El pasado 8 de marzo fue la conmemoración del Día Internacional de la Mujer; esta es una fecha para luchar por la igualdad, la participación y consolidar a las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. También es un día que por lo visto hace temblar al presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues una vez más y, como todos los años desde que se convirtió en el inquilino de Palacio Nacional, mandó a amurallar el edifico que con una valla de acero de dos metros de altura como si quisiera protegerse de un ejército enemigo constituido por mujeres.
En la Ciudad de México, 75 mil mujeres salieron a las calles para ser escuchadas y que sus legítimas demandas sean resueltas, también para denunciar que en este sexenio, a pesar de las promesas de campaña para ganar la simpatía de la comunidad femenina y presentar un proyecto de gobierno atractivo en el que las mujeres serían tomadas en cuenta, se protegerían sus derechos, acabaría con los feminicidios y se castigaría con todo el peso de la ley a los agresores, hoy vemos cómo estas promesas no solo se fueron al bote de basura, sino que los problemas que prometía frenar se recrudecieron.
“Bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la violencia contra las mujeres se ha acentuado. En los tres primeros años del actual sexenio, delitos como feminicidio, homicidio doloso, violación y violencia familiar han registrado números récord. El feminicidio, que es la forma más extrema de violencia contra la mujer, rebasó por primera vez las 1,000 muertes en un año. En 2021 se reportaron 1,004 feminicidios, la cifra más alta desde el 2015, año desde el cual tiene registro el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El reporte Impunidad en homicidio doloso y feminicidio en México 2020, presentado por la organización Impunidad Cero en noviembre pasado, revela que el 51.4% de los feminicidios en el país no fueron resueltos. A ello se suma que México carece de Ministerios Públicos y jueces que puedan investigar y dar sentencias”. Expansión, 26 de enero de 2022.
Suma y sigue. Este gobierno que se dice feminista se ha ensañado con las mujeres a las que juró proteger, pues hizo graves recortes a los programas que ayudaban a cargar la pesada losa que las mujeres traen consigo, o simplemente los eliminó de tajo; por ejemplo, las estancias infantiles que fueron desaparecidas y eso provocó el abandono a las madres trabajadoras y la violación del derecho de los niños al cuidado. Muchas mujeres han tenido que dejar de trabajar ante la imposibilidad de dejar a sus hijos en las estancias infantiles, o inscribirlos en estancias privadas, afectando su ya desgastada economía.
Sin olvidar tampoco que, por decreto, López Obrador eliminó el Instituto de Desarrollo Social (Indesol) y su principal programa de atención a Mujeres Víctimas de Violencia. “Con el Indesol se atendían las unidades de atención a la violencia de género en los estados, con servicio jurídico, psicológico, trabajo social y algunos tienen albergues”. Plumas Atómicas, 4 de enero de 2022.
También por decreto, López Obrador y la titular de la SEP, Delfina Gómez, cancelaron el programa de Escuelas de Tiempo Completo, panorama que representa una tragedia nacional para la educación de niños y jóvenes, además del conocido deterioro físico de los espacios educativos. A pesar de que éste programa ha permitido a más de 3.5 millones de estudiantes acceder a una mejor educación y alimentación, así como refugio para los niños víctimas de violencia intrafamiliar.
López Obrador se fotografía muy seguido con mujeres funcionarias, desde gobernadoras, presidentas municipales, diputadas y senadoras, muchas de las cuales estuvieron de acuerdo en limitar las acciones del gobierno a favor de su género, por supuesto, todas de la 4T.
Estas mujeres destacan que AMLO ha sido el primer presidente de México que creó un gabinete paritario, pero se niegan a reconocer en los hechos el grave daño que ha representado para cientos de miles de mujeres la eliminación de los refugios temporales para quienes hayan padecido violencia en cualquiera de sus formas. No reconocen el mal provocado por la desaparición de las estancias infantiles ni mucho menos el daño provocado por la eliminación del esquema de escuelas de tiempo completo.
Las mujeres, en lo que va de la actual administración, han tenido que arreglárselas como pueden; la cancelación de esos servicios les implicó, en buena medida, aumentar su gasto para conseguir con quién dejar a sus hijos mientras ellas trabajan o, como mencioné renglones más arriba, han tenido que dejar de trabajar.
Podrán las feministas de la 4T, muchas de ellas funcionarias que reciben altos salarios, defender el compromiso de género de López Obrador, pero no pueden ocultar la terrible realidad que viven miles de mujeres a diario.
Mientras el número de muertas por violencia y la exclusión en razón de género no cese, el presidente puede llenar todo su gabinete de mujeres afines a su gobierno, pero eso no lo convierte en feminista, ni mucho menos en una persona justa e inteligente, porque se desprecio y el daño que ha causado a las mujeres mexicanas es incalculable.
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