Las campanas de la catedral repican en una soleada mañana que ilumina a todo el centro histórico de la capital de San Luis Potosí, mostrando el refulgente resplandor de sus históricos edificios y plazas que, poco a poco, van albergando a los moradores que realizan su vida diaria y cotidiana; también hay turistas que aprovechan el momento para recorrer los espacios más recónditos; hay historia por todos lados.
Pero no es un día cotidiano.Hay más gente de lo acostumbrado frente al Museo de las Máscaras, allí se ubica el mítico Teatro de la Paz, inmueble que ha sido sede de los grandes eventos artísticos y culturales de la entidad y que, en esta ocasión, funge como escenario principal para la inauguración del XVIII Encuentro Nacional de Teatro, que organiza el Movimiento Antorchista.El tiempo continúa su marcha y el público va llenando el inmueble; todo está dispuesto para que los actores principales entren a escena.
El primero en aparecer es el Lic.Lenin Campos Córdova, líder de Antorcha en San Luis Potosí, quien, de manera detallada, ha invitado a la reflexión sobre el papel de la cultura y el arte en la sociedad, siendo el teatro una herramienta para representar la realidad desde diversos enfoques.Acto seguido, el personaje principal de esta obra llamada Movimiento Antorchista, el Ing.Aquiles Córdova Morán, Secretario General de la organización, exhibe de manera magistral y concienzuda el panorama político, social y económico de nuestro país, así como la necesidad de que el pueblo participe en las decisiones políticas para su propio bienestar.Es pues, un libertador de la opresión social originada por el sistema imperante.
Las palabras del Ing.Aquiles resuenan por todos los ámbitos del teatro y se convierten en una sublime metáfora donde el mundo de la vida se transforma en el escenario y el pueblo es el protagonista, mientras que los poderosos son los antagonistas que buscan realizar su voluntad por sobre todas las cosas, creando así la tragedia de los pobres, de la mayoría.Y en toda historia, el protagonista necesita una herramienta para triunfar: eso es Antorcha, es la unidad que fortalece, dirige y encauza la fuerza para crear una sociedad mejor y más justa.
La disertación es interrumpida solo por el sonoro y colorido baile tradicional ruso que los grupos culturales nacionales mostraron como parte de este magno evento, engalanado con el célebre poema "Lenin", de Nicolás Guillén, y la canción Katiusha.El evento estaba ya inaugurado y era solo cuestión de tiempo para que los potosinos pudieran apreciar la calidad actoral y dramática del pueblo.Era hora de irse al Centro Cultural de Difusión que se localiza frente a la alameda Juan Sarabia, no muy lejos del Teatro de La Paz, donde la Compañía de Teatro de Chimalhuacán presentaría su "Prometeo Encadenado".
Al ingresar, el escenario con claroscuros capta la atención de un público que abarrotó la sede; incluso había mucha gente de pie que miraba la pulcritud de la escena surrealista donde se ve a Tonatiuh, el actor encargado de interpretar al Titán, así como al resto del elenco que compuso una imagen onírica de esta obra clásica de Esquilo.Los espectadores no perdían detalle alguno y estaban inmersos en el ambiente que el grupo creó con su escenificación.
La obra culminó y había que dejar listo todo para los compañeros que más tarde llevarían a cabo su obra.Hay muchas cosas que el público no conoce, historias tras bambalinas que implican esfuerzos sobrehumanos y que por sí mismos podrían ser dignos de una puesta en escena: gritos de júbilo, liberación de estrés, gente corriendo de un lado a otro quitando la escenografía; aplausos y abrazos entre todos los integrantes porque saben que han hecho un gran papel.
El tiempo apremia y deben retirarlo todo, guardarlo en un autobús y seguir.El festejo se extiende a la calle, a un costado del inmueble, donde los jóvenes se toman sus selfies como un recuerdo de la experiencia vivida.La fraternidad se respira en el aire y, ya más tranquilos, celebran lo que ha sido una gran obra.
Durante su presentación, han logrado que más de uno se desprenda de su ser, para ser uno con la historia.Los actores son ellos y son su personaje y, gran parte de la acción de creación de conciencia que lleva a cabo Antorcha es eso: ser el otro, conocerse a uno mismo y conocer al otro, ser empático y estar en los zapatos de aquellos menos favorecidos para conocer, someramente quizás, su situación.Y es que una vez que se lleva a cabo esta reflexión ontológica del "yo-en-el-mundo" y "yo-con-el-mundo", es inevitable no actuar en favor de los otros, pues son un reflejo del yo y viceversa; se mira el individuo en el colectivo y ello se materializa en la lucha contra los antagonistas en el escenario de la vida.
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