De acuerdo con la medición de la pobreza 2008-2018, realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) hasta 2018, en Hidalgo, el 9 por ciento de las viviendas no contaba con el servicio de agua potable, lo que significa que cerca de 269 mil hidalguenses carecían (el número seguramente se ha incrementado) de dicho servicio.
A pesar de que la carencia del vital líquido se acentúa en municipios con un alto rezago social, como es el caso de Huehuetla en donde el 42.07 por ciento de las viviendas no disponen de agua, en municipios como Pachuca 92 mil pobladores no tienen acceso al agua y en Mineral de la Reforma tampoco hay una cobertura del 100 por ciento. Nopala de Villagrán, en el Valle del mezquital, es otro de los municipios que se agregan a la lista, así como Zacualtipán, en donde sus pobladores padecen por la falta de agua y a los que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) les prometió resolverles el problema cuando se rifara o vendiera el avión presidencial.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en el ámbito nacional, Hidalgo es el séptimo estado de la república con mayor estrés hídrico, el cual se mide en una escala del 0 al 5 y el estado marca una calificación de 4.63.
En marzo de 2020, un total de 22 municipios de los 84 con que cuenta el estado presentaban algún nivel de sequía, mientras que 45 más presentaban condiciones anormalmente secas. De esta forma, sólo el 48.9 por ciento del territorio estatal no presenta afectaciones debido al estiaje, según lo refleja el último reporte del Monitor de Sequía de México, publicado por la CONAGUA. (Quadratin Hidalgo 4 de marzo de 2020)
Con base en la medición, que contempla cuatro niveles de sequía después de la condición denominada “anormalmente seco”, los municipios de la Sierra y la Huasteca hidalguenses son los más afectados, entre los que se encuentran en el nivel D3 (sequía extrema) Atlapexco, Huautla, Huejutla y Pisaflores; en tanto que Chapulhuacán, Jaltocán, Lolotla, Tepehuacán de Guerrero, Tlanchinol, San Felipe Orizatlán, Xochiatipan y Yahualica se encuentran en el nivel D2 (sequía severa) Diez municipios más tienen el nivel D1 (sequía moderada) y 45 están anormalmente secos (D0). (Quadratin Hidalgo 4 de marzo de 2020)
Pese a la situación alarmante que presenta el estado en materia de escasez de agua y a las previsiones de la propia Conagua en materia de sequía; las autoridades correspondientes, lejos de implementar políticas que contrarresten los efectos de las causas ya citadas; han tomado decisiones en sentido contrario. Veamos
En 2017, con una inversión de 14,000 millones de pesos y una capacidad inicial de producción de 12 millones de hectólitros (el equivalente a 3 mil 350 millones de botellas); el grupo Modelo instaló una planta cervecera en Apan, Hidalgo que como lo advirtieron destacados académicos en su momento, está provocando serios problemas de escasez de agua en la región. La planta pretende convertirse en la segunda más grande del mundo por volumen de producción, con la posibilidad de alcanzar hasta los 24 millones de hectólitros; lo que equivale a producir 19 millones de cervezas en un día o llenar una alberca olímpica en una hora.
Importa señalar que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se requieren 75 litros de agua para la elaboración de un vaso de cerveza de 250 mililitros, lo que se traduce en 300 litros de agua para producir un litro de cerveza.
En entrevista para sinembargo.com, José Luis Romo Cruz, secretario de Desarrollo Económico del Gobierno de Hidalgo, detalló que el vital líquido que la empresa requerirá lo obtendrá del Acuífero de Apan, el cual se ubica al sureste del estado y cubre una extensión de 733.2 kilómetros cuadrados y dota parcialmente del servicio de agua a los municipios de Apan, Almoloya, Tepeapulco, Emiliano Zapata y Tlanalapa. El funcionario especificó, además, que, para la operación de la Cervecería Modelo del Centro, serán extraídos 6.3 millones de metros cúbicos de agua subterránea cada año.
Por su parte, académicos consultados por sinembargo.com consideraron en su momento que los apanenses se llevarán la rebanada más raquítica del pastel: pondrán su agua y a cambio recibirán algunos empleos. Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) revelan que hasta 2010, el 59 por ciento del total de la población de dicho municipio vivía en situación de pobreza. Por si fuera poco, académicos prevén que los problemas de abasto de agua potable se agudizarán en el municipio, con una población de más de 44 mil 500 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2015.
El maestro Roberto Constantino Toto, profesor-investigador del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, y el doctor Gian Carlo Delgado Ramos, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidieron en que el abasto de agua en la población y en otras partes del estado se podría ver comprometido en los próximos años, tal como ha ocurrido en otras partes de la República Mexicana.
Constantino Toto recordó que Grupo Modelo se ha enfrentado al descontento de habitantes, por lo menos, de Zacatecas y Coahuila, ya que sus plantas de producción han aprovechado el agua de las comunidades cercanas, además de contaminar los afluentes naturales. En el mediano y largo plazo, vaticinó, lo mismo ocurrirá en Hidalgo.
Por otra parte, con motivo de la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el pasado siete de marzo del presente año la prensa publicó que “Hidalgo enviaría cerca de 3 mil litros de agua por segundo al AIFA. El proyecto de construcción (del aeropuerto agrego yo) considera que 14 municipios hidalguenses compartirán el líquido con el nuevo aeropuerto”.
Hasta ahora, los organismos y comisiones responsables de garantizar el servicio de agua potable a la población en los municipios, se han limitado a negarles el servicio a miles de familias como ocurre en Pachuca con la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (CAASIM). En otros, simplemente se alega que no hay recursos para invertir en rehabilitar los sistemas que ya existen pero que muchos de ellos nunca han funcionado como ocurre, por ejemplo en el municipio de Huehuetla. Lo más que se les ha ocurrido es que hay que “educar a la población acerca del aprovechamiento consciente del recurso hídrico, el cual no es renovable”; o bien se han limitado a tandear el agua por zonas, lo que representa escasez para varios lugares y un suministro insuficiente del líquido.
Por ello los hidalguenses no dejan de preguntarse ¿por qué sí hay agua para la planta cervecera y el aeropuerto, y no para la población que vive en la periferia de las ciudades y en cientos de comunidades rurales?
La respuesta es una sola, organizarse y luchar para exigir que nuestros impuestos se inviertan en obras y servicios de calidad y se deje de estar privilegiando a unos pocos como ha ocurrido hasta ahora. Necesitamos un gobierno que de verdad se ocupe y preocupe por las grandes mayorías con hechos y no solo de palabra y con mentiras como ocurre ahora con la 4T.
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