Las historias de madres buscadoras se repiten por todo el país, lamentablemente nuestro estado no es la excepción.
En el mes de marzo de 2022 un colectivo presentó una queja para evitar que jueces obstaculizaran su tarea en la búsqueda de sus hijos; los jueces pidieron que los propios jóvenes desaparecidos fueran a ratificar su demanda.
En el mes de agosto las madres buscadoras realizaron un memorial en la plaza Benito Juárez en Tepic, para tratar de sensibilizar al gobierno; el Registro Nacional de Personas Desaparecidas Mo Localizadas (RNPNO) contabiliza dos mil desaparecidos en los últimos cinco años, sin contar a quienes no quisieron denunciar por temor a represalias.
El infierno al que se enfrentan las madres buscadoras es terrible, como lo acontecido con Manuela Cruz, que, a pesar de haber identificado las prendas de vestir de su hijo desparecido en 2017, no puede acceder a ellas ni a los restos óseos pues forman parte de las investigaciones.
En este sentido, el colectivo de búsqueda Guerreras en Busca de Nuestros Tesoros A.C. ha realizado gestiones ante la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas, el ayuntamiento de Tepic y ante el gobierno del estado sin obtener respuesta.
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