Para referirse al último año de algún gobierno, donde los funcionarios aprovechaban el vacío de poder para llevarse la mayor cantidad de recursos y beneficios posibles, el ingenio popular creó el dicho popular: "Estamos en el año de Hidalgo: […]ingue a su madre el que deje algo"; algunos más cínicos y directos, tratando de justificar sus nefastas acciones lo definen así: es el último año de gobierno, robemos todo lo que podamos. Indudablemente que esto es un crudo reflejo de la corrupción que ha caracterizado a la administración pública en México y otros países; se dice que la frase inició durante el primer periodo de gobierno del PRI en el poder federal, y a finales de esta etapa, durante la década de los ochentas, se popularizó otro dicho derivado del original: es el año de Carranza, porque el de Hidalgo ya no alcanza.
En Colima al gobierno de Mario Anguiano Moreno le quedan poco menos de dos meses, y a decir verdad, a muchos colimenses pobres nos parece una eternidad; además, muchos de los que nos mantenemos al tanto del discurrir de estos últimos días de la actual administración, no logramos entender a ciencia cabal, la manera de razonar del gobierno y de sus asesores, pues cada vez que salen a dar comunicados ante los medios, sólo es para enardecer mucho más el descontento de los sectores más maltratados de la población, como si se buscara con ello, generar un clima de crispación social insoportable al gobernante venidero; esto no tendría nada de raro entre políticos, pero resulta que el próximo gobernante que llega, es del mismo partido del que se va.
Veamos algunos datos: desde el pasado día 9 julio, el periódico el Diario de Colima anunció en su columna "Jueves Político" un presagio nada alentador "Gobierno Quebrado" lo tituló, y en él se afirmaba que la deuda bancaria del gobierno del estado ascendía ya, a la cantidad de 3 mil millones de pesos; para el 18 de julio la crisis estatal ya era evidente, "Exigen al Gobierno pagar a burócratas" decía la nota, y más adelante: "Abogados exigen al Gobierno del Estado que les pague la quincena que les adeuda a los trabajadores del Poder Judicial y de confianza"; para el 29 de julio la nota fue: "Reconoce Secretario de Gobierno adeudo de retroactivo a policías" (debo, no niego). Pero la bomba explotó el primero de agosto, "Despiden a más de mil burócratas" se dijo en un comunicado oficial, y el Gobernador, el Secretario de Gobierno y la Titular de Finanzas y Administración, salieron a declarar en el mismo diario citado arriba, que desde mediados del año 2013 se detectó un desvío de recursos por 600 millones de pesos y culpó a su exsecretario de finanzas; dijo además que el desequilibrio financiero del estado, representa un déficit de mil 598.5 millones de pesos, que aunque no se superara la crisis en esta administración, lo que se busca es dejar las bases para que el gobierno que entre no enfrente la misma situación; reconoció que la deuda pública del gobierno es de 2 mil 223 millones de pesos, y que luego de un estudio minucioso de todos sus asesores, encontraron que la solución al "desequilibrio financiero" es: despedir a más de mil 50 trabajadores de contrato y reducir los salarios. Qué bueno que estos señores no son médicos, porque serían de los que recomendarían matar al enfermo para curarle de sus dolores.
Y como dice el dicho, lo que tenía que pasar pasó: a diario, en el gobierno se está despidiendo a los trabajadores de contrato (sin palancas, mejor dicho), se dice que por lo menos 800 maestros quedarán sin trabajo; se dejó de pagar los apoyos a las personas de la tercera edad y ahora se la pasan haciendo plantones; se está cancelando la modalidad de Tiempo Completo en las escuelas primarias; se canceló la obra pública, sobre todo en los sectores más pobres; y para colmo de males, ante la ineficiencia del Sector Salud, vino un mosquito e infectó de chikungunya a más de la mitad de los colimense pobres; ahora, los colimenses ya no saben de quién cuidarse más: del Gobernador y sus medidas financieras, o del mosquito.
Pero cuando ya estábamos a punto de resignarnos a las medidas financieras del gobierno, una nota periodística nos cayó como rayo en cielo sereno: "Retiro Millonario" se encabezó la nota, y en el cuerpo de la misma se dijo "Cada uno de los 25 diputados obtendrá un millón 440 mil pesos, al mes los diputados destinaron 20 mil pesos de su sueldo y el estado les otorgó otra cantidad similar, el poder legislativo repartirá 36 millones de pesos" y más adelante, "Se niegan diputados a renunciar a los 1.44 mdp". La pregunta obligada es ¿la crisis financiera que anunció el Gobernador es sólo para la clase trabajadora de Colima que no tiene poder?
Esta carga desigual de las consecuencias de la actual crisis financiera que declara el gobierno, me recuerda a la ley del embudo, la parte ancha y opulenta de los beneficios de la economía, siempre toca a los ricos dueños del poder económico y político y sus defensores del Congreso, mientras que la parte pequeña, aquella que de tan delgada casi parce un cuerno, es para el pueblo trabajador y sus defensores. Y ahí están para probar lo que digo los trabajadores despedidos y desempleados, los profesionistas y sobre todo los profesores con salarios de hambre, los ancianos en plantón, los niños trabajadores o sin escuelas de Tiempo Completo, los pueblos y colonias pobres sin obra pública y además de todo esto, medio Colima sufriendo los dolores del chikungunya. Sí, no cabe duda, creo que ahora ya estamos en el año de Carranza.
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