Este volumen es un compendio de dos conferencias que impartió el secretario general del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, en los años de 1990 y 2002. Las pláticas tratan, esencialmente, de las transformaciones físicas y espirituales que se operan en el hombre que practica arte, así como de la importancia que tiene el arte en una sociedad que se encuentra marcada por la división de clases y el injusto reparto de la renta nacional.
Desde que el capitalismo mostró su verdadero rostro, la pobreza y la violencia son cada vez más notorias; sin embargo, a los dueños del dinero no les interesa que los datos se conozcan, y si se conocen, hacen lo posible para que la gente no se indigne. Es en ese sentido que la ideología que se difunde a través de las redes sociales, los videojuegos, la televisión, las revistas, etcétera, gira, en su mayoría, en torno a una vida dentro de una realidad virtual, a un mundo de aparente felicidad, que poco a poco nos va desconectando de la vida real, tan es así, que cuando vamos por la calle y nos detenemos a observar a las personas, incluso a nosotros mismos, nos encontramos con un panorama que nos recuerda alguna escena zombie, donde toda la atenciónde nosotros está en un aparato.
El mundo poco a poco comienza a perder la capacidad de asombro, es decir, la sensibilidad. Mirar la pobreza ya casi no nos sorprende o, peor aún, vivirla ya nos parece normal; los indigentes, las prostitutas, los niños pidiendo limosna, la violencia; es decir, la miseria humana, son parte del paisaje diario de una ciudad o “riqueza cultural” en los pueblos.
Pero asombrarse es la primera reacción que el ser humano tiene ante lo equivocado, lo grosero, lo inusual o lo absurdo de las acciones humanas; así que, si se pierde esa capacidad humana, si hasta la más anómala acción hecha por un delincuente o el disparate lógico más evidente dicho por un gobernante no provocan asombro y enojo, mal encaminada va la sociedad.
Acostumbrarnos a esas circunstancias, normalizar la podredumbre social adormece la conciencia y elimina el espíritu crítico del ser humano. Perder la capacidad de asombro y análisis es peligroso no sólo para el individuo, sino para la sociedad entera, ya que deja campo libre a los gobernantes y a las empresas para hacer y deshacer a su antojo.
Ante esta realidad, el Movimiento Antorchista se ha dedicado, desde su nacimiento, a educar y organizar al pueblo trabajador, sobre todo a las capas más marginadas de nuestro país, entendiendo como “educar” el hacer que la gente piense y analice correctamente su realidad para que, a su vez, comience a transformarla. Es así como el fundador de esta organización y autor de este libro, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, viene trabajando desde hace más de 45 años, explicándole al pueblo el origen de sus problemas y los medios para solucionarlos; y dentro de esta tarea de organizar y educar a las capas más pobres se encuentra también la liberación del espíritu, pues el líder antorchista está convencido de que no sólo existe la esclavitud material, sino también la espiritual, y de que para liberarse de las cadenas que atan al hombre al trabajo esclavizado, primero debe liberarse de las cadenas que atan a su espíritu. ¿Cómo hace el Movimiento Antorchista esta loable tarea? A través del arte: “para Antorcha la cultura lo es todo: es el cultivo de la inteligencia y la sensibilidad”.
El libro que ponemos a su disposición está dividido en tres secciones. En Historia, desarrollo e importancia del arte, se expone la visión artística del Movimiento Antorchista; ahí, el lector encontrará una brillante exposición, a la vez que didáctica y sencilla, sobre qué es el arte, cómo surgió y cuál su verdadera función dentro de las sociedades humanas.
En La situación del arte actualmente, el autor expone el origen de lo que mala e incorrectamente se conoce como “arte” en estos tiempos de industrialización y posmodernidad, así como la actual prostitución del arte al hacer de éste y del artista una mercancía y la consecuencia de que en las sociedades modernas el hombre se vuelva cada vez más unilateral.
Por último, La necesidad del trabajo artístico de Antorcha es la conclusión a la que el Movimiento Antorchista ha llegado sobre el papel que debe jugar el arte en la sociedad actual, utilizándola como esa herramienta que puede y debe servir para transformar al hombre en un ser más sensible, más integral y más completo y, como conclusión obligada, que el arte debe dejar de verse como un negocio para retornar a sus raíces, al pueblo que le dio vida y lo ha alimentado por siglos.
Finalmente, el autor pone de manifiesto que la concepción artística del Movimiento Antorchista ha rendido sus frutos, pues en la actualidad la organización realiza eventos artísticos a largo y ancho del país y durante todo el año. Entre los más exitosos, se pueden destacar las Espartaqueadas Culturales y Deportivas, el Encuentro de Teatro, el Concurso Nacional de Declamación, el Concurso Nacional de Canto, el Concurso de Folclor Internacional y eventos deportivos como el Encuentro de Futbol y el Concurso de Voleibol y Basquetbol. No hay duda, pues, de que Antorcha contribuye a la formación de mejores ciudadanos al lograr, mediante el fomento del arte, que los mexicanos se alejen de los vicios a los que están expuestos en la actualidad y evitar que se conviertan en lúmpenes sociales. Aquellos que se propongan leer el libro sin prejuicios políticos ni ideológicos encontrarán en sus páginas grandes lecciones de historia, filosofía, pedagogía, economía y, sobre todo, el santo grial que nos permitirá construir una mejor sociedad para todos los mexicanos: el arte enraizado en el pueblo.