Tijuana, Baja California. Durante la madrugada del 20 de octubre comenzaron los preparativos para recibir a 20 mil antorchistas en la celebración de 45 aniversario del Movimiento Antorchista en Tijuana.Los líderes antorchistas del Regional Noroeste, Bernardino Domínguez, Celia Torres Varela y Pergentino Cortés, coordinaban las comisiones campesinas, obreras y estudiantiles en el ordenamiento adecuado y los urgentes preparativos de un enorme acto social que se haría realidad horas después.Posteriormente hicieron presencia los grupos culturales del Movimiento Antorchista Nacional, a marcar en el escenario del audiorama El Trompo. Su presentación, horas más tarde, dejaría con la boca abierta a toda la frontera.
Las tareas de coordinación dieron como resultado un buen escenario: aquí flores multicolores, allá rojas banderas de cuatro metros que enmarcaban el acto de celebración de cuatro décadas y media.Los manteles largos traslucían también en pendones con leyendas como: Antorcha es cultura, Antorcha es arte, bienestar, deporte, organización y lucha.Además, en el espacio de los invitados, el logo representativo del antorchismo se impuso y ganó la atención de más de un asistente.
Fueron llegando autobuses del árido estado de Sonora, del puerto de ilusión y la tierra consentida de Sinaloa.Tras 12 y hasta 24 horas de viaje, los contingentes llegaron de madrugada para alistarse y estar a tiempo en el histórico evento.De las decenas de vehículos bajaban ríos humanos, hombres de sombrero y huaraches, nativos indígenas, mujeres con rebosos acompañados de sus hijos, el pueblo trabajador de Noroeste estaba de fiesta.El también llamado teatro del pueblo fue cobrando vida a medida que las banderas eran empuñados cada vez más por cientos y cientos de asistentes.
Fue con el arribo del Ing.Aquiles Córdova Morán, líder nacional del antorchismo, cuando las banderas se agitaron, y las consignas de miles de hombres resonaron en un imponente coro.Al Dirigente Nacional del Movimiento Antorchista.Aquiles Córdova Morán, se le reconoce como "nuestro líder", como se ha escuchado en otras latitudes del país.Aquí, volvía a sonar el cariño expresado a su líder en entusiastas consignas.Así daba inicio el tan esperado 45 aniversario en Tijuana.Con un coro de trescientas voces de las escuelas antorchistas de Baja California, por primera vez en varios años, se desprendieron los frutos de un trabajo cultural intenso.Del escenario, comenzaron a cobrar forma las notas del himno antorchista para abrir el programa político cultural.
Dando un agradable espectáculo y un buen espectáculo con elaboradas coreografías, los grupos culturales antorchistas demostraron la calidad y el trabajo que se realiza en este ámbito, presentando así bailes de Nuevo León, sones de Sinaloa, canciones representativas de la región noroeste del país y cerrando con una colorida danza prehispánica.Era la primera vez que se presentaban en esta ciudad fronteriza.
Entre los presentes, se observaban niños emocionados por la cultura presenciada, adultos tarareando el corrido de Mazatlán, madres de familia contemplando con una sonrisa de alegría los diferentes bailables y a jóvenes intentando aprende algunos zapateados.Los ancianos acompañados de sus nietos y las personas con discapacidades tomaban los asientos de enfrente.
El mensaje de Aquiles Córdova Morán aquí también tuvo eco en las masas populares al mencionar que la hora de Antorcha ya había llegado, ante la decepción de la 4T.Mencionaba que Antorcha sí sabe de economía y política, por tanto, sabe cómo combatir con cuatro ejes fundamentales (Política fiscal progresiva, reorientación del gasto público, trabajo para todos y aumento salarial) el problema real de México, la desigualdad social.Además, hizo un llamado a los diferentes sectores de la sociedad a formar una unión ante el daño colateral que viene realizando el Gobierno Federal.
Al caer la noche, el rumor alegre de la marea humana que regresa a sus hogares, despedía el recinto.Sabedores que no sería la última ocasión en que convivieran con sus demás hermanos antorchistas, se dirigían a sus lejanas tierras; Sonora, Sinaloa y el puerto de ilusión, esperándoles grandes jornadas de viaje.Para después, una vez llegando a sus hogares, continuar laborando para realizar las tareas del llamado de Aquiles Córdova Morán y el gigante llamado a transformar a México, el antorchismo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario