El desempleo real en México se disparó a más del 11 % de la Población Económicamente Activa (PEA) al cierre del primer trimestre de 2023, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta última cifra sólo integra a los mexicanos de 15 años o más, considerados en edad de trabajar, que “no laboraron ni una hora a la semana”.
El Inegi indicó que existen otros 5.4 millones de mexicanos que no trabajan y dejaron de buscar empleo por falta de oportunidades.
En informalidad laboral, el instituto apuntó que ésta derrotó a la informalidad en el ranking de creación de empleo, con una diferencia mínima de 1.05 puntos porcentuales.
Tal porcentaje implica que al menos siete millones de personas permanecieron sin sustento laboral durante los primeros tres meses de 2023, y están en espera de concretar una oportunidad a través de una empresa o del mercado informal.
La tasa de desempleo alta supone un grave problema para un país, pues afecta directamente al crecimiento económico, además del problema para las personas que se encuentran en situación de desempleo.
Para hacer del país uno más competitivo y más desarrollado necesitamos un Gobierno puesto y dispuesto para trabajar y mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
Así, los efectos del desempleo, por un lado, pueden ser económicos como disminución de la producción real, disminución de la demanda y aumento del déficit público. Pero también puede causar tanto efectos sociales como efectos psicológicos o efectos discriminatorios.
Aparte del desempleo, cada vez son más las mexicanas y los mexicanos que no consiguen trabajo, y hablando de salarios, el Gobierno subió el mínimo a 207 pesos, pero eso realmente no alcanza ni para lo básico porque estos productos suben cada vez más.
Las consecuencias directas del desempleo es menos calidad de vida, tener menos bienes, menos las necesidades que el individuo puede satisfacer. Asimismo, migración y desintegración familiar: en numerosas ocasiones el proveedor debe buscar otro destino para garantizar el bienestar económico de la familia.
Para hacer del país uno más competitivo y más desarrollado necesitamos un Gobierno puesto y dispuesto para trabajar y mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. Debe ser un Gobierno que sí trabaje con el pueblo y para el pueblo; que apoye a obreros, campesinos, estudiantes, trabajadoras domésticas; que realmente cree los empleos para cada uno de los sectores y mejore los salarios, así como las condiciones para trabajar; que tengan servicio médico gratuito, educación para sus hijos de mejor calidad, prestaciones, vivienda.
México es un país dónde al Gobierno no le importa el bienestar de sus gobernados y, por ende, no le interesa solucionar el problema del desempleo o falta de empleo bien remunerado.
Por eso el pueblo debe reaccionar ante esta situación tan grave que se ha venido presentando en estos tiempos de crisis más duras. Urge que se organice y se prepare para tomar el poder político de este país.
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