El imperialismo como fase superior del capitalismo
Lenin afirma que la esencia económica del imperialismo es el monopolio, lo cual señala ya en qué lugar histórico se ubica el capitalismo imperialista, “pues el monopolio, que nace única y precisamente de la libre competencia, es el tránsito del capitalismo a una estructura económica y social más elevada” (Lenin, 1975, p. 154). El imperialismo, estructura elevada del capital, se constituyó con base en cuatro elementos (Lenin, 1975, pp. 154-155): en primer lugar, por la formación de grupos monopolistas que predominaron desde inicios del siglo XX y que fueron consecuencia de la centralización de la producción. En segundo lugar, resalta el recrudecimiento de la lucha por las principales fuentes de materias primas, que a su vez ha colocado al gran capital en un nivel con más poder y provocó desavenencias entre el sector industrial. En tercer lugar, tuvieron importancia fundamental los bancos, que se convirtieron en monopolistas del capital financiero. Y, en cuarto lugar, el imperialismo pudo surgir gracias a la vieja política colonial, que en 1900 sufrió una reconfiguración con el nuevo reparto del mundo. Las causas del imperialismo establecidas por el autor ruso que definen característicamente al capitalismo, establecen una relación entre política y economía, en tanto que se juegan elementos de la producción y operaciones políticas coloniales.[1] De modo que el capitalismo no tiene sus causas únicamente en factores económicos sino que se constituye también con base en relaciones extra-económicas, tales como acciones violentas de despojo.
Se observa que la caracterización del capitalismo imperialista de Lenin conserva características fundamentales presupuestas por Marx, a saber: la división entre propietarios y productores y la acumulación y expansión del capital. No obstante, Lenin añade una característica que contribuye a que la definición sea cualitativamente distinta: la preeminencia del capital financiero y de los monopolios. Tales fenómenos no tuvieron lugar en los análisis de Marx debido a que el desarrollo histórico no llegaba aún a ese punto.
Lenin plantea que durante la etapa imperialista del capitalismo, se evidencia un fenómeno de concentración monopolista que afecta tanto al ámbito productivo como al financiero, siendo el capital bancario un actor relevante en este proceso. En esta fase, el capital bancario se convierte en una fuente esencial de financiamiento, ya que su capacidad para centralizar el crédito le otorga un control completo sobre las inversiones y el ciclo económico en su conjunto. Como consecuencia, se da una fusión tanto financiera como administrativa entre las industrias, representantes del capital productivo, y los bancos, que encarnan el capital bancario. No es fortuito que en esta etapa imperialista se denomine a este nuevo tipo de capital respaldado por banqueros y grandes rentistas en general, como capital financiero, dado su papel dominante en la configuración de la economía.
En este sentido, en la fase superior del capitalismo, en lugar de que la reproducción se limite a la mera exportación de mercancías, se destaca el surgimiento de la exportación de capital como un elemento central, con el capital financiero asumiendo un papel protagónico (Lenin, 1997, p. 79).
*Con autorización del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales
[1] Con respecto a Estas, Lenin alude a las colonias africanas despojadas por las potencias europeas, cuando aquellas “representaban una décima parte de ese continente, como ocurría aún en 1876, la política colonial podía desenvolverse de un modo no monopolista, por la “libre conquista”, pudiéramos decir, de territorios. Pero cuando las 9/10 de África estuvieron ocupadas (hacia 1900), cuando todo el mundo estuvo repartido, empezó inevitablemente la era de posesión monopolista de las colonias”. (Lenin, 1997, p. 155).
0 Comentarios:
Dejar un Comentario