Según la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe), en su artículo tercero, los actos anticipados de campaña son “actos de expresión que se realicen bajo cualquier modalidad y en cualquier momento fuera de la etapa de campañas, que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de una candidatura o un partido, o expresiones solicitando cualquier tipo de apoyo para contender en el proceso electoral por alguna candidatura o para un partido”; y es competencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), resolver y sancionar a quienes sean denunciados e incurran en estas acciones.
En México, es común que las leyes que se crean para cumplir determinados lineamientos en la conducción de una sociedad justa y equitativa, se tuerzan o se rompan a beneficio de quienes tienen el poder, y el aspecto electoral no es la excepción.
Después de terminado el proceso electoral en el Estado de México, donde resultó ganadora la candidata de Morena y ex secretaria de Educación, Delfina Gómez, ha comenzado la carrera por la presidencia de la República Mexicana. Las corcholatas de Morena, en un aparente acto de democracia al interior de su partido, recorren el país para anunciar su intención de ser el o la mejor del morenismo y mantener a su partido en el poder a partir del 2024, todos visitan los estados, reúnen gente, piden elegirlos a ellos y que rechacen a los de antes, porque con Morena ya no es lo mismo. Y si, ya no estamos como antes, estamos peor.
Así también se torna común ver cómo cada personaje político, que pretende algún puesto de elección en el próximo año, se anuncia en espectaculares, pero no de forma directa, si no a través de supuestas revistas en donde encabezan su portada, como el diputado federal morenista, Nacho Mier, o el senador Alejandro Armenta, que aparecen en todas las entradas al estado Puebla; o en Querétaro, donde funcionarios panistas como la secretaria de Gobierno Guadalupe Murguía, el secretario de Desarrollo Social, Agustín Dorantes o el dos veces diputado federal, Felipe Macías, también se anuncian en espectaculares a las entradas al estado. Otra estrategia que han venido utilizando los que “quieren” para la siguiente elección, es anunciarse en bardas como las que aparecen en todo el estado con la leyenda “panadería Agustín, es el bueno”, o también aprovechar el puesto e ir preparando a la población para aquellos que son desconocidos y que necesitan algo de imagen ante los ciudadanos, como el secretario particular de El Marqués, Ricardo Monsalvo, discípulo de Enrique Vega, que últimamente aparece inaugurando obras, visitando gente, escuelas, etc., en representación del presidente municipal.
Aunque el párrafo sobre los actos de actos anticipados de campaña de la Legipe es claro, a ninguno de estos representantes populares se les ha llamado la atención, porque al fin y al cabo quien resuelve la controversia es el Tribunal Electoral de cada estado, en Puebla gobierna Morena y en Querétaro el PAN.
Así la ley es torcida en su máximo esplendor, para unos y para otros, por eso no debemos olvidar que los de siempre van a tratar de mantenerse en el poder. En México el poder debe estar en manos de la población entera y que vive en condiciones de desigualdad social y no detentado en uno cuantos; con organización puede reclamar y exigir lo que por derecho es suyo, olvidar que estos y otros políticos, no resolverán sus problemas, si no lucha de manera decidida por un cambio real y formar un partido político que sí respete la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Las campañas están a la vuelta de la esquina y la mayoría de los candidatos usa los recursos de los mexicanos para hacerse presentes; esos recursos que siempre negaron para obras y servicios de los mismos mexicanos. Estemos muy pendientes.
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