MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Antorcha llama a la juventud a abrazar bandera de la lucha social

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Los últimos días de mayo fueron de promesas y “propuestas” por quienes, figurando en algún partido político, se acercaron al pueblo para pedirles su apoyo. El resultado, ya lo sabemos. 

Sin embargo, los antorchistas tenemos la tarea clara de seguir organizando a los mexicanos para realmente cambiar la situación de nuestro país, tal y como nos lo recordó nuestro secretario general, el maestro Aquiles Córdova Morán, en el pasado evento en que conmemoramos a nuestros mártires antorchistas, hombres y mujeres que perdieron la vida en medio de la lucha por cambiar a México.

Dicha tarea no es para menos, pues las pasadas elecciones del 2 de junio trajeron consigo para los antorchistas retomar con mayor fuerza y ahínco la lucha por los intereses de los más necesitados de nuestro país.

La muestra de que el antorchismo ha venido realizando un trabajo en favor de los estudiantes está materializada en Oaxaca, en la preparatoria Lázaro Cárdenas del Río y el Centro Universitario Tlácaelel.

Es decir, tendremos que salir con más fuerza a las calles durante los próximos seis años a exigir al Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo que cumpla sus promesas de campaña, y ésta será, sin duda, una lucha más aguerrida por defender al pueblo de México. Nuestra realidad así lo confirma, veamos.

En medio de las elecciones, las mayorías no pudieron evitar esquivar los problemas que sufre nuestro país, tanto en el aspecto económico como en el social y político, puesto que estos generan día con día mayor pobreza e inseguridad, entre otros problemas.

Algunos de ellos se agudizan rápidamente, por ejemplo, la educación, que está afectando directamente a la niñez y juventud de México.

El retroceso educativo de los estudiantes mexicanos ha sido evidente después de la pandemia. Así lo reflejan datos del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2022 y el estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 81 países.

Los resultados en las calificaciones obtenidas a comparación de 2018 fueron de 395 en matemáticas, catorce puntos abajo; 415 en lectura, 5 puntos menos; y 410 en ciencia, nueve puntos menos que el periodo pasado.

El problema no sólo se queda ahí, sino que se ahonda en la infraestructura educativa. Según datos del Inegi, sólo el 61.7 % de las primarias y el 65.5 % de las secundarias cuentan con servicios básicos. En las escuelas de nivel medio superior, sólo el 62.8 %.

En la realidad, esto representa que nuestros jóvenes que asisten a las aulas no cuentan con sanitarios, con agua potable, con condiciones relativamente buenas para poder tomar clases como se hace en otros países.

Dichos problemas sociales que cada vez se agudizan están llevando a la educación a ser una de las últimas opciones para los jóvenes. Así se explica que la tasa de abandono escolar haya aumentado aproximadamente un 20.6 % desde 2022, según datos del Inegi.

Nueve de cada 100 estudiantes de preparatoria desertan y ocho de cada 100 matriculados en las universidades abandonan sus estudios.

Actualmente, 7.5 millones de jóvenes de 15 a 29 años no cuentan siquiera con un empleo formal y, en su mayoría, ni inscritos en la escuela están.

Ante ello, el Movimiento Antorchista, con su proyecto educativo, se ha dado a la tarea de organizar a los estudiantes y luchar por mejorar las condiciones educativas en los distintos centros del país, a la par de ir preparando a los jóvenes no solo en la cuestión académica sino en la formación de verdaderos estudiantes cultos, en el área de las ciencias, de la cultura y el deporte.

La muestra de que el antorchismo ha venido realizando un trabajo en favor de los estudiantes está materializada en Oaxaca, en la preparatoria Lázaro Cárdenas del Río y el Centro Universitario Tlácaelel, instituciones que ofrecen a los estudiantes alta calidad educativa y un acompañamiento personalizado en cada una de sus asignaturas para que, una vez que los jóvenes concluyan sus estudios, no sean parte “del montón”, sino que se abran paso en el ámbito laboral.

Por otra parte, también en la capital oaxaqueña contamos con los albergues estudiantiles “Rufino Tamayo y Clara Córdova” (para estudiantes del nivel bachillerato) y “Tlacaélel” (para estudiantes universitarios), que brindan hospedaje gratuito y alimentación a bajo costo.

No hay duda, los problemas del país sólo los podremos combatir los mexicanos unidos y guiados por una concepción clara y precisa. Sólo así podremos llegar a la verdadera transformación de México, y las nuevas generaciones jugarán un papel muy importante porque la juventud debe tomar la bandera de la lucha social.

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