A partir de la llegada de Morena al gobierno de México se ha hecho costumbre que una fracción de la población mexicana acepte sin chistar, lo que le convenga resaltar para concluir que todo va bien en la vida de los mexicanos a pesar de que se trata de temas muy graves como la desaparición forzada de niños, adolescentes y adultos, que se ha convertido en una crisis humanitaria sin conocerse jamás los resultados de las búsquedas.
Toma así relevancia la desesperación e impotencia que sienten los familiares que buscan con las autoridades correspondientes una respuesta para encontrar a sus desaparecidos. Pero no hay respaldo y menos una búsqueda seria y efectiva, por lo que optan por realizar el trabajo de búsqueda por su cuenta, bajo su riesgo, con recursos humanos y económicos propios.
A pesar de que la Constitución Política de nuestro país se establece en el Artículo 14, la Declaratoria de Desaparición Forzada de Personas, con el objetivo de reconocer y garantizar los derechos a la identidad y personalidad jurídica de la víctima sometida a desaparición forzada y otorga las medidas apropiadas para asegurar la protección más amplia a sus familiares, esta protección no se cumple porque la desaparición forzada está considerada como un delito autónomo en el Código Penal Federal, y en la Legislación Penal solo en siete estados se aplica: Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Durango, Ciudad de México, Nayarit y Oaxaca, en los 25 estados restantes no es tipificado como delito. Situación que coloca a México en segundo lugar en el mundo en incidencia de desapariciones.
Así lo confirma el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. En promedio 26 personas desaparecen diariamente en México y en el sexenio de la Cuarta Transformación del presidente, Andrés Manuel López Obrador, la cifra se fue incrementado cada año.
En el año 2018 se reportaron 419, en 2019 se multiplicó a 9,772 y para el año 2020 subió a 9,147. Y ya para diciembre de 2022 se elevó a cuatro veces más esa cantidad, 38,186 personas desaparecidas y no localizadas. Oficialmente se contabilizan 100 mil desapariciones forzadas registradas en México, lo que muestra el grado de impunidad en el país. Así lo afirman expertos en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), asegurando que la cifra podría incrementarse de manera importante por las desapariciones no denunciadas
Pero en México con la 4T las cosas no paran allí, por el contrario, la indiferencia que muestra el gobierno de López Obrador es alarmante. Para nada se aplican las recomendaciones de la ONU. De acuerdo con Michel Bachelet, expresidenta chilena y Alta Comisionada del organismo que sugirió al gobierno mexicano asignar a las investigaciones y búsquedas los recursos necesarios, crear un Banco Nacional de Datos Forenses y el Programa Nacional de Exhumaciones e Identificación Forense y castigar a los responsables de desapariciones forzadas; sin embargo, el gobierno morenista no ha informado nada sobre la instrumentación de estas medidas.
Y no sólo eso, el Palacio Nacional que habita López Obrador, está cerrado para las madres buscadoras mexicanas. El presidente se ha negado en redondo a recibirlas porque, dice, es “politiquería”. “Porque hay mucha manipulación de todos los medios de comunicación que utilizan el tema para atacar a mi gobierno”. Pero sí recibió a la activista Estela Barnes de Carlotto, presidenta y fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina; le dio el espacio noticioso, el espacio presidencial de la publicidad para decir que en México no hay crisis de desaparecidos y desvirtuar el hecho de que las Madres Buscadoras Mexicanas deben negociar con el narco y el crimen organizado para encontrar los restos de sus familiares.
El Palacio Nacional, que habita López Obrador, está cerrado para las madres buscadoras mexicanas. El presidente se ha negado en redondo a recibirlas porque, dice, es “politiquería”... Pero sí recibió a la activista Estela Barnes de Carlotto, presidenta y fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina; le dio el espacio noticioso, el espacio presidencial de la publicidad para decir que en México no hay crisis de desaparecidos
Pero lo que no puede ocultar López Obrador por más maniobras que haga, es el resultado final del tema. México contabiliza más de 100 mil familias que exigen justicia por sus familiares desaparecidos, aunque no le guste al presidente de la “Transformación”. ¿Se entiende ahora por qué tanto show mediático por cualquier cosa del marrullero presidente, mientras una importante cantidad de ingenuos mexicanos cae en su trampa?
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