El Movimiento Antorchista nació en el año de 1974, en el municipio de Tecomatlán, Puebla, como una necesidad por el sistema de cosas imperante que es experto en crear pobres, por las injusticias, por las vejaciones que se cometen contra los más pobres de nuestra patria, quienes sólo cuentan con su fuerza de trabajo para poder venderla y con ella obtener un ingreso ínfimo para mantener a sus familias muy pobremente como la mayoría de las familias mexicanas, las familias de obreros, campesinos, que se levantan en la oscuridad, salen de sus hogares y regresan con la oscuridad misma, dejando a sus hijos solos.
Esto es Antorcha, una gran organización de trabajo y lucha, cuyos integrantes son mexicanos nobles, que están dando su vida en pro de la creación de un mejor país, porque es justo, porque es necesario, y porque los nuevos tiempos lo demandan, luchar y luchar incansablemente para que las clases más desprotegidas tengan una esperanza de que es posible un mundo más justo, que les brinde lo necesario para vivir una vida más decorosa.
Todos los que integramos esta gran organización social seguiremos luchando por una patria más justa, porque no estamos de acuerdo en que los recursos se sigan malgastando.
En todo este tiempo, ya 50 años, Antorcha, bajo la dirección del Maestro Aquiles Córdova Morán, un hombre comprometido con las causas justas, cuya inteligencia es impresionante, quien sabe analizar a la sociedad e interpretarla, y dicta rumbo, hemos emprendido una lucha constante y decidida por la conquista de este México mejor. Ya no podemos continuar por la senda del fracaso, por la senda de la violencia, inseguridad, pobreza, ¿hasta cuándo?
¿Hasta cuándo se verá la luz al final del túnel, si quienes se han enquistado en el poder, y no solamente los de ahora sino desde siempre, son las clases poderosas que en nada les importan que las masas trabajadoras vivan una vida más justa, sino que sólo saben favorecer a los más ricos, a los dueños del dinero?
Prueba de ello es que los multimillonarios de México, que todos sabemos quiénes son, han multiplicado sus fortunas. Entonces está muy claro, un Gobierno que favorece a las clases ricas no es un gobierno del pueblo, no es un gobierno de izquierda, aunque dice serlo pero actúa como de derecha.
Los nuevos tiempos nos obligan a estar más alertas, a no dejarnos engañar, a caminar con pies de plomo, a abrir los ojos a más y más mexicanos para que sepan que con Antorcha hay futuro, porque como se dijo en las múltiples clausuras de cursos de nuestras escuelas: “50 años de Antorcha: somos futuro y ésta es nuestra bandera”.
Por lo pronto, todos los que integramos esta gran organización social seguiremos luchando por una patria más justa, porque no estamos de acuerdo en que los recursos se sigan malgastando, no estamos de acuerdo en que no se creen empleos, en que los más ricos no paguen o paguen ínfimos impuestos, cuando deberían aportar más a la sociedad, en que no haya salarios dignos, en que las familias mexicanas tengan que tronarse los dedos para poder comer el día de mañana y darles de comer a sus hijos, en que la educación esté en decadencia, en que los servicios de salud sean deficientes y en que se siga engañando con que estamos “requetebién”, cuando los acontecimientos nos dicen que esto no es cierto, sino que estamos caminando a pasos agigantados al abismo.
Es urgente abrir los ojos a quienes los mantienen cerrados o con una venda en ellos, porque para poder cambiar al país se necesitan de muchos brazos, cerebros, corazones dispuestos.
Para que nuestro país avance debemos impulsarlo. Si le va bien a México, nos va bien a todos los mexicanos, luchemos por una patria más justa y mejor para todos.
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