Tanto la crisis sanitaria, provocada por la irresponsabilidad y negligencia en la manera de enfrentar la pandemia por coronavirus, así como la falta de apoyo a los damnificados ante los desastres naturales y sus efectos, muestran la total incompetencia del actual gobierno morenista; lo muestran como un gobierno de ocurrencias y políticas erradas que sólo busca favorecer a los dueños del dinero, haciéndolos más ricos y poderosos, y, por otra parte, ha llevado a un grado mayor de empobrecimiento y más miseria para el grueso de la población, en especial para la clase trabajadora.
Desde que llegó el Covid-19 a México (el primer caso se detectó el 27 de febrero del 2020), la población está expuesta a contagiarse y enfermarse gravemente, y, en consecuencia, ir a parar a los hospitales, donde en muchos casos por no contar éstos con las condiciones de personal, de espacio, de medicamento, se deja morir al paciente. Pero el viacrucis emocional y de desgaste económico que vive la familia; una vez que fallece el familiar con coronavirus se requiere la caja de madera, así como solventar los demás gastos funerarios; verse, pues, en la obligación de conseguir más recursos para darle sepultura a su ser querido. Todo lleva a la familia de la persona que falleció, una vez echo lo imposible, no escatimando los escasos recursos, quedar en no pocos casos en la ruina y con deudas que pagar.
¿Y con los desastres naturales quién sale más perjudicado? ¿Y qué hace la administración federal cuando acontecen éstos? Veamos. Con las devastadoras lluvias, provocadas por la temporada de huracanes, que en estos días azotan a gran parte del sur y centro del país, como en Veracruz y Tabasco (que dicho sea de paso es la tierra del presidente de la república), queda una vez más desnuda la gran pobreza que vive el pueblo de México, y no sólo eso, sino que ahonda más esa miseria, ya que estos desastres naturales perjudican más a los más pobres que viven zonas de riesgo. Un huracán, y las lluvias torrenciales que provoca, son fatales para los que viven en las partes bajas, o en las orillas de ríos, en zonas de deslave o en las mismas sierras, es decir, gente que viven en los cinturones de pobreza extrema y marginación, no sólo en las principales capitales sino y sobre todo en los municipios más apartados. Queda claro que el actual gobierno de la 4T, que desapareció el Fonden, muestra su total incapacidad e insensibilidad para defender o proteger a los más vulnerables; son incapaces en los hechos de tender una mano solidaria al pobre, como lo prometieron en campaña. Cruda realidad.
A tres años de gobierno de la 4T, sólo vemos una dictadura que no admite oposición de ningún tipo. Si no quieres ser perseguido por instituciones como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que preside Santiago Nieto, personaje obsecuente a los dictados de AMLO, tenemos que pensar como ellos y estar desacuerdo con lo que hagan o digan los señores de este gobierno corrupto.
La pobreza está en su máximo esplendor. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), es una institución con autonomía técnica y de gestión que tiene como objeto coordinar la evaluación de las políticas y los programas de desarrollo social, así como medir la pobreza, de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social. Pues bien el Coneval y algunas otras instituciones del mismo Gobierno Federal, dicen que en esta administración morenista hubo un incremento en más de diez millones de pobres más, y muchos de ellos eran de clase media, que tenían sus pequeños comercios y negocios, pero debido al nulo apoyo durante la pandemia por parte del gobierno de la 4T se vieron en la necesidad de cerrar sus pequeños negocios ya que su capital no fue suficiente para aguantar los embates de la crisis sanitaria y económica, y, en consecuencia, pasaron a engrosar las filas de los pobres de este país.
En estos tres años que restan al actual gobierno, debemos hacer que el pueblo trabajador, creador de toda la riqueza, conozca el verdadero rostro de la 4T y que vea la triste realidad que vive nuestro país por la política neoliberal de este gobierno que sólo hace más ricos a los ricos. Por eso los pobres debemos tomar conciencia de la situación que vive el país y actuar en consecuencia, organizándonos y luchando por un México más justo y generoso.
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