La idea que se nos ha inculcado sobre el Estado es que es una organización política que está por encima de todos; es decir, que representa igualmente a pobres y a ricos, qué está pues, al servicio de todas las partes. Sin embargo, en la realidad, no es cierto tal afirmación, la correcta dice que, es una “organización política de la clase económicamente dominante, que tiene por fin salvaguardar el régimen económico existente y reprimir la resistencia de las otras clases”.
Por qué es importante decir lo anterior, porque los defensores del estatus vigente quieren expandir la idea a todos los mexicanos, de que sí las cosas no cambian en México es porque el pueblo es ignorante, dejado, descuidado, apático y sin preocupación por los problemas sociales. En pocas palabras que no está capacitado para gobernar. Que el pueblo esta desorganizado es cierto, que el pueblo es ignorante y flojo es falso, basta escuchar a un campesino para darse cuenta de que hay inteligencia natural, que no se quiera educar al pueblo es otra cosa. Todo lo que se dice del pueblo tiene otra explicación, ya que la sociedad en que vivimos, no es algo que este sin movimiento por decirlo de alguna manera, lo que existe, la forma en que actúa, es porque obedece a ciertas leyes, que hay cosas que no las vemos pero que están presentes y que están trabajando para preservar, el poder de la clase dominante.
A qué me refiero, a que, se esperaría que el pueblo de México, ante tantos abusos de poder que se han cometido afectando seriamente a los ciudadanos, (casi 220 mil muertos por covid19; casi 70 mil homicidios dolosos en lo que va del gobierno de AMLO y casi 71 millones de mexicanos caen en la línea de pobreza por bajos ingresos) y no se reaccione como sucede en otros países que ante la gravedad de los problemas ya estarían exigiendo la caída del presidente actual.
A nivel estatal las cosas están igual, los agravios están presentes, no hay obra social, pasan y pasan los años y el atraso de las regiones como La Yesca y Del Nayar siguen sin cambiar; la indolencia con que se actúa ante el ciudadano común y corriente no para, la gente vive mal, con muchas carencias y esperaría del gobierno seriedad ante sus quejas, y, todo en vano, siguen sin modificar su conducta de “ni los veo ni los oigo”.
Aceptar que las cosas serán siempre así, es un error, la gente debe saber que, en cualquier sociedad, como la sociedad capitalista mexicana en que vivimos, para conocerla, tenemos que comprenderla en dos partes; su Base, que es la economía y su Superestructura. La primera explica la relación que se da entre los hombres para producir, unos son dueños de los medios de producción (máquinas, materia prima y herramientas) y otros que no tienen nada, solo sus manos para ofrecerlas al patrón para trabajar. Unos son patrones y otros son trabajadores.
Pero para hacer que esta situación sea duradera, no es algo sencillo, ello se explica por la existencia de la superestructura, donde aparece el Estado, que se menciona al principio de este escrito, y también donde va la educación, la religión, la cultura, las ideas político-jurídicas, etcétera. En esta parte entra la ideología, los conceptos políticos, la filosofía, la moral, el arte, la religión, etcétera, y es clasista, por lo que, siempre defenderá los intereses de la clase que ostenta el poder.
Por lo mismo vemos en la música la tendencia a resaltar la música del narco corrido y del hombre que vivió pobre, pero que ahora es un hombre de respeto, porque ya tiene dinero, tiene amores y gente que lo admira, gracias a que anda en actividades ilícitas. Está claro que el gobierno tolera esta música, la acepta y la fomenta, porque es más fácil lidiar con un pueblo, con una juventud, desviada, manejada en otras ideas, en las ideas de sobresalir de la manera más rápida, sobre todo económicamente, pero también de la manera más riesgosa. Y preguntémonos, a quién beneficia que las cosas sigan así, pues al sistema, a la clase que le interesa seguir así, porque es de su interés.
Los mismos partidos políticos que ahorita contienden representan parte de esta ideología, aunque nos digan que el pueblo es el que manda, esta idea, va en ese sentido de preservar el sistema actual de cosas; tenemos la negativa que al antorchismo le dio el gobierno en Puebla, no aceptó la participación del partido del Movimiento Antorchista Poblano aunque éste hubiera cubierto todos los requisitos solicitados por la ley, por eso, para el sistema, es mejor darle juego a otros partidos que solo son satélites del gobierno y contribuyen a seguir con el conformismo, con la resignación de la gente.
El pueblo debe saber que las promesas del momento electoral de que es el que manda, son solo ideas, frases, que buscan endulzarle el oído para anestesiarlo, para que acepte el triste papel de ser siempre el caballo sobre el cual va montado el jinete. Te invitamos amigo nayarita a luchar, es mejor luchar que resignarse, solo luchando te verán de otra manera, el antorchismo te invita a que juntos luchemos por crear una sociedad donde realmente se atiendan los intereses y las necesidades de su pueblo.
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