El 8 de marzo de 2021 fue el “Día Internacional de la Mujer”. Se conmemora la lucha de la mujer por mejorar sus condiciones de trabajo, desde la tragedia ocurrida a 140 mujeres en la fábrica Cotton, de Nueva York, en su lucha por reducir la jornada laboral a 10 horas y mejores condiciones salariales, y que fueron brutalmente quemadas vivas el 8 de marzo de 1908. Hoy, a más de un siglo, la mujer sigue oprimida y en la sociedad dividida en clases su opresión es doble: primero, por el sistema patriarcal, el sistema de monogamia, donde la cabeza del hogar por tradición es la figura del hombre, tiene su origen en la dependencia económica de la mujer, por ello se le exige obediencia y por eso se le somete, ya que depende de los ingresos de su pareja para subsistir, por ello es necesario que la mujer también participe en la vida económica del hogar, con ello contribuirá también al desarrollo familiar; y es más explotada y oprimida en la sociedad dividida en clases sociales, por lo que no basta integrarse a la vida laboral, no basta ser productiva, no basta ser profesionista, lo más importante es cambiar la sociedad en que se da la opresión de una clase social sobre otra.
En México es necesario tener conciencia de clase, saber a qué clase pertenecemos, y con ello luchar para transformar la vida de la sociedad, aunque en nuestro país la mayoría de la gente cree que vive en clase media lo que es un error gravísimo, que hace imitar en comportamiento a las clases adineradas, pero la realidad es más cruda, según cifras oficiales del Coneval, el 80% de la población tiene por lo menos una carencia: de salud, de vivienda, de acceso a la educación, de un lugar digno donde vivir, de un coche para transportarse, en fin que hay alguna falta de algo y para ser de clase media la regla es tener todas sus necesidades satisfechas. No tendrían que depender de un empleo, tendrían que ser generadores de empleo, ser empleadoras y no en pequeñas unidades con menos de 10 empleados, eso no los hace clase media. Tomemos conciencia: no es la lucha contra el hombre, es la lucha es contra un sistema opresor, es la lucha es por mejores condiciones para hombres y mujeres, para una vida digna.
Hoy, en nuestro país el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, que prometió mucho pero sus resultados son muy pobres, dijo con respecto a la mujer: dar atención médica de calidad, dar trabajo y sobre todo dar atención a víctimas de violencia y a perseguir los crímenes de odio, prometió ser un gobierno feminista. Pero en realidad se ha convertido en el más retrograda, el que más ha atacado a las mujeres con sus acciones, veamos algunas: desde el primer año de su gobierno se cancelaron 20 programas de apoyo a la mujer, destacando la cancelación de estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras, desapareció el programa de Equidad Educativa de la Secretaría de Educación Pública, cancelación del programa de Inclusión y equidad de género y el de Apoyo para la Promoción del Respeto a los Derechos Humanos y atención de Víctimas del Delito, a cargo de la hoy Fiscalía General de la República.
Suma y sigue: recientemente, mujeres que fueron violadas por el senador Félix Salgado Macedonio, que se han atrevido a denunciar públicamente esos delitos sexuales, no han obtenido atención de parte del presidente. Y el flamante violador será premiado dándole la candidatura a gobernador por Morena, con el respaldo del presidente más misógino de la historia, que en su “mañanera” dijo: ‘ya chole’ con los ataques a Salgado Macedonio y le han dejado sus derechos políticos intactos, incluso la comisión de honor y justicia de ese partido lo dejo pasar, además ha colocado un muro alrededor de Palacio Nacional, con el pretexto de cuidar los monumentos históricos, pero en México ¿quién cuida a las mujeres?, ¿quién las defiende? Antes había refugios para mujeres violentadas y maltratadas, con el pretexto de la corrupción fueron cancelados. Algunos argumentarán que la violencia es generalizada, que los hombres están muriendo también y eso es cierto, por lo que el problema no es solo de las mujeres. El problema de la violencia tiene su origen en la pobreza.
Uno de los aspectos que debemos impulsar como mujeres que queremos el desarrollo personal es la preparación, misma que le dará más oportunidad a la mujer de incursionar al trabajo remunerado, en cualquier ámbito laboral, ahora ya no hay restricciones de género por lo que la mujer puede ser ingeniera, arquitecta, astronauta, química, bióloga, etc.
El enemigo no es el hombre, el enemigo es la pobreza, es el sistema, y ello nos lleva a una lucha en la que no debemos ir solas sino acompañadas con los hombres por la distribución de la riqueza, esto no es fácil, pero es necesario hacerlo.
Es necesario que las mujeres tengamos conciencia de que la participación política es importante y urgente para luchar por una vida digna, es importante que hagamos caso al llamado del ingeniero Aquiles Córdova Moran, a que se integren a las filas del Movimiento Antorchista para luchar por la distribución más justa de la riqueza nacional. No es un camino fácil, es la lucha y por tanto no se tienen resultados de la noche a la mañana, pero ya vimos que apoyar a Morena y a su Cuarta Transformación no es la salida, por lo hecho hasta el día de hoy por Andrés Manuel López Obrador, en estas próximas elecciones ni un voto a Morena, ni a sus partidos satélites.
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