Y lo que no se ve, pero que ha sostenido por diez años el concurso, su preparación y excelente organización, durante doce meses buscando participantes en las categorías infantil, juvenil A, juvenil B, libre estudiantil, libre campesino y popular, así como semiprofesional, entre el pueblo, en las escuelas, comunidades campesinas, colonias populares que además de trabajar, cantan.

Se dice sencillo, pero es una labor titánica, tomando en cuenta que la población en general está ocupada con su trabajo diario, sometida a presiones económicas, por no encontrar empleo, por no cubrir sus necesidades de comida, vestido, salud, transporte, educación, etcétera, con el salario que obtienen por la venta de su fuerza de trabajo, además del riesgo de ser víctimas de la de inseguridad que campea en todo el territorio.

¡Es una locura!, diría más de uno que considera que hay asuntos más importantes que atender, y no hay tiempo para que la gente cante, se deleite y exprese poéticamente los sentimientos más comunes como el amor, el dolor, la tristeza, el miedo, la nostalgia o la alegría aún en su pobreza, atrapadas en las letras de cada canción que entonan los participantes. 

Hay que trabajar duro y continuo si quieren sobrevivir, el canto, la poesía, el baile, el teatro, es para otros, los que tiene talento, los que tiene solvencia económica, tiempo disponible y un patrocinador con influencia, de lo contrario inútil el intento de desarrollar las capacidades artísticas de los mexicanos.

Pero el Movimiento Antorchista Nacional, lejos del desánimo y de abandonar la potencialidad que lleva el trabajo colectivo de los mexicanos, a través de las bellas artes, brinda a niños, jóvenes y adultos la alternativa de cultivar su sensibilidad interpretando las canciones de todo un  abanico de compositores mexicanos, como María Grever, Juventino Rosas, Consuelo Velázquez, Manuel Esperón, José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Manuel M. Ponce, Ignacio Fernández ´Tata Nacho´, entre muchos otros, así como extranjeros, llenando el escenario de colorido vocal y musical. 

“Pensando en la formación del gusto, en la refinación de la capacidad del individuo para escuchar y paladear la música, el canto”. “Para entender y degustar de la música se necesita oído, sensibilidad e intelecto” ha dicho el Ing. Aquiles Córdova Morán, uno de los hombres más cultos de México, en su obra. 

Y así, año con año la labor artística fomentada por el antorchismo nacional, hace hincapié en que al pueblo mexicano se le debe tomar en cuenta para educarlo, organizarlo y lanzarlo a la conquista de sus derechos, haciéndolo sensible para que junto con sus hermanos de clase no acepte seguir siendo utilizado vilmente como carnada electoral, llevándolo solo a emitir su voto o en consultas a mano alzada, como acostumbra hacer López Obrador cuando le conviene para imponer sus iniciativas que no transforman en nada bueno la situación del pueblo mexicano. 

Por el contrario, el Movimiento Antorchista Nacional elimina en los hechos la mancha que sobre él se cierne, incluso por el propio presidente López Obrador, como lodo que lanza sobre un campo florido de margaritas. Mis más sinceras felicitaciones y mi reconocimiento a todos los participantes, al público y a los organizadores de este X Concurso Nacional de Voces, por hacer que aún en la oscuridad, el pueblo cante.