De acuerdo con la estimación del Producto Interno Bruto llevada a cabo por el Inegi, como producto de la crisis generada por la pandemia de la covid-19, la economía mexicana se ha desplomado en un 8.5% en 2020, es la mayor contracción desde la depresión económica de 1932, su peor caída en 88 años. La crisis sanitaria trajo como consecuencia el cierre y quiebra de muchas empresas, principalmente pequeños y micro establecimientos, que cerca de tres millones de personas salieran del mercado laboral al término del año pasado; y que cuatro de cada diez trabajadores que lograron conservar su empleo vieran reducido su ingreso.
En este mismo contexto el Coneval, el organismo que mide el nivel de pobreza en el país, estima un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de personas que no pueden cubrir el gasto de los alimentos básicos por la crisis de la covid-19. La pandemia no sólo ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos, sino que ha arrinconado en la pobreza a millones, a pesar de los programas sociales impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El organismo asegura que las transferencias monetarias que el Ejecutivo hace dentro de su política social son medidas temporales que, aunque son necesarias, no han mitigado los estragos causados por la pandemia en los sectores más vulnerables.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) alerta que México se encontraría ubicado como el cuarto país que verá acrecentar más el porcentaje de personas en situación de pobreza, incluso más que el promedio de la región, y el quinto el que aumentará en pobreza extrema entre los países latinoamericanos. Por la crisis de la covid-19, el número de pobres ha aumentado a más de 70 millones. Este aumento en los números de pobreza es el impacto más dramático que ha tenido la economía mexicana.
Por fortuna, ante el lamentable panorama económico y social que prevalece en México y el mundo, se ve una salida. El presidente ruso, Vladímir Putin, en el discurso que pronunció en el marco del Foro Económico de Davos, expresó: hoy han surgido países que han creado su propia concepción de crecimiento desarrollo y modo de vida en general que desean un mundo de paz, progreso y crecimiento compartidos y reclaman su derecho a escoger libremente la manera en que desean vivir”. Sin duda fue un rechazo diplomático, pero contundente al plan del capitalismo. Para el presidente Putin la salida no es la refundación del capitalismo, sino una economía con oportunidades para todos.
El líder ruso expresó su visión de "una economía moderna” que consiste en: 1) una persona debe tener un entorno de vida cómodo, que incluya vivienda con infraestructura accesibles, transporte, energía, servicios públicos y por supuesto el bienestar ambiental; 2) una persona debe estar segura de que tendrá un trabajo que le proporcionará un ingreso en constante crecimiento y un nivel de vida decente, tener acceso a mecanismos de aprendizaje efectivos a lo largo de su vida que le permitan desarrollar y construir su carrera y luego de su culminación recibir una pensión digna y un paquete social, es decir, un paquete de ayudas sociales adicionales; 3) una persona debe estar segura de que recibirá una atención médica eficaz y de alta calidad que le garantice el acceso al nivel moderno de servicios médicos; 4) independientemente de los ingresos de la familia, los niños deben poder recibir una educación decente y desarrollar su potencial, cada niño tiene este potencial.
Sin ninguna pretensión excesiva, la solución resumida por el presidente Putin, además de ser el polo opuesto a la posición reaccionaria y deshumanizada de los defensores del modelo económico neoliberal, se asemeja bastante a las metas que nos hemos fijado los antorchistas para crear un país próspero, sano, fuerte, educado, fraterno y solidario, esta coincidencia no es casual, nace del hecho de que nosotros como el presidente Putin y el pueblo ruso, vemos a los seres humanos, a los hombres y mujeres de México y del mundo, no como un medio, no como carne de explotación, sino como el fin último, el único que puede justificar la existencia de la sociedad humana y el arte del buen gobierno de dicha sociedad.
Por lo que hoy más que nunca, los que orgullosamente conformamos las filas del antorchismo nacional, nuestra labor sigue siendo educar y organizar a nuestro pueblo para la conquista democrática del poder de la nación ya que, sin ella es imposible poner en práctica nuestro proyecto de país. Me sumo al llamado de nuestro querido secretario general, el ingeniero Aquiles Córdova Morán: ¡todos a luchar unidos por un México mejor!
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