Mientras la gran mayoría de mexicanos se debate en la desesperación por no contar con ningún tipo de programas o proyectos que les permitan abandonar la pobreza en la que se encuentran, el promotor de la llamada Cuarta Transformación y presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, emanado de los reductos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se llena la boca con más mentiras, esgrimiendo en su Quinto Informe de Gobierno una sarta de falsedades que distan mucho de la realidad que se está viviendo en esta patria.
El mandatario continúa ejerciendo su populismo mediante el engaño a sus compatriotas, afirmando que durante su gobierno han sido primero los pobres; sin embargo, la pobreza se ha acrecentado en su mandato, los cinturones de miseria extrema y el abandono de grandes sectores de población.
Es evidente que López Obrador en su reciente informe a la nación habló de un país diferente al que gobierna, guardando silencio sobre los muertos, los desaparecidos, los feminicidios, los secuestros y la tremenda crisis en sectores como salud y educativos.
El periodista Arturo Flores se dio a la tarea de entrevistar a diversos líderes de opinión que a su vez catalogaron el Quinto Informe como un ejercicio nutrido con una sarta de mentiras.
Consideraron además como algo inaudito que el mandatario mexicano hable de austeridad teniendo en los bolsillos el sobreprecio de sus obras faraónicas como el Tren Maya, el nuevo aeropuerto que resultó inservible y otras, que han resultado lo mismo.
También se refirió a avances educativos cuando en México más de 5 millones de estudiantes no retornaron a las escuelas tras la pandemia de Covid-19, orillándolos a ser presa fácil de las bandas criminales que en ellos han encontrado caldo de cultivo para engrosar sus filas.
López Obrador en dicho ejercicio afirmó que el país tiene una exitosa política energética, a pesar de estar consciente de que Petróleos Mexicanos es la petrolera con mayor deuda en el mundo, además de quemar combustóleo contaminado.
Dicho informe presidencial fue en si un discurso de triunfalismo y silencio, triunfalismo por sus obras faraónicas, por el populismo que le ha generado regalar dinero a sus seguidores, que ha llegado a pensar que son más que todos aquellos que han permanecido abandonados a su suerte
Mucho cuidado tuvo el presidente de no hablar sobre temas que perjudican a México gravemente, porque no se refirió a la nación consumida por la violencia, en la que asesinan a 90 personas cada día, en la que desaparecen 32 personas todos los días, en la que 3 mujeres son asesinadas diariamente. Ese es el México del que no habló el presidente. No dijo que la inseguridad está peor que nunca y que millones de mexicanas y mexicanos viven con miedo.
Pueblos enteros hoy se han convertido en pueblos fantasmas, debido a la torpe forma de combatir la criminalidad y el asedio de los cárteles de las drogas, que han debido recibir el beneficio del “abrazos no balazos” o de que todos deben ser tratados como seres humanos a pesar de asesinar a inocentes con saña evidente.
Y tampoco hizo referencia al desastre en el sector salud y a la falta de medicamentos, donde miles y miles de mexicanos mueren en el abandono y la pobreza sin tener a su alcance la manera de curar sus males, después de que en aras de combatir una supuesta corrupción eliminó el Seguro Popular para colocar en su lugar un monstruo sin pies ni cabeza, después de haber cancelado los servicios de farmacéuticas para contratar a otras más costosas y de dudosa procedencia que no han logrado cubrir la demanda de medicinas de la gente.
Dicho informe presidencial fue en si un discurso de triunfalismo y silencio, triunfalismo por sus obras faraónicas, por el populismo que le ha generado regalar dinero a sus seguidores, que ha llegado a pensar que son más que todos aquellos que han permanecido abandonados a su suerte, como las familias de los mineros a los que prometió desenterrar a sus seres queridos en Pasta de Conchos y demás, las mujeres y hombres, niñas y niños del campo, los que habitan en las barriadas, las clases pobres que ahora son más pobres.
Es así como se puede observar a una administración federal hundida en sus propias mentiras, con engaños a los mexicanos, con sobradas agresiones a periodistas y a quienes no comulgan con la cuarta transformación, con las constantes persecuciones y asesinatos de líderes que trabajan por el bienestar del pueblo pero que no comulgan con la política del presidente.
La obra lopezobradorista de estos años transcurridos es también la de fideicomisos y programas que anteriormente servían para aliviar en algo los males de la población que han sido cancelados bajo sus órdenes, pretendiendo asimismo eliminar de un plumazo la democracia nacional para seguir haciendo de las suyas con el poder que le otorga la banda presidencial y que lo llevará a pasar a la historia como el más ruin mandatario que ha tenido México.
Falta poco para que se vaya, dicen todos aquellos que han sufrido los embates de la cuarta transformación y acusaciones de formar parte de la corrupción del pasado, pero que han luchado por su patria desde diversas trincheras, tratando de poner fin a un presidente lleno de mentiras.
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