Octavio Pura Zúñiga fue uno de los primeros alumnos de Víctor Puebla, que, a 13 años de su muerte, su legado en el Movimiento Antorchista y en Puebla sigue vigente por el trabajo cultural que realizó.Saco al teatro de los escenarios universitarios y los teatros más importantes de la capital para llevarlo a los pueblos más apartados y las colonias de la capital.
Con una importante trayectoria en el medio artístico poblano, Víctor Puebla era director de la compañía de teatro de la BUAP, además de ser director, actor y escritor, lo que le valió que fuera conocido como El Divo de Puebla.En 1992 empieza a dirigir a un grupo de jóvenes que veían en el teatro una forma de acercarse a la gente, esta idea agradó a Víctor Puebla, inquietud incluso que había propuesto a sus compañeros actores.
Pura Zúñiga narra en la siguiente entrevista su vida actoral de la mano de Víctor Puebla, el papel que jugó en la formación de actores y directores con un enfoque popular.Hasta antes de su integración al antorchismo, el teatro únicamente podía ser apreciado por aquellos que podían pagar, posteriormente, miles de personas vieron por primera ocasión una obra de teatro.Ese legado fue el que dejo El Divo de Puebla.
¿Cuáles fueron sus primeros pasos como director de una compañía teatral de nuevo tipo?
-Víctor llego en el año de 1992 más o menos, él venía de ser director de las compañías de teatro de la BUAP junto con Marco Castillo que venía también de dirigir las compañías de teatro de Cuernavaca y Víctor llegó con nosotros y planteamos de que queríamos hacer teatro para el pueblo; dijo Víctor: eso es lo que yo estaba buscando, ya tiene mucho tiempo que le comenté a Marco, y a varios teatreros de mi generación para que pudiéramos hacer teatro para el pueblo, el me dio esa oportunidad, a mí y a otros de ser teatreros y llevarle teatro al pueblo.
Desde que empezamos la compañía le dijimos: Víctor, es que vamos a ir a las colonias, donde a veces llueve y está el lodazal terrible y no vamos a encontrar un escenario ahí, dijo Víctor: "Eso a mí me fascina, y no hay problema, vamos a donde nos digan, y vamos a hacer un teatro distinto al que se hace al común de la sociedad, ¿No?, Y por eso también fue la ruptura en su momento con Marco, con Mansio, con algunos otros compañeros que decían: "No podemos coincidir con Víctor siendo un Divo; porque así lo conocían, como el Divo de Puebla, este actuando en lodazales, en terrenos baldíos; no se puede, y Víctor Puebla dijo: "Les voy a demostrar que si se puede hacer eso y mucho más", tanto que cuando el planteó que se hiciera el Concurso Nacional de Teatro, la misma organización de Antorcha dijo: "Adelante", adelante y vamos a pisar a los mejores escenarios, así es como hemos pisado lugares muy precarios con muchas deficiencias para poder hacer teatro, vamos a demostrarles al común de la sociedad que también podemos pisar escenarios muy grandiosos, como el teatro de La Paz en SLP donde se desarrolla cada año el Concurso Nacional de Teatro.
¿Cómo se enfrentan a esta nueva forma de hacer teatro, novedosa para la época, por la limitación de espacios, de materiales, de vestuario?
-El hacía mucho con pocos recursos, era un inventor para que nosotros pudiéramos desarrollar el arte teatral.Recuerdo que cuando montamos la obra de Los perros de Elena Garro, teníamos un espacio en un inmueble ubicado en la calle 2 poniente, un lugar semiabandonado y nos pidió que limpiáramos y había mucho escombro y dijo Víctor "ese escombro no me lo quiten porque ese va a servir de escenografía, ese está perfecto para escenificar la obra.Todas las luces apagadas el día de la presentación, todo alumbrado con puras velas, se veía un lugar medio tétrico y la gente que empezó a llegar se preguntaba qué era todo eso.Víctor ambientaba, iluminaba.Los recursos no eran impedimento, siempre buscó la posibilidad de que cualquier ropa que tuviéramos la convertíamos en un vestuario que a él le gustaba para que nosotros pudiéramos desarrollar una puesta en escena.Los perros lo hicimos con calzones y camisas de manta y un vestido de manta para Pati Silva.Víctor resolvía muchas cosas.
Prepararon muchas obras de teatro ¿cuál es la que te marcó y por qué?
-Con la obra de El Cornudo Imaginario De Moliere es una obra cómica, yo me identificaba mucho con esa obra.Víctor era admirador de los clásicos Moliere, Shakespeare, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Darío Fo.El cornudo imaginario la presentábamos en ese pequeño teatro que teníamos en la 2 poniente 506 conocido como El Alero, un lugar reducido donde se ambientaba el lugar para hacer el teatro, éramos ocho o nueve actores, mientras unos estaban sentados otros estábamos actuando, terminaba nuestra escena nos sentábamos y entraban a actuar los demás, y el público, estaba a medio metro de nosotros.
¿Cómo fue creciendo el grupo de teatro de Víctor Puebla, cómo escogía a sus alumnos?
-En un principio la organización promovía y sigue promoviendo las Espartaqueadas culturales a nivel nacional, allá por 1989, 1990 en Tecomatlán empezamos con los concursos de teatro dentro de las mismas Espartaquedas culturales, ahí donde se desarrollaban los concursos de danza, poesía, oratoria, rondallas, canto, etcétera; ahí mismo también podíamos hacer teatro porque eran muy pocos los grupos que teníamos a nivel nacional, y en un día podíamos agotar las puestas en escena que traían los grupos de los estados de la República, de ahí Víctor conoció a jóvenes, algunos de ellos: Laura Castillo, Patricia Silva, ahora diputada local en San Luis Potosí, el compañero Jito que así le decimos de cariño, ellos venían de la CDMX, el maestro Víctor vio actuar también a Jaramillo que ahora es directora de la Técnica 64 de San Miguel Canoa, nosotros actuábamos y bailábamos, también se integró Tania Zapata y Cuauhtémoc Ramírez Cruz, ahora docente de la Técnica 64 de Canoa y yo.Nunca nos dejó, siempre nos dijo: Pues tú vas a ser el principal, ahora vas a ser tú, y nunca había distingo para con nosotros, podíamos ser los actores principales, podíamos ser los actores secundarios, en algunas ocasiones que a lo mejor no cumplíamos con los requisitos del personaje principal, venía la maquillada, para que pudiéramos hacer un viejito, para que pudiéramos hacer un jorobado, o sea, la transformación total, él se encargaba de hacer de nosotros los actores principales, aunque no tuviéramos las características, siempre nos dejó que nosotros igual propusiéramos para poder ayudarle en ese sentido, entonces Víctor escogía a sus elementos para la compañía, pues dependiendo de la gente que él creía conveniente para hacer teatro con nosotros, pues que estuvieran dispuestos a que así como podía escoger a un compañero que ya había actuado muchos años, pues también podía agarrar a un chamaquito de bachillerato, por ejemplo con Vania Mejía, una muchachita muy jovencita y ahora es una muy buena actriz, responsable incluso de la Compañía Nacional de Teatro, entonces, pues así Víctor nunca dijo: "Este por ser el mejor que se venga para acá, siempre buscó como las características del que quisiera estar en la compañía, del que quisiera hacer de verdad teatro, nunca tuvo distingos.
¿Cómo era un día en la actividad pedagógica de Víctor Puebla?
-El trabajo que realizaba Víctor Puebla con nosotros era desde muy temprano.Tuve la fortuna de ser de los fundadores de la Compañía Nacional de Teatro que ahora lleva el nombre de Víctor Puebla, antes solamente nos remontábamos a sábados y domingos no podíamos trabajar durante la semana porque todos éramos activistas, había maestros, otros compañeros que venían de la Ciudad de México, hay quienes venían de Michoacán, no podíamos estar toda la semana aquí pero los fines de semana le dedicábamos todo el día a trabajar con Víctor Puebla, era muy divertido porque aparte de que nos daba textos para memorizar teníamos la oportunidad de saber más de lo que Víctor ya traía como legado y nos nutría a nosotros, incluso, nos servía a nosotros donde trabajábamos ya como maestros y a los compañeros que hacían trabajo con los campesinos o colonos.
Más allá del hombre de teatro, ¿cómo defines la calidad humana de Víctor Puebla?
-Era un hombre muy sensible, muy preparado, siempre estaba estudiando, nunca dejó de actualizarse.él siempre lo dijo "voy a respetar la ideología del resto de mis colegas teatreros" y él iba repuntando en el terreno teatral aquí en Puebla, una vez que inició el Concurso de Nacional de Teatro de Antorcha, fue muy conocido por su trabajo artístico.él siempre tuvo una empatía entre nosotros, Víctor nunca dejó de actuar a pesar de que era el maestro, siempre actúo con nosotros.Se sumó a las actividades de estudio con nosotros, nunca se consideró superior a nosotros, jamás vimos una diferencia.éramos uno solo.
¿Qué responsabilidad sentías una vez que comenzaste tu formación teatral?
Era una responsabilidad muy grande.Cuando Víctor nos adoptó, siempre nos dijo que nosotros deberíamos ser directores de teatro.él decía que iba a dirigir y a actuar, pero sería el formador de directores teatrales del Movimiento Antorchista.Se trataba de una responsabilidad porque cuando empezábamos a dirigir un grupo de teatro en comunidades, pues, siempre quieres destacar y si te enfrentas con otros de tus compañeros, pues uno quiere ser el mejor obviamente, entonces, Víctor nos dejó ese espíritu, ser los mejores siempre en la vida diaria.Cuando nos presentábamos ante un público conocedor, sufríamos mucho, pero dejábamos todo en el escenario.
¿Cuáles han sido las principales satisfacciones?
-Yo nunca había hecho teatro, yo pertenecía a la Compañía de Danza, la doctora Soraya y el ingeniero Juanito impulsaron la formación del grupo de teatro.Actuar era algo nuevo para mí con esos atuendos que Víctor Puebla improvisaba porque no teníamos los recursos para hacer grandes producciones, eso también nos enseñó Víctor, improvisar vestuarios, escenografía.Ir a mostrarles una obra de teatro al pueblo, es una gran satisfacción, nos sentíamos satisfechos de ir a las comunidades y colonias a presentar nuestro trabajo artístico y ver que la gente gozaba cuando presentábamos una comedia, pero también la gente se conmovía cuando se trataba de una tragedia y eso, nos hacía sentir que estábamos en el camino correcto.Yo me siento satisfecho de haber participado en las primeras dos compañías artísticas que fundó Antorcha, la compañía de danza y teatro.
¿Te consideras discípulo de Víctor Puebla?
Claro, claro que sí.Nosotros somos sus seguidores. A 13 años de su muerte todavía lo seguimos recordando, nos duele su ausencia, el homenaje que podemos hacerle a Víctor Puebla es demostrando en los hechos su legado, transmitirlo a las nuevas generaciones y vayan haciendo su propio trabajo para que el pueblo siga recordando a Víctor Puebla.
Víctor Puebla dejó un legado artístico de alto impacto, su trabajo siempre tuvo un tinte crítico, ¿actualmente siguen el camino en el teatro que promueve Antorcha?
-Sí, claro que sí, yo he visto a los compañeros que el dejó como directores, o que hizo más bien como directores, aprendieron a distinguir entre el teatro común que se hace en la sociedad con el teatro que critica propiamente lo que está mal en una sociedad, lo político, lo social, incluso en lo filosófico pues porque muchos directores de teatro adoptan la posición idealista, lo más apegado a la religión, lo mejor que la gente puede observar, pero yo creo que los compañeros que fueron o que fuimos discípulos de Víctor Puebla y que aún se dedican a eso, es gente que si sabe distinguir, yo creo que los compañeros en el Concurso Nacional de Teatro, todos buscan obras, ¿De dónde las sacan? No sé, pero de que tienen que ir con lo mejor, con un sentido crítico incluso de lo que está viviendo propiamente la sociedad, sobre todo pensando en la división de clases sociales que existen, entonces los compañeros aprendieron mucho, es una lástima que por ejemplo yo no me dediqué propiamente a dirigir pero desde el lugar en donde estoy, porque yo soy director de una secundaria y de un bachillerato, desde el lugar en donde estoy, siempre promuevo la cultura y sobre todo el teatro con las características que Víctor nos dejó, el legado que él nos deja, incluso las obras que Víctor Puebla escribió pues es una crítica muy certera a la sociedad de nuestros tiempos, entonces yo creo que nosotros nos identificamos mucho los jóvenes con los grandes directores que Víctor Puebla dejó, en el Movimiento Antorchista siguen la línea.
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