La historia cada vez se vuelve más impredecible. Cuando hablamos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), notamos que durante el periodo de su mandato se encuentra primero en todo el poder, después se encuentra el pueblo.
Cuando hablamos de educación no es para menos. Muchos de los estudiantes ya no regresan a clases por falta de recursos. Al parecer AMLO solo da el grito de independencia. Benito Juárez dijo “El respeto al derecho ajeno es la paz” y al parecer AMLO solo lo toma de referencia cuando es fecha patria.
De acuerdo con la subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Asa Cristina Laurell, la esencia de la Cuarta Transformación de México es poner en primer lugar a la población más rezagada. La historia cada vez se vuelve más impredecible.
Cuando hablamos de educación no es para menos. Simplemente seguimos en el mismo camino de siempre. Promesas y más promesas, normas, leyes y falta de aplicación en ellas.
El gobierno debería de ser el primero en apoyar la educación de su juventud; sin embargo, justifican sus acciones detrás de una enorme sonrisa, simplemente responden que ellos hacen lo mejor que pueden, la pregunta aquí es ¿en realidad lo hacen?
El gobierno debería de ser el primero en apoyar la educación de su juventud; sin embargo, justifican sus acciones detrás de una enorme sonrisa, simplemente responden que ellos hacen lo mejor que pueden, la pregunta aquí es ¿en realidad lo hacen?
Obviamente no, gasta los recursos en actividades o programas para que se beneficien unos cuantos, pero ¿por qué no apoyar a los jóvenes?, ellos que son el futuro de México. Son los que menos culpa tienen y los más perjudicados. Tenemos el tema de los nuevos libros, las nuevas modalidades y demás. Pero por qué no en lugar de estar pensado en qué gastar el dinero del pueblo, por qué mejor no les paga a los maestros unos cursos para que estén en constante capacitación. Invertir en los maestros para que puedan ofrecer mejores clases a sus alumnos, pero que esperanzas tenemos de los cursos a maestros si ni siquiera les ha pagado.
Ahora imagínense sin pago a maestros creen qué será lo mismo. Por más amor al arte que tenga un maestro no va a dejar de comer solo por qué le gusta dar clases y tarde o temprano dejará a sus alumnos por un futuro mejor y esto no es cosa de los maestros, es culpa del mal gobierno y por si fuera imprimió libros de texto para los nuevos aprendizajes.
Los niños no se han puesto al corriente con el rezago que traen por pandemia, mucho menos van a poder con estas nuevas modalidades, pero bueno es un plan mal trazado que bien o mal pues lo tenemos que seguir, pero lo que no podemos seguir es dejar que avancen. Los invito a organizarse y dar la lucha contra este mal que nos daña día con día.
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