El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo que tiene como objeto coordinar la evaluación de políticas públicas, así como medir la pobreza de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social, estima que la pobreza aumentó entre 8.9 y 9.8 millones de personas que no pueden cubrir el gasto de los alimentos básicos después de la crisis económica derivada de la pandemia de covid-19
Según datos del portal Datosmacro.com, del 9 de mayo de 2022, en México se reportaron 324.465 personas fallecidas por coronavirus con una tasa de pacientes confirmados de 9.18 por cada 100 mil habitantes, por su parte el portal eleconomista.com.mx
Pero la pandemia de la covid-19 no solo cobró la vida de decenas de miles de mexicanos, sino que ha orillado a la pobreza a millones, a pesar de los programas sociales impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En su más reciente informe, el Coneval señaló que debido a la crisis desatada por el nuevo coronavirus, entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos han caído en la pobreza debido a una disminución de sus ingresos, estimaciones que, según la institución, “muestran pérdidas importantes en los avances que se han logrado en materia de desarrollo social, amenazando la capacidad de recuperación de los ingresos de los hogares”; además, asegura que las transferencias monetarias que el Ejecutivo federal hace dentro de su política social son medidas temporales que, aunque necesarias, no han mitigado los estragos causados por la pandemia en las poblaciones más vulnerables.
Por su parte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estima que México se encontraría ubicado como el cuarto país que vería acrecentar más el porcentaje de personas en situación de pobreza, incluso más que el promedio de la región, y el quinto que más aumentaría en pobreza extrema entre los países latinoamericanos.
El Coneval explica en su informe, que en 2018 se estimaba que 61 millones de mexicanos vivían con un ingreso inferior a la línea de la pobreza, por lo que bajo el escenario planteado por la crisis de la covid-19, ese número aumentaría a más de 70 millones de pobres, es decir más de la mitad de los mexicanos si tenemos presente que somos más de 127 millones. Este aumento en los números de pobreza es el impacto más dramático que han tenido, en la economía mexicana, las medidas de contingencias tomadas para hacer frente a la crisis sanitaria, como el cierre de comercios y la suspensión de actividades que no son consideradas esenciales.
“La magnitud de los efectos negativos sobre la economía, el comercio, el empleo, y el bienestar a causa de las restricciones económicas y sociales supone un riesgo importante de retrocesos en los logros de desarrollo social de las últimas décadas, orientados a mejorar el bienestar de la población y contribuir al cumplimiento de los derechos sociales”, señaló el Coneval en su informe, además de alertar sobre una crisis financiera más grave que la de 2008.
Los efectos negativos en el terreno económico y bienestar han sido más profundos en los grupos más vulnerables, como las mujeres, indígenas, personas mayores, niños y adolescentes. En México, 42.4 por ciento de las mujeres se encuentran en situación de pobreza y, de ellas, 7.4 por ciento en situación de pobreza extrema, según el Coneval, que advierte que “casi 1 de cada 6 mujeres en México no puede acceder a la canasta alimentaria aún destinando todo su ingreso a este propósito”. Además, el 14 por ciento de ellas carece de servicios de salud, por lo que el organismo recomienda al gobierno “implementar acciones y programas integrales que compensen la carencia de acceso a seguridad social para las mujeres en situación de pobreza y madres jefas de familia”.
Desde que asumió el cargo, hace más de tres años y medio, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso como bandera de su gobierno a los pobres, “por el bien de México, primero los pobres”, repetía una y otra vez a lo largo y ancho del país en sus mítines de campaña para impresionar a los electores y atraer su simpatía, como bien lo señalo en su momento el líder de los antorchistas michoacanos, Omar Carreón Abud.
Una vez que asumió el poder, López Obrador, con el pretexto del combate a la corrupción, eliminó programas y fideicomisos implementados por los gobiernos neoliberales y ha desarrollado otros programas de bienestar encaminados a reducir la pobreza y la vulnerabilidad de los sectores más golpeados por la crisis, sin embargo, el propio Coneval detalla que estos programas han sido más de carácter paliativo y no representan una solución a largo plazo para reducir la pobreza.
“Aunque las transferencias monetarias son necesarias, dados los cambios que la pandemia ha ocasionado, es indispensable considerarlas como medidas temporales e impulsar otras medidas de carácter estructural”, recomienda el organismo.
No es necesario ser un experto en economía para darse cuenta que los programas de bienestar, implementados por gobierno de López Obrador, no atienden en su totalidad los riesgos que enfrentan las personas dados los cambios que la pandemia ha ocasionado; además, como lo han señalado instituciones serias de investigaciones sociales como el Coneval o la Cepal, a pesar de los programas sociales implementados por el actual gobierno, la pobreza en nuestro país ha aumentado su número entre cuatro o cinco millones de personas y el gobierno de la Cuarta Transformación no ofrece nada para cambiar esta situación, todo lo contrario, las preocupaciones del presidente se centran en sus 4 proyectos sexenales que han acaparado la mayor parte del Presupuesto de Egresos de la Federación: el aeropuerto Felipe Ángeles inaugurado el pasado 21 de marzo del presente, la refinería Dos bocas de Paraíso, Tabasco, el Tren Maya y el tren interoceánico del Istmo de Tehuantepec o Tren Coatzacoalcos-Salina Cruz.
Estamos a poco más de la mitad del periodo de gobierno del López Obrador, y para tratar de contener la inconformidad social que pudiera desatarse ante los malos resultados presentados hasta ahora, el presidente ha dedicado una mínima parte del presupuesto federal a entregar pequeñas ayudas a los pobres que no los sacarán de su pobreza, como ya lo ha señalado el Coneval en su informe.
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