Como consecuencia del contubernio entre las altas esferas del poder para mantener el control político y económico, en la que jugó su papel el exdiputado local priista, Armando Corona Rivera (conocido por ejercer un cacicazgo económico y político en la región) fallecido en 2020 víctima de la covid-19, hoy en Ixtapaluca, con una diputación local manejada por su hijo Armando Corona Arvizu y una presidencia municipal regentada por su cuñado, Felipe Arvizu de la Luz (exmilitante del PRI y PRD), Morena violenta la vida social de sus gobernados al hacer del lado la obra social y tal como lo hace el Gobierno federal, permite, al no combatir la inseguridad, la delincuencia en el municipio.
Desde el primero de enero de 2022, Morena gobierna Ixtapaluca, lugar en el que oficialmente viven 542 mil 211 habitantes, quienes a partir de esa fecha sufren nepotismo, falta de obras sociales, desabasto de agua potable y crecientes índices de inseguridad, que han colocado a la demarcación, en la precariedad e indefensión, ya que pasó de ser un municipio de progreso a un municipio en donde la paz social se vulnera día con día con las decisiones económicas, administrativas y de seguridad de la presidencia municipal que representan un retroceso en la vida de los ixtapaluquenses.
Felipe Arvizu, ya en el poder, ha utilizado la alcaldía para desestabilizar al municipio, primero al colocar a sus familiares en cargos públicos dentro del gobierno, acción que es calificada por los ixtapaluquenses como nepotismo, tráfico de influencias y corrupción política, ya que impuso como directora del DIF, a su novia Gabriela Huaracha Mendoza; en la administración a su hermana y viuda de Armando Corona, Olivia Arvizu de la Luz; como coordinadora de asesores a Alejandra Corona; a su sobrino Rodolfo Chavez Arvizu, como encargado de las compras; a la novia de su sobrino, Viridiana Ortigoza, como mano derecha del director de Catastro; a otra de sus hermanas, Rosalba Arvizu es la asistente de Luis López, asistente de presidencia; a Luis Martínez, novio de Frida Arvizu lo puso dentro de la administración; a otro familiar de Arvizu, Omar Guerrero (despedido por corrupción en otros municipios) en la tesorería municipal.
Segundo, al despedir al inició de su gobierno a más de 500 trabajadores del Ayuntamiento, con ello dejó sin instructores a la Escuela de Bellas Artes, Centros de Desarrollo Comunitarios, Centros de Desarrollo Infantil, casas de adultos mayores, así como a personal de parques, polivalentes, bomberos, del DIF y OPDAPAS, y a todo aquel -en un país democrático- que se le considerara simpatizante de otro partido.
Tercero, mientras que la familia hace y dispone de los recursos del municipio en beneficio propio, una mala administración ocasiona que los habitantes de Ixtapaluca padezcan la falta de agua potable, drenaje, pavimentos, alumbrado público, áreas deportivas, culturales y un incremento de la inseguridad; temas que se agudizan en las comunidades de Coatepec, El Tejolote, Escalerillas, Unión Antorchista, Valle Verde, Ayotla, Wenceslao Victoria Soto, Guadalupana, Melchor Ocampo, Ricardo Calva, Morelos y Coatepec, entre otras tantas colonias más.
Quienes ante la falta de obra social y la desatención de las autoridades para resolver seriamente las problemáticas locales califican las obras del presidente municipal como puro teatro, ya que Felipe Arvizu se a dedicado solamente a cambiar de color y borrar la fecha de las inauguraciones en las obras sociales que llevó a cabo la administración anterior, pues a nueve meses de su gobierno sus edificaciones solo son un paliativo que no resuelve de fondo la falta de obra social en el municipio, ejemplo de ello es que recientemente inauguró dos fuentes del proyecto “H2O” en las colonias El Capulín y Piedras Negras, que abastecerán de agua potable a más de 200 familias, familias que tendrán que acarrear el vital líquido en botes y cubetas hasta sus hogares, ya que dicha “construcción” solo es un contenedor con una llave, que OPDAPAS llenará, supuestamente, periódicamente.
Cuarto, uno de los problemas que más se agravan en la administración morenista de Felipe Arvizu, por su ineficacia y desinterés social, es la falta de seguridad y el incremento de actos delictivos, como los acontecidos en el bar Happy Terraza, donde murieron siete personas; la ejecución de dos personas en la colonia Rey Izcoatl; la masacre de cuatro personas en Tlapacoya; dos en la colonia Cañada; tres en Xocolines; dos en la colonia el Molino; una persona acribillada a balazos en Santa Bárbara; el ataque a balazos en contra de seis hombres en un predio de la colonia Landeros de San Francisco Acuautla; el asesinato del hijo del comandante de la policía municipal de Ixtapaluca y cuatro hombres más en un predio de la colonia Del Carmen, implicados según reportes en un ajuste de cuentas del crimen organizado; y por último, el secuestro de un niño de nueve años en Río Frío, que ante la inacción del gobierno local, por la intervención de la polícia estatal de Hidalgo y la Guardia Nacional fue liberado. Delitos en los que no hay un solo detenido y que suman y evidencian la incapacidad de la administración municipal para combatir y erradicar la delincuencia en Ixtapaluca.
La violencia e inseguridad han crecido tanto en el municipio de Ixtapaluca que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en mayo y junio, de este año, reportó oficialmente 1,002 y 955 delitos respectivamente del fuero común denunciados ante el Ministerio Público, una tendencia a la alza que hasta el mes de agosto, a ocho meses de la administración morenista se han acumulado 7 mil 163 actos criminales, lo que representa más de 30 delitos diarios y un 20 por ciento más que la administración pasada.
Situación que violenta socialmente a los habitantes del municipio y que ha hecho que el acumulado de delitos en 2022 sea de: 814 lesiones con otro elemento, 121 abusos sexuales, 38 violaciones, 36 violaciones equiparadas, 137 robos a casa sin violencia, 112 robos de coches con violencia y 149 sin violencia, 405 robos a transeúntes, 107 robos en el transporte público, 104 robos a negocio con violencia y 206 sin violencia, 234 abusos sexuales, 322 daños a la propiedad, 134 despojos, 517 de violencia familiar, 26 actos de narcomenudeo, 55 delitos cometidos por servidores públicos y 1,628 de otros delitos del fuero común.
Por lo que Ixtapaluca se sitúa en el segundo lugar dentro del Semáforo Delictivo del Estado de México, solo después de Valle de Chalco y por encima de Coacalco. Lo anterior es una muestra de que el poder hará todo cuanto esté a su alcance para ostentar el poder con el fin de acumular riqueza, en beneficio de una cúpula que no le importa usar su control del estado (legal, económico, judicial, armado y democrático) como fuerza organizada y centralizada de la clase dominante en contra y en perjuicio del pueblo trabajador, sin importarle la vida de los seres humanos, el incremento de la pobreza, la marginación, la desigualdad y la delincuencia.
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