Después de la gran movilización social, el pasado domingo 13 de noviembre, la rabia presidencial se dejó sentir con dos respuestas: convocó a movilización para el 27 de noviembre y dijo que haría reformas secundarias a la ley para hacer los cambios que a él le convienen del INE (que ya adelantaron especialistas son violatorios de la constitución de México), como compactar al INE.
En relación con la marcha, resulta que Palacio Nacional va a usar los recursos de todos los mexicanos para ser oposición de la oposición. Si el presidente Andrés Manuel López Obrador no reúne gente en todos los estados, como lo hizo la ciudadanía, quedará claro que no tiene el nivel de convocatoria que dice tener y si mueve a los empleados de los gobiernos de Morena, a los que reciben un apoyo bajo la amenaza de quitarles ese apoyo, etc., entonces, quedará claro que la movilización no es auténtica, sino se trataría de una movilización de Estado.
Esta actitud no es nueva, pero tampoco es nueva nuestra denuncia en contra del régimen autoritario que se quiere imponer con la mal llamada Cuarta Transformación. En este sentido hay que decir con toda claridad que la posición del Movimiento Antorchista Nacional en torno a la defensa del INE no es resultado de la movilización que acaba de suceder, no. Nosotros, a través de nuestro dirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, hace nueve meses hizo un enérgico llamado a la nación.
Este gobierno no tolera que haya instituciones que no le obedezcan ciegamente y ha decidido castigarlas, primero, por la vía del presupuesto, pues ya van ocho mil millones de pesos que le ha recortado al INE y, al propio tiempo, le exige que haga sus funciones con la misma calidad y garantía. Es como si fabricar una llanta costara 1800 pesos y le quitaran 800 pesos al fabricante de llantas y quisiera el gobierno que la llanta saliera con la misma calidad, ¿es eso posible? No lo es. Pues eso quiere el gobierno, que haga sus funciones el INE sin recursos con el afán de reventarlo, de que quede mal y luego criticarlo por que no hizo su trabajo.
Una vez golpeada la institución con la recortitis de Morena, en segundo lugar, va la ofensiva legislativa, es decir, hacer modificaciones para acotarlo, limitarlo en sus funciones; sin embargo, como ya vio el gobierno que no podrá hacer cambios constitucionales, entonces, va por los cambios a leyes secundarias para lograr propósitos similares a los que se proponía con la reforma constitucional.
Este gobierno se vale de un argumento falso: que el INE sale muy caro. ¿En serio? El INE, después de hacer su balance financiero y concluir lo que se necesita para gastos de operación, cubrir el gasto que implica el padrón electoral (que representa, por cierto, el 30 por ciento del gasto del INE) y para cubrir las dos elecciones a gobernador que vienen: la del Estado de México y la de Coahuila, el INE solicitó recursos por un poco más de 26 mil millones de pesos; sin embargo, Morena en el PEF 2023 recortó más de 6 mil millones de pesos a los ramos autónomos, entre ellos, mil millones al poder judicial, pero al INE fue a quien más le recortó quitándole 4 mil 475 millones de pesos (68 por ciento del recorte hecho por Morena).
Finalmente, al INE le dejaron sólo 22 mil millones de pesos, pero lo que no dice este gobierno es que, si el INE les parece caro, entonces, ¿cómo les parece el gasto del tren maya?, pues al tren maya le asignaron 142 mil millones de pesos, es decir, seis y media veces más que lo que le dejaron al INE y el tren maya va a recibir en términos prácticos el mismo presupuesto que van a recibir las fuerzas armadas de México. ¿Qué les parece? Es retórica: quieren generar la impresión de que el INE es muy caro, pero no lo es para las funciones que desempeña. Por ejemplo, ¿la credencial de elector te la cobran? No, ¿verdad? Y no es barata, pues el padrón electoral, que debe actualizarse constantemente, tiene inscritos a más de 90 millones de mexicanos. Si cambias de domicilio, si pierdes tu credencial o si te la roban, el cambio también es gratuito, pero cuesta, por ello es demagogia de este gobierno decir que es muy caro el INE, cuando el verdaderamente caro es el tren maya.
Por eso, antes de la marcha nuestra posición ha sido clara: no vamos a votar a favor de ningún cambio que le quieran hacer al INE. Aquí quiero también aclarar lo que dijo Viridiana Ríos en su columna: “En una democracia los llamados a mantener el statu quo rara vez ganan elecciones. Son las esperanzas las que lo hacen. El rechazo a una reforma de Obrador no es suficiente para construir oposición. Se requieren ideas, no solo la manutención de lo establecido. Es casi una ironía que la oposición considera una victoria el que miles de personas hayan salido a defender una institución que le ha dado sus más grandes victorias a López Obrador.”
En este punto diré que los antorchistas no planteamos una manutención de lo establecido y sí planteamos un discurso ideológico claro y nos hemos convertido en una oposición segura y valiente en contra de la dictadura que quiere imponer la 4T y en ello deriva la importancia de nuestra posición: no es la defensa al INE a ultranza lo que nos mueve a defenderle, el INE, como toda institución humana es perfectible y debe tener defectos; sin embargo, por el INE pasa el camino hacia la dictadura y nuestra defensa a esta institución es un acto de defensa de la libertad del pueblo de México ante el autoritarismo, ante la dictadura. Es nuestra defensa al INE una protesta enérgica contra la dictadura, contra el autoritarismo.
Viridiana Ríos aseguró que “la protesta en favor de mantener instituciones es un privilegio que muy pocos pueden darse. Por eso, a la marcha de ayer solo fueron personas politizadas, personas afectadas directamente por las decisiones de López Obrador o personas a quienes el statu quo económico les disgusta, pero no les parece del todo inaceptable. Los sin tierra, los sin voz, las personas de los deciles más bajos de ingreso ni se enteraron, ni les importó porque para ellos mantener las cosas no es importante, lo que importa es cambiarlas”. En esto, la doctora Ríos es imprecisa, pues los antorchistas ya estábamos enterados del problema hace nueve meses y si se hace necesario estamos listos para defendernos en contra de la autocracia y nuestros compañeros están politizados y entendidos de que defender al INE significa luchar contra la dictadura.
Llamo a los antorchistas a que estemos pendientes de que este gobierno no se apodere de los órganos que nos han dado certidumbre democrática, pues de ser así, como hemos dicho, abriremos el camino hacia la dictadura. Es momento de reconocer que la democracia en México es perfectible, pero, al mismo tiempo, es tiempo de denunciar que en nombre de un supuesto combate a la corrupción quieran deshacerse de todo lo que huela a oposición. Por ello, los antorchistas en la cámara votaremos en contra de la reforma constitucional que pretende imponer el presidente de la república.
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