En nuestro país, el tema de seguridad de toda la ciudadanía en todo México, los datos de inseguridad, han ido en aumento de manera escandalosa y también de manera increíble a causa de una gran descomposición social.
Lo más alarmante es la normalización: a muchos ya nos asusta, pero la gran mayoría ya no se conmueve por el dolor ajeno; se justifica de mil maneras, hasta llegar a decir o pensar que “se lo merecían por andar en malos pasos”, pero no debería ser de esta manera.
Los poderosos de nuestro país están viendo amenazados sus intereses; por eso van a frustrar todo intento de organización del pueblo y van a intentar eliminarlo a costa de lo que sea.
Hay quienes buscan salir adelante en las filas del crimen organizado a falta de verdaderas oportunidades, como fuentes de empleo accesibles, empleos bien remunerados, entre otras tantas cosas, como educación gratuita en todos los niveles y en todos los sectores de nuestra sociedad, trayendo como consecuencia un avance significativo en el desarrollo social y económico, como demuestran las economías de primer mundo.
Por ello es urgente y necesario que nuestras autoridades principalmente federales hagan énfasis para enfrentar esta problemática, puesto que es la instancia que cuentan con recursos legales que les proporciona nuestra carta magna, y recursos económicos que recaudan mayoritariamente del pueblo trabajador, recursos que bien podrían ser utilizados para cambiar la vida de los mexicanos.
Pero para que eso suceda, se necesita un pueblo organizado y educado, anteponiendo ante todo al género humano, porque un pueblo educado se sabe defender de Gobiernos charlatanes, por eso es que no se educa al pueblo trabajador porque eso significa liberarlo de las cadenas de la opresión.
En Antorcha estamos seguros de que necesitamos revolucionar a nuestro pueblo para que se defienda de toda injusticia social y económica. Lamentablemente, los poderosos de nuestro país están viendo amenazados sus intereses: por eso van a frustrar todo intento de organización del pueblo y van a intentar eliminarlo a costa de lo que sea.
Hoy quiero hacer un homenaje a mis compañeros Conrado, Mercedes y su hijo Vladimir, que en vida fueron ejemplo de luchadores sociales por más de diez años en el estado de Guerrero y que fueron víctimas de un Estado fallido por la vía del hecho, y ya ha pasado un año del cruel y despiadado asesinato, y no hay nadie quien se preocupe por esclarecer semejantes atrocidades.
Tanto el Gobierno del estado de Guerrero como el Gobierno federal en su momento se comprometieron en esclarecer semejante fenómeno antisocial y a la fecha no ha sucedido gran cosa.
Estamos organizados y luchando para que no se vuelva normal el asesinato, para que no nos acostumbremos a las desapariciones como si no valiera nada la vida humana.
Estamos construyendo una gran organización que quiere que México cambie de fondo y que se corten, de raíz, las razones que mueven a la gente a delinquir y asesinar. No debemos permitir que nuestros jóvenes piensen en la idea de involucrarse en el crimen organizado o cualquier tipo de delito.
Esto tiene un principio y es la falta de oportunidad de poder llevar una vida digna en todo sentido. Este domingo 14 de abril recordamos a nuestros compañeros con más de 2 mil antorchistas marchando por las calles de la capital guerrerense clamando y exigiendo justicia por nuestros hermanos caídos y gran número de guerrerenses.
Exigimos que las autoridades intervengan, para que el brutal crimen de nuestros compañeros no quede impune y no se sume a los más de mil 400 asesinatos que se cometieron en Guerrero en el 2023 y que, hasta la fecha, no tienen tras las rejas a ningún culpable.
Lo anterior deja ver que existe una total impunidad en México; es la muestra de que este es el sexenio más violento y donde más asesinatos se han cometido en nuestro país.
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