del capitalismo mundial.
El sistema capitalista a nivel mundial está en una profunda crisis sin solución y ya no tiene nada bueno que ofrecerle a las clases trabajadoras:
“Este sistema ya no aguanta más. Durante la Guerra Fría, los capitalistas y sus propagandistas engañaron a la gente, sobre todo a los pueblos pobres, diciéndoles que, con la desaparición del socialismo, habría prosperidad, paz, trabajo, educación, salud y bienestar para todos y mucha gente lo creyó. Pero tras la caída del bloque socialista han pasado 33 años y el imperialismo no cumplió lo prometido, pues vemos un crecimiento acelerado de la pobreza y las guerras por todas partes y esto no ocurre como castigo divino, sino como consecuencia de que, por otro lado, se protege a los poderosos, unos pocos multimillonarios, para que puedan incrementar sus inmensas fortunas, acumulando mucho dinero”.
Ahora, uno de los grandes problemas del capital es precisamente la acelerada concentración de la riqueza que, según Aquiles Córdova Morán, crece como el interés compuesto, por lo que ahora se calcula que el capital acumulado en el 1 % de la población equivale a más de 80 billones de dólares y que dentro de 75 años podría llegar a valer más de 640 billones. Por ello, el capitalismo se está ahogando por su propio éxito, tal como lo predijo Carlos Marx en su magna obra El Capital.
Esa riqueza acumulada ya no se invierte en los sectores productivos, pues al haber un exceso de capitales y mercancías en el mundo, la economía se ha financiarizado y ahora está dominada por los grandes bancos, que se han convertido en verdaderos agiotistas: que se dedican a imponer créditos a la gente pobre y a los países subdesarrollados, para simplemente cobrarles inmensos intereses y de esa manera seguir incrementando la riqueza de los ultrarricos, ahorrándose todo el proceso de producción de bienes de consumo en la industria o en el sector servicios, como con el turismo.
“Los países en los que domina la financiarización [como Estados Unidos] se convierten en verdaderos parásitos de los que siguen trabajando para producir bienes de consumo o de capital [como México]”.
La brutal concentración de la riqueza también es la causa de las guerras, como la de Ucrania y los conflictos en Medio Oriente, verdaderas masacres que buscan hacer del mundo un coto de caza del imperialismo, en donde vendan sus mercancías, inviertan sus capitales financieros a la tasa de interés que se les pega la gana y de donde saqueen materias primas para seguir alimentando al monstruo de la economía imperialista mundial, en la que está incluido el complejo militar industrial.
Aquiles Córdova Morán concluyó su intervención diciendo que en el mundo soplan vientos de cambio, pues cada vez se ve más cerca la caída del imperialismo mundial encabezado por Estados Unidos, como consecuencia de la resistencia de Rusia, China y otros países que se han unido en un bloque común que lucha por la construcción de un mundo multipolar, que mejore las condiciones de los seres humanos como especie, en donde todos vivamos bien hasta donde lo permita nuestro propio trabajo.
Sin embargo, también recordó a los presentes que eso no significa que los antorchistas debamos sentarnos a esperar a que llegue ese cambio, sino que precisamente debe ser una razón más para acelerar nuestro trabajo de organización y educación política, porque la liberación de las clases trabajadoras sólo podrá ser obra de los propios mexicanos.
Así pues, Intenciones y resultados se publicó en un momento político muy importante en el país y es un libro que demuestra que López Obrador le mintió a los mexicanos pero es, sobre todo, un llamado a las clases trabajadoras del país a que comprendan que la solución real de sus graves problemas está en su propia fuerza organizada y en la dirección política de un partido revolucionario formado por los mejores hombres y mujeres de México.
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