El deporte, con toda su fuerza, belleza y capacidad transformadora, tiene como objetivo principal estimular y fortalecer las distintas capacidades del hombre, no sólo la kinestésica, sino la emocional y social, que contribuyen a cultivar las relaciones humanas.
En nuestro país, el deporte es un tema olvidado y desdeñado; en México estamos lejos de competir a nivel mundial la mayoría de las disciplinas, y en las pocas que logramos hacerlo, pareciera que nos hemos acostumbrado a conformarnos con los malos resultados que obtienen nuestros representantes, sin embargo, hay sus excepciones, deportistas que contra corriente, y como fruto de su mucho esfuerzo, logran colgarse la presea dorada. Son ejemplo de tenacidad, acometividad y trabajo constante.
El problema del deporte, no es la falta de cuadros capaces, sino la falta de interés de las autoridades correspondientes para invertirle e implementar un plan de trabajo que rinda frutos, porque a pesar los millones de pesos que se le invierten, la mayoría del recurso se va quedando en el proceso burocrático, entonces, lo que realmente se invierte es insuficiente.
Para muestra un botón; basta conocer los deficientes resultados en las competencias internacionales, o las pocas instalaciones deportivas con las que contamos a lo largo y ancho del país, a las que se suma, malas condiciones.
Pese a las deficiencias provocadas por el escaso apoyo de todos los niveles gubernamentales, existe un oasis en la Mixteca Baja de Puebla: Tecomatlán. Este municipio es ejemplo de lo que puede hacerse cuando existe voluntad para beneficiar al pueblo. Cada dos años, a este municipio mixteco arriban miles de personas de todo el país para participar en la justa deportiva más grande del país, la Espartaqueada Deportiva.
Es un escenario impresionante: instalaciones de primer nivel, logro alcanzado por el Movimiento Antorchista a lo largo de 42 años de lucha. Los resultados están a la vista, no sólo la moderna infraestructura en materia deportiva, también los avances y desarrollo que ha tenido en cultura, educación, salud, desarrollo social y político.
Este evento que forma parte del proyecto del antorchismo que busca "crear al hombre nuevo", es quizá el más importante de nuestro país, tanto por el número de atletas que convoca, como por su calidad. Es aquí el pueblo, no los artistas y modelos de televisión, quien inunda de talento este rincón de la Mixteca poblana. Las Espartaqueadas han alcanzado, a lo largo de los años, un alto nivel de competencia y de calidad, en cada edición, acuden deportistas más y mejores preparados, que, surgidos de las clases depauperadas, compiten en un espíritu sano y de solidaridad.
Las distintas disciplinas se desarrollan durante ocho días completos, Tecomatlán se transforma en una verdadera fiesta de juventud en todo su esplendor. Esta jornada deportiva es una muestra más de que las limitantes económicas no han sido obstáculo alguno para el antorchismo nacional, en particular para el pueblo tecomateco, pues constantemente se le da mantenimiento a las instalaciones, hasta los más mínimos detalles. A los visitantes se les proporciona alimentación y estancia en un clima de total seguridad, puesto que el municipio cuenta con un índice delictivo de cero por ciento.
Este año se espera a más de 17 mil deportistas quienes de manera sana medirán sus capacidades en las diferentes disciplinas en la edición número XVIII de la Espartaqueada Deportiva nacional a partir del 30 de enero al 06 de febrero, en Tecomatlán.
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