El concepto analfabeto, etimológicamente proviene del griego "analphabetos" [an, privativo + alphabetes, alfabeto], cuyo significado es que no conoce el alfabeto o abecedario. Algunos diccionarios lo definen como falto de instrucción o como sinónimo de ignorante. El analfabeto es considerado como una persona que no posee el dominio de las técnicas instrumentales básicas de leer, escribir y calcular, encontrándose limitado para lograr un desarrollo profesional, vive una discriminación incesante que lo condena a una vida de ignorancia, dando como resultado una permanente explotación y dependencia. El analfabetismo es un estado social de atraso cuya característica es la ignorancia y la pobreza que domina a enormes conglomerados y es siempre síntoma y causa de una situación global del país en el que se da. Se denomina índices de analfabetismo a la población de analfabetos de un país considerados entre 15 y 60 años de edad, aunque estos rangos de edad lo determinan cada población. En el actual mundo globalizado el problema del analfabetismo es muy grave, el aumento de hombres y mujeres iletrados es cada día mayor a pesar de todos los esfuerzos que cada país hace para resolverlo. El analfabetismo se ha considerado como un freno para el desarrollo de una sociedad, en donde el individuo queda al margen del proceso económico y social en el cual se desenvuelve. Santa María Becerril G. (2007)
El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), informó que en México hay 3,704,998 personas de 15 años y más que son analfabetas, cifra que corresponde a 1.3 millones que hablan alguna lengua indígena y 2.3 millones de personas de 60 años en adelante. El Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (Coneval), recalcó que el 5.7 por ciento de los mexicanos aún son analfabetas y agregó que de 2010 a 2018 el porcentaje de la población en México que no sabe leer ni escribir pasó de 7.4 por ciento a 5.7 por ciento; destacó además que la población en nuestro país que habita en zonas rurales presenta mayor rezago educativo (28.2 por ciento) en comparación con los que viven en zonas urbanas (13.2 por ciento), así mismo, que el número de mujeres analfabetas es del (17.4 por ciento) y para los hombres es de (16.3 por ciento). La Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por su parte menciona que México mantiene un rezago de analfabetismo importante en comparación con otros países de América Latina (Cuba 99.8 por ciento; Uruguay 98.8 por ciento; Colombia 98.7; Argentina 98.4 por ciento; México 93.8 por ciento.
Durante la década de los años 20´s, del siglo pasado, en nuestro país el número de analfabetos despertó preocupación a las autoridades de ese tiempo, por lo que iniciaron algunos trabajos para remediar este problema, la mayoría de ellas fracasaron, pero otros abrieron las puertas de nuevos planes para corregir esa realidad. Algunas de esas medidas impuestas a finales de los años 30´s, era que obligaban a asistir a la escuela nocturna a todo aquel trabajador mayor de 15 años que no sabía leer; en caso de no cumplir con esta regla corrían el riesgo de perder su trabajo. En 1948 crearon la Dirección General de Alfabetización. En 1975 en un intento por revertir la problemática del analfabetismo se creó el Sistema de Escuela Abierta con Centro de Acreditación de Estudios, apoyos de orientación y guía para la culminación de sus estudios. En 1981 nace el INEA con el objetivo de ocuparse de 31 millones de mexicanos que no habían concluido la primaria, secundaria e incluso no habían iniciado su formación primaria. El INEA ha impulsado el Modelo Educativo para la Vida y el Trabajo (MEVyT) para reducir los índices de analfabetas, este modelo va dirigido a los adultos mayores de sectores vulnerables como comunidades indígenas, jornaleros agrícolas, trabajadoras del hogar, personas con alguna discapacidad, para la población indígena dispone de materiales educativos para alfabetizar en lenguas maternas y la enseñanza del español como segunda lengua, mediante materiales en 118 variantes lingüísticas, concentradas en 64 grupos étnicos del país. Sin embargo, al llegar al poder funcionarios de Morena, haciendo alarde de una total indiferencia y gran insensibilidad realizaron un recorte presupuestal a este Instituto, con lo cual se esfuman las esperanzas de poder combatir con eficacia el lastre de analfabetismo que nuestro país viene remolcando por años.
En contraste, otros países como Cuba tras el triunfo de su revolución en 1959, inició una campaña para abatir uno de los grandes males que aquejaban a esta sociedad. La campaña de alfabetización en este país inició el 1 de enero de 1961 y fue una de las batallas más importantes ganada por el pueblo y el gobierno cubano, esta campaña evidenció que la alfabetización de un pueblo es un acontecimiento que depende de la participación masiva y unánime de todas las organizaciones existentes, así como de todos los sectores de la población sin descuidar el aspecto técnico organizativo. El 22 de diciembre de 1961 Cuba es declarada territorio libre de analfabetismo, en solo 12 meses erradicaron este mal. Cuba a pesar de tener un bloqueo económico, comercial y financiero por parte de Estados Unidos desde hace 60 años ha implementado en otros países su útil herramienta logrando obtener excelentes resultados, uno de esos programas ha sido el método de alfabetización "Yo sí puedo" el cual ha sido clasificado a nivel internacional como un método flexible, capaz de adaptarse a una variedad de situaciones geográficas, está disponible en varios idiomas, dialectos, además en sistema Braille, para sordos y personas con problemas intelectuales leves. La UNESCO destacó que este método de alfabetización ha permitido que 10 millones 500 mil personas hayan aprendido a leer y escribir en 32 países y ha demostrado que es posible alfabetizar con efectividad con solo la tercera parte de los 160 dólares calculados por la UNESCO para cada analfabeto. Solo se requiere que los gobiernos quieran erradicar el analfabetismo y que exista un seguimiento real hacia los niveles superiores de educación. El programa "Yo sí puedo" nació el 28 de marzo del 2001, cuando el gobierno de Cuba le encomienda la labor a Leonela Relys Díaz de crear una cartilla de alfabetización. El tiempo de duración de la acción educativa es variable ya que el método es muy flexible, desde un máximo de tres meses hasta siete semanas, en forma intensiva. Existen experiencias de realizarlo en un mes de forma muy intensiva, con personas dedicadas exclusivamente a recibir el programa. En México este programa se ha utilizado en algunos municipios de los siguientes estados: Michoacán, Chiapas, Nayarit, Veracruz, Oaxaca, Estado de México. En el municipio de Tecomatlán, Puebla, fue usado este programa y el analfabetismo fue erradicado.
Para tener éxito en cualquier proyecto a emprender este debe estar planeado cuidadosamente, de lo contrario estará destinado al fracaso y es lo que los gobiernos en turno realizan constantemente en nuestro país, administraciones presidenciales han implementado trabajos para erradicar este problema desde hace 100 años con resultados mediocres, sus esfuerzos no han logrado eliminar de raíz esta dificultad y mientras siga repitiendo la misma estrategia no lograremos declarar a nuestro territorio libre de analfabetismo. Es necesario primero que nada que el funcionario a la cabeza esté comprometido con el pueblo trabajador para sacarlo de su atraso y ahí está el verdadero problema porque un pueblo educado es peligroso y no lo pueden manejar a su antojo, la educación forma hombres libres, capaces de criticar, analizar las causas y consecuencias de una problemática de la sociedad para posteriormente transformarla por medio de la reflexión y de la acción, por ello mismo los grupos en el poder no están interesados en sacar al pueblo de su ignorancia, de lo contrario perderían sus privilegios de clase.
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